En la pasada edición del Económico se elaboró un informe acerca del efecto del ajuste del FMI para los próximos años y su impacto en las provincias. Que vendrá fundamentalmente por las transferencias corrientes y de capital (obra pública) del Gobierno Nacional. Las primeras tendrán un reducción del orden del 74%, mientras que las obras prácticamente se paralizarán, con un recorte del 81%.
A través de ambos mecanismos, que tienen que ver con envíos no automáticos por parte del Gobierno Nacional, el ahorro previsto es de 350 mil millones de pesos. Ahora bien, es importante analizar cuál es la dependencia que tiene Chubut respecto a Nación en cuanto al reparto de fondos discrecionales, que es por donde vendrá la tijera.
IARAF hizo un estudio detallado sobre la realidad en cada una de las provincias y hasta qué punto puede ser afectada una jurisdicción más que otra, estableciendo cuál es el peso de estos recursos que baja Nación sobre los ingresos totales de cada uno de los distritos en cuestión.
En el caso de las transferencias corrientes, están concentradas en programas de especial envergadura. Los cinco programas más relevantes de las trasferencias corrientes no automáticas registraron una participación en el PIB de 0,82% en el año 2017. Se cuentan aquí la Asistencia Financiera a Provincias y Municipios como principal programa con una participación en el PIB de 0,39%. Le sigue en orden de importancia el Fondo Nacional de Incentivo Docente y Compensaciones Salariales, que rondó 0,23% en términos del PIB en el año 2017.
Por ejemplo el Fondo Nacional de Incentivo Docente y Compensaciones Salariales rondó 0,23% del PIB y las Transferencias y Contribuciones a la Seguridad Social (Cajas de Jubilación no transferidas) un 0,10%.
Por otro lado, se prevé que las Transferencias de Capital (Obra Pública) culminen el año 2020 con una participación equivalente al 0,03% en relación al PIB. Los programas involucrados en las transferencias de capital, los más importantes fueron las Acciones de Vivienda y Desarrollo Humano, con una importancia de 0,12% en términos del producto y en segundo lugar, con una participación en términos del PIB del 0,07%, están las Acciones del Programa Hábitat Nación. Por otro lado, con una importancia del 0,04% del PIB, se destacaron los programas de Recursos Hídricos y Construcciones. Por último, el programa de Infraestructura y Equipamiento obtuvo una participación del 0,03% del PIB. Aquí es donde entra en juego la obra pública y algunos economistas vaticinan que Chubut podría resignar hasta $ 1.000 millones este año.
Autonomía y dependencia
Al dar cuenta del “ranking” provincial se aprecia que La Rioja y Jujuy son las provincias que tienen una mayor dependencia de las transferencias no automáticas del Gobierno Nacional, ya que más del 20% de sus recursos están compuestos por estos fondos discrecionales. En el otro extremo se ubican las jurisdicciones de CABA y San Luis, con un indicador por debajo del 5%. Esto significa que menos del 5% de sus ingresos dependen de los envíos no automáticos del Gobierno Nacional. También, otras provincias como Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires presentan un relativamente bajo nivel de dependencia de los envíos no automáticos, asumiendo indicadores próximos al 7%.
Qué ocurre con Chubut. El peso tanto de las transferencias corrientes como las de capital sobre los ingresos provinciales con datos a 2017, llega al 7,8%. Entre las patagónicas, mayor dependencia de estos envíos tienen Santa Cruz (8,5%), Neuquén (8,6%) y la más dependiente Tierra del Fuego, donde los envíos de Nación tienen un pesos del 10,5% sobre sus ingresos propios.
Más “autónomas” que Chubut entre las jurisdicciones de la Patagonia figuran La Pampa (7,7%) y Río Negro (7,5%). Contemplando todas las regiones, La Rioja y Jujuy son las provincias de mayor depedencia de las transferencias discrecionales, con un peso del 21,5% y 21% respectivamente sobre los ingresos.
Sin embargo, vale la aclaración para el caso de Buenos Aires. “Un aspecto no menor lo constituye el hecho de que en el mes de diciembre de 2017, según los datos que provee la Nación, Buenos Aires recibió $40.000 millones en concepto de transferencias corrientes no automáticas. Por ende, si a los datos efectivos del tercer trimestre se le suman estos fondos, la provincia obtendría un indicador de 17,8%. Este nivel de dependencia sería notoriamente superior al valor registrado efectivamente en el acumulado al tercer trimestre del año (6,6%)”. Incluso, tomando en cuenta el indicador que mide las transferencias corrientes no automáticas sobre los ingresos totales, la provincia de Buenos Aires encabezaría el ranking de dependencia de envíos nacionales con un indicador de 16,9%.
Esto último dato también se puede leer como que Buenos Aires en definitiva es la provincia más beneficiada por recursos nacionales que no se giran de forma automática, tal como se establece por ley.
Desde IARAF aclaran asimismo que “el Gobierno Nacional registró puntualmente fondos extracoparticipables enviados a la provincia de Buenos Aires por cerca de $24.846 mil millones y $40.000 millones en los meses de diciembre de 2016 y 2017, respectivamente. Un componente fundamental del Consenso Fiscal firmado a finales del año pasado fue la compensación a Buenos Aires, por medio de la cual el gobierno nacional comprometió el envío de transferencias corrientes automáticas por el 0,16% del PIB para 2018 ($21.000 millones) y el 0,27% del PIB desde 2019 ($44.000 millones). Este es un compromiso no menor, ya que solo este ítem ya superaría las metas acerca del peso que se espera que tengan las transferencias a futuro”.
En base a la mayor o menor depedencia, desde IARAF hacen un balance: “Concretamente, se tiene que aquellas provincias en las cuales las Transferencias no Automáticas representan más del 10% de los Ingresos Totales provinciales registran un relativamente elevado grado de dependencia y sus finanzas podrían verse afectadas por un límite en los envíos de este tipo. Paralelamente, en los casos opuestos a la situación descripta, una baja en los envíos nacionales a las provincias no demandaría esfuerzos significativos en la composición de las finanzas provinciales”. En el caso de Chubut (7,7%), el impacto no sería tan severo, de acuerdo a lo explicitado en el estudio.
La evolución a lo largo de los años no ha tenido gran variación para la provincia. Allá por 2007 el peso de estas transferencias sobre los ingresos totales llegaba al 6,3% en Chubut. Tuvo una baja abrupta en 2011, donde alcanzaron solo 2,8%. Y luego se estabilizaron en 5,3% en 2015, 5,8% en 2016 y 7,8% en los datos disponibles a 2017.
Casos emblemáticos pueden ser para la actual administración nacional Buenos Aires (conducida por la oficialista María Eugenia Vidal), donde en 2017 finalizó al tope de las provincias más beneficiadas por fondos discrecionales en relación a los ingresos. Y Santa Cruz, que durante el kirchnerismo supo encabezar hasta 2011 el ranking de las provincias.
En la pasada edición del Económico se elaboró un informe acerca del efecto del ajuste del FMI para los próximos años y su impacto en las provincias. Que vendrá fundamentalmente por las transferencias corrientes y de capital (obra pública) del Gobierno Nacional. Las primeras tendrán un reducción del orden del 74%, mientras que las obras prácticamente se paralizarán, con un recorte del 81%.
A través de ambos mecanismos, que tienen que ver con envíos no automáticos por parte del Gobierno Nacional, el ahorro previsto es de 350 mil millones de pesos. Ahora bien, es importante analizar cuál es la dependencia que tiene Chubut respecto a Nación en cuanto al reparto de fondos discrecionales, que es por donde vendrá la tijera.
IARAF hizo un estudio detallado sobre la realidad en cada una de las provincias y hasta qué punto puede ser afectada una jurisdicción más que otra, estableciendo cuál es el peso de estos recursos que baja Nación sobre los ingresos totales de cada uno de los distritos en cuestión.
En el caso de las transferencias corrientes, están concentradas en programas de especial envergadura. Los cinco programas más relevantes de las trasferencias corrientes no automáticas registraron una participación en el PIB de 0,82% en el año 2017. Se cuentan aquí la Asistencia Financiera a Provincias y Municipios como principal programa con una participación en el PIB de 0,39%. Le sigue en orden de importancia el Fondo Nacional de Incentivo Docente y Compensaciones Salariales, que rondó 0,23% en términos del PIB en el año 2017.
Por ejemplo el Fondo Nacional de Incentivo Docente y Compensaciones Salariales rondó 0,23% del PIB y las Transferencias y Contribuciones a la Seguridad Social (Cajas de Jubilación no transferidas) un 0,10%.
Por otro lado, se prevé que las Transferencias de Capital (Obra Pública) culminen el año 2020 con una participación equivalente al 0,03% en relación al PIB. Los programas involucrados en las transferencias de capital, los más importantes fueron las Acciones de Vivienda y Desarrollo Humano, con una importancia de 0,12% en términos del producto y en segundo lugar, con una participación en términos del PIB del 0,07%, están las Acciones del Programa Hábitat Nación. Por otro lado, con una importancia del 0,04% del PIB, se destacaron los programas de Recursos Hídricos y Construcciones. Por último, el programa de Infraestructura y Equipamiento obtuvo una participación del 0,03% del PIB. Aquí es donde entra en juego la obra pública y algunos economistas vaticinan que Chubut podría resignar hasta $ 1.000 millones este año.
Autonomía y dependencia
Al dar cuenta del “ranking” provincial se aprecia que La Rioja y Jujuy son las provincias que tienen una mayor dependencia de las transferencias no automáticas del Gobierno Nacional, ya que más del 20% de sus recursos están compuestos por estos fondos discrecionales. En el otro extremo se ubican las jurisdicciones de CABA y San Luis, con un indicador por debajo del 5%. Esto significa que menos del 5% de sus ingresos dependen de los envíos no automáticos del Gobierno Nacional. También, otras provincias como Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires presentan un relativamente bajo nivel de dependencia de los envíos no automáticos, asumiendo indicadores próximos al 7%.
Qué ocurre con Chubut. El peso tanto de las transferencias corrientes como las de capital sobre los ingresos provinciales con datos a 2017, llega al 7,8%. Entre las patagónicas, mayor dependencia de estos envíos tienen Santa Cruz (8,5%), Neuquén (8,6%) y la más dependiente Tierra del Fuego, donde los envíos de Nación tienen un pesos del 10,5% sobre sus ingresos propios.
Más “autónomas” que Chubut entre las jurisdicciones de la Patagonia figuran La Pampa (7,7%) y Río Negro (7,5%). Contemplando todas las regiones, La Rioja y Jujuy son las provincias de mayor depedencia de las transferencias discrecionales, con un peso del 21,5% y 21% respectivamente sobre los ingresos.
Sin embargo, vale la aclaración para el caso de Buenos Aires. “Un aspecto no menor lo constituye el hecho de que en el mes de diciembre de 2017, según los datos que provee la Nación, Buenos Aires recibió $40.000 millones en concepto de transferencias corrientes no automáticas. Por ende, si a los datos efectivos del tercer trimestre se le suman estos fondos, la provincia obtendría un indicador de 17,8%. Este nivel de dependencia sería notoriamente superior al valor registrado efectivamente en el acumulado al tercer trimestre del año (6,6%)”. Incluso, tomando en cuenta el indicador que mide las transferencias corrientes no automáticas sobre los ingresos totales, la provincia de Buenos Aires encabezaría el ranking de dependencia de envíos nacionales con un indicador de 16,9%.
Esto último dato también se puede leer como que Buenos Aires en definitiva es la provincia más beneficiada por recursos nacionales que no se giran de forma automática, tal como se establece por ley.
Desde IARAF aclaran asimismo que “el Gobierno Nacional registró puntualmente fondos extracoparticipables enviados a la provincia de Buenos Aires por cerca de $24.846 mil millones y $40.000 millones en los meses de diciembre de 2016 y 2017, respectivamente. Un componente fundamental del Consenso Fiscal firmado a finales del año pasado fue la compensación a Buenos Aires, por medio de la cual el gobierno nacional comprometió el envío de transferencias corrientes automáticas por el 0,16% del PIB para 2018 ($21.000 millones) y el 0,27% del PIB desde 2019 ($44.000 millones). Este es un compromiso no menor, ya que solo este ítem ya superaría las metas acerca del peso que se espera que tengan las transferencias a futuro”.
En base a la mayor o menor depedencia, desde IARAF hacen un balance: “Concretamente, se tiene que aquellas provincias en las cuales las Transferencias no Automáticas representan más del 10% de los Ingresos Totales provinciales registran un relativamente elevado grado de dependencia y sus finanzas podrían verse afectadas por un límite en los envíos de este tipo. Paralelamente, en los casos opuestos a la situación descripta, una baja en los envíos nacionales a las provincias no demandaría esfuerzos significativos en la composición de las finanzas provinciales”. En el caso de Chubut (7,7%), el impacto no sería tan severo, de acuerdo a lo explicitado en el estudio.
La evolución a lo largo de los años no ha tenido gran variación para la provincia. Allá por 2007 el peso de estas transferencias sobre los ingresos totales llegaba al 6,3% en Chubut. Tuvo una baja abrupta en 2011, donde alcanzaron solo 2,8%. Y luego se estabilizaron en 5,3% en 2015, 5,8% en 2016 y 7,8% en los datos disponibles a 2017.
Casos emblemáticos pueden ser para la actual administración nacional Buenos Aires (conducida por la oficialista María Eugenia Vidal), donde en 2017 finalizó al tope de las provincias más beneficiadas por fondos discrecionales en relación a los ingresos. Y Santa Cruz, que durante el kirchnerismo supo encabezar hasta 2011 el ranking de las provincias.