Básquetbol: Noche gloriosa para Racing de Trelew

La “Academia” hizo realidad sus sueños y rompió con la hegemonía de los madrynenses eliminando en playoffs a los dos equipos más fuertes de la última década: Deportivo Madryn y Ferrocarril Patagónico. Historia pura y la contagiosa emoción de un equipo que unió a la ciudad en un solo festejo.

De palomita. Once años se hizo esperar el festejo de la “Academia”, y así celebraron los nuevos campeones.
27 JUN 2019 - 20:39 | Actualizado

Racing hizo historia. Once años después de su última consagración, la “Academia” vuelve a sumar un título a sus vitrinas. Un trofeo con carga emotiva, que será recordado por lo que representa: el empeño de sus dirigentes, la superación de las adversidades deportivas y la caída de la supremacía madrynense.

Racing había festejado por última vez un campeonato de básquet en 2008. Ahora, 11 años más tarde, vuelve a saborear las mieles del triunfo.

Para comprender la dimensión de este logro es importante conocer el contexto histórico. En la última década, una ciudad y dos poderosos equipos tomaron el control del básquet doméstico y lo transformaron en hegemonía. Esa ciudad es Puerto Madryn y esos clubes son Deportivo Madryn y Ferro. Entre ellos se repartieron todos los campeonatos del Apertura 2012 al Clausura 2018 de forma ininterrumpida.

En dos años y medio, Racing pasó por todos los estados anímicos. De no tener nada a tenerlo todo.

A principios del 2017 se produjo un hecho casi demoledor para el club: los aprietos económicos obligaron a la dirigencia a prescindir del equipo de Primera. Racing no presentó equipo en el Apertura 2017. Con sacrificio y trabajo, la “Academia” volvió a las canchas para el Clausura 2017, con el “Pájaro” Marina como DT y un plantel compuesto por exjugadores del club. Racing ganó un solo partido durante aquel torneo, ante el Germinal del “Sapo” Sapochnik.

En el Apertura 2018 se redobla la apuesta: pretemporada fuerte e incorporación de jugadores. Empiezan a llegar hombres como Martín Cárdenas y Lautaro García. Racing se vuelve un equipo competitivo, y con la dirección técnica del “Pájaro” Marina llega a semifinales, donde es eliminado por Deportivo Madryn.

En el Clausura 2018, Ariel Gibbon desde la dirigencia sostiene al “Pájaro” Marina en la conducción y el objetivo es la final. ¡Y lo consigue! Racing llega a una final después de diez largos años. Pero una vez más, con dolor de una espina clavada, es eliminado nuevamente por Deportivo Madryn.

La revancha era el Apertura 2019. Esta vez con Martín Quijano como entrenador y la herencia del equipo del “Pájaro”. Racing se quita la espina, elimina al tricampeón Deportivo Madryn en semifinales y se mete de cabeza en su segunda final consecutiva, esta vez con la meta de ser campeón.

Como se sabe, cuando se persigue un sueño por mucho tiempo, con dedicación, es posible que se cumpla.

Cancha llena

La consagración de Racing fue conmovedora no solo por el logro deportivo conseguido en el rectángulo de juego, sino también por el marco en el que se desarrolló la proeza. Las gradas, colmadas, rebosaron con el clamor de las familias, los amigos y los fanáticos que se acercaron al “Juan Andrés Fernández” a ver la gran final.

Un infaltable fue Nicolás De los Santos. Nico es más que un espectador: es una inyección anímica. Cuando él aparece, Racing logra cosas importantes. A los ojos de los chicos, Nico representa la superación. Es el ídolo que demostró que surgiendo en un club de barrio es posible llegar a la Liga Nacional y a la Selección Argentina. De los Santos presenció el partido junto a su mujer, Celeste Castro, quien además actuó como la voz del estadio en los intervalos del partido.

Camuflado entre los niños del club, casi como un joven fanático más, con muletas y una bota en su pierna, Matías Nahuelquin contempló el juego con emociones a flor de piel. Se perdió la final por una dolorosa lesión, pero lo que no perdió fue la oportunidad de dejar el aliento por sus compañeros, en el club donde depositó su corazón.

Ariel Gibbon, con toda una vida adentro del club, vivió la consagración como ningún otro. Saltaba de la ansiedad cuando aún quedaban minutos por jugar y rompió en llanto de felicidad cuando finalizó el juego. Señalaba la tribuna con orgullo.

Algunos jugadores del plantel mayor de fútbol, como el “Piojo” Bataller y Rodrigo Beliz, dejaron a un costado los botines para acompañar a su club.

El entrenador Enrique Marina no podía faltar. Por haber sido el entrenador que consiguió la primera clasificación a una final después de diez años, el “Pájaro” sintió el triunfo de Racing casi como propio, y a él se le debe un porcentaje del mérito. Se vio a gente de Germinal, Huracán y Brown. “Manteca” Paz y Marcelo Capaccioni se acercaron a saludar. Muhamad Balut, identificado con el club Deportivo Madryn, sentado en la tribuna reflejó que el deporte integra y que las rivalidades quedan de lado. El viejo Moreyra, exárbitro de básquet, fue parte de los históricos del ámbito deportivo local. También hubo gente del mundo del rugby: Juan Ignacio Canteros y Nicolás García Padín, del staff de primera división del club Patoruzú.

Y por supuesto Jorge Iriarte, presidente de la institución, junto a autoridades del club, Sebastián Daroca, “Caco” González de la comisión directiva, el expresidente Gustavo Mac Karthy y el funcionario político Javier Cunha.

Un centenar de chicos de la “Academia” desfilaron presentando la nueva indumentaria. En boletería, se cortaron alrededor de 480 entradas locales y visitantes. Sumado al público invitado, el staff del club, la gente de buffet y dirigentes, se alcanzó la magnífica cifra de 800 personas.

Una noche emotiva, se mire por donde se mire.

El partido

Como siempre, Racing llegó diezmado. Bruno Echegaray desgarrado. Matías Nahuelquin con el tendón de Aquiles roto. Nico Sánchez jugó con gastroenteritis. La “Academia” no se amedrentó y se hizo grande ante la adversidad. Sobre el parquet, el juego fue parejo, como toda buena final.

En el inicio Ferro se hizo dueño y señor de los rebotes ofensivos. Capturó 4 pelotas en los primeros ataques, pero también falló 4 lanzamientos al aro. Lautaro García inauguró el tanteador con un triple. En la “Maquinita” fue sobresaliente el trabajo de Carlos Balmaceda, peleando cada pelota en la pintura. Se hizo figura con un triple y un doble al hilo. Ferro tomó ventaja con un parcial de 7-0, pero Racing cerró el cuarto a su favor 17-15.

En el segundo cuarto, Ferro se mostró peligroso en el perímetro con dos triples de Corsi. Tras verse igualados en 21, Racing apretó la marcha y tomó ventaja de 8 puntos que incluyeron un triplazo de Capaccioni. La diferencia era cómoda pero no suficiente. 36-30 y al descanso largo.

En el tercero, Ferro volvió a arrimarse con un triple de Alejo Marigual, achicando a 2 la diferencia. La crecida racinguista nació de la muñeca del “Huevo” Moreyra para establecer otra vez la ventaja en 6 tantos. Racing echó de menos la presencia de Bruno y Mati a la hora de tomar decisiones. Faltaba un lanzador. Otros dos triples de Moreyra alejaron más a Racing. El equipo mantuvo la concentración. Ferro bajó los brazos en la última posesión, y se desataron los festejos.

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De palomita. Once años se hizo esperar el festejo de la “Academia”, y así celebraron los nuevos campeones.
27 JUN 2019 - 20:39

Racing hizo historia. Once años después de su última consagración, la “Academia” vuelve a sumar un título a sus vitrinas. Un trofeo con carga emotiva, que será recordado por lo que representa: el empeño de sus dirigentes, la superación de las adversidades deportivas y la caída de la supremacía madrynense.

Racing había festejado por última vez un campeonato de básquet en 2008. Ahora, 11 años más tarde, vuelve a saborear las mieles del triunfo.

Para comprender la dimensión de este logro es importante conocer el contexto histórico. En la última década, una ciudad y dos poderosos equipos tomaron el control del básquet doméstico y lo transformaron en hegemonía. Esa ciudad es Puerto Madryn y esos clubes son Deportivo Madryn y Ferro. Entre ellos se repartieron todos los campeonatos del Apertura 2012 al Clausura 2018 de forma ininterrumpida.

En dos años y medio, Racing pasó por todos los estados anímicos. De no tener nada a tenerlo todo.

A principios del 2017 se produjo un hecho casi demoledor para el club: los aprietos económicos obligaron a la dirigencia a prescindir del equipo de Primera. Racing no presentó equipo en el Apertura 2017. Con sacrificio y trabajo, la “Academia” volvió a las canchas para el Clausura 2017, con el “Pájaro” Marina como DT y un plantel compuesto por exjugadores del club. Racing ganó un solo partido durante aquel torneo, ante el Germinal del “Sapo” Sapochnik.

En el Apertura 2018 se redobla la apuesta: pretemporada fuerte e incorporación de jugadores. Empiezan a llegar hombres como Martín Cárdenas y Lautaro García. Racing se vuelve un equipo competitivo, y con la dirección técnica del “Pájaro” Marina llega a semifinales, donde es eliminado por Deportivo Madryn.

En el Clausura 2018, Ariel Gibbon desde la dirigencia sostiene al “Pájaro” Marina en la conducción y el objetivo es la final. ¡Y lo consigue! Racing llega a una final después de diez largos años. Pero una vez más, con dolor de una espina clavada, es eliminado nuevamente por Deportivo Madryn.

La revancha era el Apertura 2019. Esta vez con Martín Quijano como entrenador y la herencia del equipo del “Pájaro”. Racing se quita la espina, elimina al tricampeón Deportivo Madryn en semifinales y se mete de cabeza en su segunda final consecutiva, esta vez con la meta de ser campeón.

Como se sabe, cuando se persigue un sueño por mucho tiempo, con dedicación, es posible que se cumpla.

Cancha llena

La consagración de Racing fue conmovedora no solo por el logro deportivo conseguido en el rectángulo de juego, sino también por el marco en el que se desarrolló la proeza. Las gradas, colmadas, rebosaron con el clamor de las familias, los amigos y los fanáticos que se acercaron al “Juan Andrés Fernández” a ver la gran final.

Un infaltable fue Nicolás De los Santos. Nico es más que un espectador: es una inyección anímica. Cuando él aparece, Racing logra cosas importantes. A los ojos de los chicos, Nico representa la superación. Es el ídolo que demostró que surgiendo en un club de barrio es posible llegar a la Liga Nacional y a la Selección Argentina. De los Santos presenció el partido junto a su mujer, Celeste Castro, quien además actuó como la voz del estadio en los intervalos del partido.

Camuflado entre los niños del club, casi como un joven fanático más, con muletas y una bota en su pierna, Matías Nahuelquin contempló el juego con emociones a flor de piel. Se perdió la final por una dolorosa lesión, pero lo que no perdió fue la oportunidad de dejar el aliento por sus compañeros, en el club donde depositó su corazón.

Ariel Gibbon, con toda una vida adentro del club, vivió la consagración como ningún otro. Saltaba de la ansiedad cuando aún quedaban minutos por jugar y rompió en llanto de felicidad cuando finalizó el juego. Señalaba la tribuna con orgullo.

Algunos jugadores del plantel mayor de fútbol, como el “Piojo” Bataller y Rodrigo Beliz, dejaron a un costado los botines para acompañar a su club.

El entrenador Enrique Marina no podía faltar. Por haber sido el entrenador que consiguió la primera clasificación a una final después de diez años, el “Pájaro” sintió el triunfo de Racing casi como propio, y a él se le debe un porcentaje del mérito. Se vio a gente de Germinal, Huracán y Brown. “Manteca” Paz y Marcelo Capaccioni se acercaron a saludar. Muhamad Balut, identificado con el club Deportivo Madryn, sentado en la tribuna reflejó que el deporte integra y que las rivalidades quedan de lado. El viejo Moreyra, exárbitro de básquet, fue parte de los históricos del ámbito deportivo local. También hubo gente del mundo del rugby: Juan Ignacio Canteros y Nicolás García Padín, del staff de primera división del club Patoruzú.

Y por supuesto Jorge Iriarte, presidente de la institución, junto a autoridades del club, Sebastián Daroca, “Caco” González de la comisión directiva, el expresidente Gustavo Mac Karthy y el funcionario político Javier Cunha.

Un centenar de chicos de la “Academia” desfilaron presentando la nueva indumentaria. En boletería, se cortaron alrededor de 480 entradas locales y visitantes. Sumado al público invitado, el staff del club, la gente de buffet y dirigentes, se alcanzó la magnífica cifra de 800 personas.

Una noche emotiva, se mire por donde se mire.

El partido

Como siempre, Racing llegó diezmado. Bruno Echegaray desgarrado. Matías Nahuelquin con el tendón de Aquiles roto. Nico Sánchez jugó con gastroenteritis. La “Academia” no se amedrentó y se hizo grande ante la adversidad. Sobre el parquet, el juego fue parejo, como toda buena final.

En el inicio Ferro se hizo dueño y señor de los rebotes ofensivos. Capturó 4 pelotas en los primeros ataques, pero también falló 4 lanzamientos al aro. Lautaro García inauguró el tanteador con un triple. En la “Maquinita” fue sobresaliente el trabajo de Carlos Balmaceda, peleando cada pelota en la pintura. Se hizo figura con un triple y un doble al hilo. Ferro tomó ventaja con un parcial de 7-0, pero Racing cerró el cuarto a su favor 17-15.

En el segundo cuarto, Ferro se mostró peligroso en el perímetro con dos triples de Corsi. Tras verse igualados en 21, Racing apretó la marcha y tomó ventaja de 8 puntos que incluyeron un triplazo de Capaccioni. La diferencia era cómoda pero no suficiente. 36-30 y al descanso largo.

En el tercero, Ferro volvió a arrimarse con un triple de Alejo Marigual, achicando a 2 la diferencia. La crecida racinguista nació de la muñeca del “Huevo” Moreyra para establecer otra vez la ventaja en 6 tantos. Racing echó de menos la presencia de Bruno y Mati a la hora de tomar decisiones. Faltaba un lanzador. Otros dos triples de Moreyra alejaron más a Racing. El equipo mantuvo la concentración. Ferro bajó los brazos en la última posesión, y se desataron los festejos.


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