La calma volvía a Irán tras las protestas

La situación de convulsión social en Irán que se desató el viernes por un aumento y racionalización de los combustibles empezó hoy a normalizarse, mientras que el gobierno acusó a Estados Unidos de alentar las protestas con el objetivo de socavar la seguridad del país.

18 NOV 2019 - 10:38 | Actualizado

Durante una sesión del Parlamento, el presidente de la Cámara, Alí Lariyaní, aseguró que Estados Unidos "no obtendrá ningún resultado instigando disturbios y sabotajes en Irán".

"El objetivo de Estados Unidos frente a Irán no es otro que perturbar su seguridad y prender fuego a los intereses de la nación iraní", denunció Lariyaní en una alocución televisada.

Este apoyo de Washington a los manifestantes es, a su juicio, "un comportamiento vergonzoso y oportunista", teniendo en cuenta las sanciones económicas que ha impuesto a Irán "que solo buscan desestabilizar el país", citó la agencia de noticias EFE.

La Casa Blanca indicó ayer en un comunicado que "Estados Unidos apoya al pueblo iraní en sus protestas pacíficas contra el régimen", y condenó el uso de "fuerza letal" contra los manifestantes.

Las protestas, que estallaron el viernes por la noche y que amainaron considerablemente hoy, derivaron en disturbios violentos en varias ciudades, donde hubo cortes de carreteras, incendios a sucursales bancarias e intentos de asalto a comisarías y almacenes de combustible.

Al menos dos personas fallecieron, una de ellas un policía, según los datos oficiales, aunque se prevé que la cifra real de víctimas mortales sea más elevada.

Las autoridades iraníes han responsabilizado de instigar los disturbios a grupos de fuera del país "antirrevolucionarios", como los descendientes y seguidores de la última dinastía Pahleví o el grupo opositor Muyahidin Jalq.

Además, declararon que no permitirán que el caos se adueñe del país y que seguirán adelante con la polémica decisión de racionar la nafta y aumentar su precio, que se ha incrementado al menos un 50 %.

Según las nuevas medidas, cada conductor puede comprar 60 litros de nafta al mes a 15.000 riales (unos 0,15 dólares al cambio libre), en vez de a 10.000, y cada litro adicional cuesta 30.000 riales (0,30 dólares).

Debido al descontento popular y a la extensión de las protestas, las autoridades bloquearon el viernes por la noche el acceso a Internet para dificultar la organización de las mismas.

Por último, el vocero gubernamental, Alí Rabiei, aseguró hoy que "en los próximos dos días la situación estará completamente controlada y el país volverá a su total normalidad".

El funcionario denunció que "en ocasiones los manifestantes usaron armas de fuego y tomaron agentes como rehenes o matándolos".

18 NOV 2019 - 10:38

Durante una sesión del Parlamento, el presidente de la Cámara, Alí Lariyaní, aseguró que Estados Unidos "no obtendrá ningún resultado instigando disturbios y sabotajes en Irán".

"El objetivo de Estados Unidos frente a Irán no es otro que perturbar su seguridad y prender fuego a los intereses de la nación iraní", denunció Lariyaní en una alocución televisada.

Este apoyo de Washington a los manifestantes es, a su juicio, "un comportamiento vergonzoso y oportunista", teniendo en cuenta las sanciones económicas que ha impuesto a Irán "que solo buscan desestabilizar el país", citó la agencia de noticias EFE.

La Casa Blanca indicó ayer en un comunicado que "Estados Unidos apoya al pueblo iraní en sus protestas pacíficas contra el régimen", y condenó el uso de "fuerza letal" contra los manifestantes.

Las protestas, que estallaron el viernes por la noche y que amainaron considerablemente hoy, derivaron en disturbios violentos en varias ciudades, donde hubo cortes de carreteras, incendios a sucursales bancarias e intentos de asalto a comisarías y almacenes de combustible.

Al menos dos personas fallecieron, una de ellas un policía, según los datos oficiales, aunque se prevé que la cifra real de víctimas mortales sea más elevada.

Las autoridades iraníes han responsabilizado de instigar los disturbios a grupos de fuera del país "antirrevolucionarios", como los descendientes y seguidores de la última dinastía Pahleví o el grupo opositor Muyahidin Jalq.

Además, declararon que no permitirán que el caos se adueñe del país y que seguirán adelante con la polémica decisión de racionar la nafta y aumentar su precio, que se ha incrementado al menos un 50 %.

Según las nuevas medidas, cada conductor puede comprar 60 litros de nafta al mes a 15.000 riales (unos 0,15 dólares al cambio libre), en vez de a 10.000, y cada litro adicional cuesta 30.000 riales (0,30 dólares).

Debido al descontento popular y a la extensión de las protestas, las autoridades bloquearon el viernes por la noche el acceso a Internet para dificultar la organización de las mismas.

Por último, el vocero gubernamental, Alí Rabiei, aseguró hoy que "en los próximos dos días la situación estará completamente controlada y el país volverá a su total normalidad".

El funcionario denunció que "en ocasiones los manifestantes usaron armas de fuego y tomaron agentes como rehenes o matándolos".


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