El país asiático, que había contenido prácticamente la epidemia, registró la aparición de unos 300 nuevos casos en la capital china en el lapso de poco más de dos semanas, lo que alimenta el temor de una inminente segunda ola de contagios.
El gobierno regional emprendió entonces una inmensa campaña de diagnóstico, cerró escuelas y pidió a los pequineses que no salgan de la ciudad, confinando así a varios miles de personas en zonas residenciales consideradas de riesgo.
Hoy, las autoridades locales anunciaron el confinamiento total del cantón de Anxin, situado a 60 kilómetros al sur de Beijing, en la provincia de Hebei (norte), donde se registraron 11 casos relacionados con el brote epidémico pequinés, según informó el diario semioficial Global Times.
La medida implica, entre otras cosas, que sólo una persona por vivienda podrá salir una vez al día para comprar comida y medicamentos.
En tanto, el Ministerio de Salud de China reportó el domingo 14 nuevos casos en Beijing durante las últimas 24 horas, con lo que suman 311 desde el inicio de este nuevo foco, detectado en el mercado mayorista de Xinfadi, en el sur de la ciudad, que suministra productos frescos principalmente a supermercados y restaurantes.
Cerca de un tercio de los nuevos casos reportados hasta ahora están relacionados con la sección del mercado de carne de vaca y de cordero, dijeron autoridades municipales en una conferencia de prensa, según informa la agencia ANSA.
"La situación epidémica en la capital es grave y compleja", subrayó Xu Hejian, un portavoz de la ciudad.
Las pruebas de diagnóstico afectan sobre todo a los que frecuentaron el mercado, a empleados de restaurantes, repartidores y habitantes de las zonas residenciales consideradas de riesgo.
En total, se tomaron 8,3 millones de muestras y 7,7 millones han sido analizadas, anunció el domingo la municipalidad.
El país asiático, que había contenido prácticamente la epidemia, registró la aparición de unos 300 nuevos casos en la capital china en el lapso de poco más de dos semanas, lo que alimenta el temor de una inminente segunda ola de contagios.
El gobierno regional emprendió entonces una inmensa campaña de diagnóstico, cerró escuelas y pidió a los pequineses que no salgan de la ciudad, confinando así a varios miles de personas en zonas residenciales consideradas de riesgo.
Hoy, las autoridades locales anunciaron el confinamiento total del cantón de Anxin, situado a 60 kilómetros al sur de Beijing, en la provincia de Hebei (norte), donde se registraron 11 casos relacionados con el brote epidémico pequinés, según informó el diario semioficial Global Times.
La medida implica, entre otras cosas, que sólo una persona por vivienda podrá salir una vez al día para comprar comida y medicamentos.
En tanto, el Ministerio de Salud de China reportó el domingo 14 nuevos casos en Beijing durante las últimas 24 horas, con lo que suman 311 desde el inicio de este nuevo foco, detectado en el mercado mayorista de Xinfadi, en el sur de la ciudad, que suministra productos frescos principalmente a supermercados y restaurantes.
Cerca de un tercio de los nuevos casos reportados hasta ahora están relacionados con la sección del mercado de carne de vaca y de cordero, dijeron autoridades municipales en una conferencia de prensa, según informa la agencia ANSA.
"La situación epidémica en la capital es grave y compleja", subrayó Xu Hejian, un portavoz de la ciudad.
Las pruebas de diagnóstico afectan sobre todo a los que frecuentaron el mercado, a empleados de restaurantes, repartidores y habitantes de las zonas residenciales consideradas de riesgo.
En total, se tomaron 8,3 millones de muestras y 7,7 millones han sido analizadas, anunció el domingo la municipalidad.