El presidente de Perú enfrenta pedido de destitución por incitar a mentir

El presidente de Perú, Martín Vizcarra, se encontraba hoy contra las cuerdas luego de haber sido acusado de pedir a sus asesores que mintieran sobre la contratación de un cantante y de que seis partidos acordaran presentar un pedido de destitución, al que el Gobierno tildó de "golpe de Estado", que se votará hoy.

11 SEP 2020 - 13:31 | Actualizado

"Nada de lo presentado hoy de manera ilegal constituye causal de vacancia (a la Presidencia). No voy a renunciar, no me voy a correr", dijo Vizcarra ayer durante un mensaje por televisión.

"Estamos ante un complot contra la democracia", impulsado por grupos que buscan evitar que se apruebe una reforma que saca de carrera a candidatos que tengan sentencias judiciales, agregó.

Luego del mensaje, una mayoría de bancadas parlamentarias presentó una moción de vacancia presidencial, que será debatida hoy en el Congreso para decidir si inicia un proceso político de destitución del presidente en un plazo no menor de cuatro días.

El primer ministro, Walter Martos, tachó de "golpe de Estado" la estrategia del Congreso de votar una moción de destitución.

"Lo que está haciendo en estos momentos el Congreso es dar un golpe de Estado, porque está haciendo una interpretación arbitraria de la Constitución", dijo Martos, un general retirado del Ejército y número dos del Gobierno, a la radio RPP.

"El llamado de (el presidente del legislativo Manuel) Merino a las fuerzas armadas es porque sabe que está rompiendo el orden constitucional", agregó Martos poco antes de que el Congreso comience a debatir la moción de "vacancia" presidencial.

Al convocar anoche la sesión parlamentaria, Merino dijo "Que las Fuerzas Armadas, que la ciudadanía, tengan la seguridad de que actuaremos en estricto cumplimiento del orden constitucional".

El escándalo gira en torno a Richard Cisneros, un cantante al que el Gobierno contrató como conferencista y animador, y que alardea en medios de haber sido asesor del Gobierno.

El caso estalló en mayo cuando la prensa descubrió que el Ministerio de Cultura le había ofrecido contratos presuntamente irregulares por 10.000 dólares a Cisneros, un artista poco conocido del medio local, en plena pandemia de coronavirus.

El escándalo creció esta semana al conocerse audios, que fueron difundidos durante una sesión del Parlamento, en el que dos asesores mencionan a Vizcarra hasta cinco ingresos al Palacio Presidencial del polémico Cisneros.

"Hay que decir que entró dos veces" en lugar de cinco, les pide Vizcarra. "Lo que queda claro es que en esta investigación, estamos todos involucrados", agrega el presidente.

"Las fuerzas democráticas del Congreso no pueden prestarse a este juego sucio por intereses políticos y electorales", exhortó ayer el mandatario en su mensaje, donde denunció que los audios fueron manipulados y editados.

La moción necesita 52 votos para ser admitida a debate e iniciar el proceso formal de destitución y votación en cuatro días.

Sin embargo la votación podría realizarse hoy mismo si la oposición reúne 104 votos, de un total de 130 congresistas, lo que no es seguro.

El Congreso necesita 87 votos para destituir a Vizcarra, que carece de partido y bancada.

La difusión de los audios se produjo en el marco de constantes choques entre el Congreso y el Ejecutivo por aprobar una reforma política que impulsa el gobierno. Dicha reforma dejaría fuera de carrera a candidatos condenados por la Justicia.

Las grabaciones de Vizcarra fueron entregadas por el legislador Edgar Alarcón, presidente de la comisión que investiga el caso del exasesor.

"Se nota que hay una falta moral, el presidente no puede mentir", dijo a la prensa Alarcón, del partido centroizquierdista Unión Por el Perú, informó la agencia de noticias AFP.

No es el primer choque de Vizcarra con el Congreso. En septiembre de 2019 el mandatario disolvió constitucionalmente el Parlamento y convocó a nuevos comicios legislativos para superar otra crisis.

En tanto, el anterior Congreso peruano, dominado por el fujimorismo, intentó destituir al anterior mandatario Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), hasta forzarlo a renunciar. Fue sustituido por Vizcarra, quien era primer vicepresidente, en marzo de 2018.

La crisis estalla cuando Perú es uno de los países más afectados por la pandemia de Covid-19 en el mundo, con más de 710.000 contagios y 30.344 muertos.

11 SEP 2020 - 13:31

"Nada de lo presentado hoy de manera ilegal constituye causal de vacancia (a la Presidencia). No voy a renunciar, no me voy a correr", dijo Vizcarra ayer durante un mensaje por televisión.

"Estamos ante un complot contra la democracia", impulsado por grupos que buscan evitar que se apruebe una reforma que saca de carrera a candidatos que tengan sentencias judiciales, agregó.

Luego del mensaje, una mayoría de bancadas parlamentarias presentó una moción de vacancia presidencial, que será debatida hoy en el Congreso para decidir si inicia un proceso político de destitución del presidente en un plazo no menor de cuatro días.

El primer ministro, Walter Martos, tachó de "golpe de Estado" la estrategia del Congreso de votar una moción de destitución.

"Lo que está haciendo en estos momentos el Congreso es dar un golpe de Estado, porque está haciendo una interpretación arbitraria de la Constitución", dijo Martos, un general retirado del Ejército y número dos del Gobierno, a la radio RPP.

"El llamado de (el presidente del legislativo Manuel) Merino a las fuerzas armadas es porque sabe que está rompiendo el orden constitucional", agregó Martos poco antes de que el Congreso comience a debatir la moción de "vacancia" presidencial.

Al convocar anoche la sesión parlamentaria, Merino dijo "Que las Fuerzas Armadas, que la ciudadanía, tengan la seguridad de que actuaremos en estricto cumplimiento del orden constitucional".

El escándalo gira en torno a Richard Cisneros, un cantante al que el Gobierno contrató como conferencista y animador, y que alardea en medios de haber sido asesor del Gobierno.

El caso estalló en mayo cuando la prensa descubrió que el Ministerio de Cultura le había ofrecido contratos presuntamente irregulares por 10.000 dólares a Cisneros, un artista poco conocido del medio local, en plena pandemia de coronavirus.

El escándalo creció esta semana al conocerse audios, que fueron difundidos durante una sesión del Parlamento, en el que dos asesores mencionan a Vizcarra hasta cinco ingresos al Palacio Presidencial del polémico Cisneros.

"Hay que decir que entró dos veces" en lugar de cinco, les pide Vizcarra. "Lo que queda claro es que en esta investigación, estamos todos involucrados", agrega el presidente.

"Las fuerzas democráticas del Congreso no pueden prestarse a este juego sucio por intereses políticos y electorales", exhortó ayer el mandatario en su mensaje, donde denunció que los audios fueron manipulados y editados.

La moción necesita 52 votos para ser admitida a debate e iniciar el proceso formal de destitución y votación en cuatro días.

Sin embargo la votación podría realizarse hoy mismo si la oposición reúne 104 votos, de un total de 130 congresistas, lo que no es seguro.

El Congreso necesita 87 votos para destituir a Vizcarra, que carece de partido y bancada.

La difusión de los audios se produjo en el marco de constantes choques entre el Congreso y el Ejecutivo por aprobar una reforma política que impulsa el gobierno. Dicha reforma dejaría fuera de carrera a candidatos condenados por la Justicia.

Las grabaciones de Vizcarra fueron entregadas por el legislador Edgar Alarcón, presidente de la comisión que investiga el caso del exasesor.

"Se nota que hay una falta moral, el presidente no puede mentir", dijo a la prensa Alarcón, del partido centroizquierdista Unión Por el Perú, informó la agencia de noticias AFP.

No es el primer choque de Vizcarra con el Congreso. En septiembre de 2019 el mandatario disolvió constitucionalmente el Parlamento y convocó a nuevos comicios legislativos para superar otra crisis.

En tanto, el anterior Congreso peruano, dominado por el fujimorismo, intentó destituir al anterior mandatario Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), hasta forzarlo a renunciar. Fue sustituido por Vizcarra, quien era primer vicepresidente, en marzo de 2018.

La crisis estalla cuando Perú es uno de los países más afectados por la pandemia de Covid-19 en el mundo, con más de 710.000 contagios y 30.344 muertos.


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