Una bicicleta adaptada le permitiría a Marcela Jaques mejorar su calidad de vida. Con tal fin, y con la ayuda de su familia y amigos, organizó actividades y rifas para recaudar dinero. A pesar de eso le faltan $20 mil pesos para llegar al valor que de una bicicleta de $138 mil.
Cada persona con una discapacidad tiene sus propias fortalezas y para ella el ciclismo puede ser una oportunidad para desarrollarlas. Marcela es, además, una artista, pinta con los pies. Vende sus obras en Facebook y realiza trabajos a pedido. “Dibujo desde que era chica. Cuando quedé embarazada, entre las cosas de la casa y la nena, dejé de dibujar. Ahora que ella es grande y yo necesitaba despejarme, entonces una amiga me dijo de probar empezar a pintar de nuevo. Me regaló pintura. Mi mamá y mi hermana también. Así empecé a pintar otra vez”.
El ciclismo es un deporte abierto a las personas con discapacidades, en parte gracias a las personas que han ideado opciones inclusivas. En Argentina, los rodados diseñados para adaptarse a las necesidades de las personas con la misma discapacidad de Marcela son fabricados en la provincia de Tucumán.
“Allá se dedican a hacer bicicletas adaptadas para los chicos que tienen alguna discapacidad que les impida movilizarse por sí mismos. La bicicleta adaptada es para dos: una persona que hace de guía y un segundo pedal con movilidad. Es decir que ella me tiene que ayudar a hacer la fuerza”, dice su amiga Eva Lillo, parte fundamental y motor del movimiento solidario que busca recaudar fondos con un fin benéfico.
Se conocieron en la escuela a los seis años. Calculando la diferencia del tiempo, Eva toma conciencia y asume: “fue hace muchos años”. Para ella, la idea de la bicicleta es, además, una excusa para compartir un tiempo más juntas: “Y como yo estoy en el atletismo hace mucho surgió esta idea para que vaya conmigo y salga de la casa. Me gustaría que ella me pueda acompañar en algún momento”.
Marcela contó en JornadaPlay que desde que empezaron a movilizarse por la bicicleta descubrieron que hay gente muy solidaria que la ayudó mucho y eso le permite seguir soñando: “Nunca anduve en bicicleta. Va a ser un día especial”.
Para colaborar con su historia, en la gente se puede comunicar con Marcela o su amiga Eva Lillo en su página Facebook y ayudarla cumplir su sueño.
Una bicicleta adaptada le permitiría a Marcela Jaques mejorar su calidad de vida. Con tal fin, y con la ayuda de su familia y amigos, organizó actividades y rifas para recaudar dinero. A pesar de eso le faltan $20 mil pesos para llegar al valor que de una bicicleta de $138 mil.
Cada persona con una discapacidad tiene sus propias fortalezas y para ella el ciclismo puede ser una oportunidad para desarrollarlas. Marcela es, además, una artista, pinta con los pies. Vende sus obras en Facebook y realiza trabajos a pedido. “Dibujo desde que era chica. Cuando quedé embarazada, entre las cosas de la casa y la nena, dejé de dibujar. Ahora que ella es grande y yo necesitaba despejarme, entonces una amiga me dijo de probar empezar a pintar de nuevo. Me regaló pintura. Mi mamá y mi hermana también. Así empecé a pintar otra vez”.
El ciclismo es un deporte abierto a las personas con discapacidades, en parte gracias a las personas que han ideado opciones inclusivas. En Argentina, los rodados diseñados para adaptarse a las necesidades de las personas con la misma discapacidad de Marcela son fabricados en la provincia de Tucumán.
“Allá se dedican a hacer bicicletas adaptadas para los chicos que tienen alguna discapacidad que les impida movilizarse por sí mismos. La bicicleta adaptada es para dos: una persona que hace de guía y un segundo pedal con movilidad. Es decir que ella me tiene que ayudar a hacer la fuerza”, dice su amiga Eva Lillo, parte fundamental y motor del movimiento solidario que busca recaudar fondos con un fin benéfico.
Se conocieron en la escuela a los seis años. Calculando la diferencia del tiempo, Eva toma conciencia y asume: “fue hace muchos años”. Para ella, la idea de la bicicleta es, además, una excusa para compartir un tiempo más juntas: “Y como yo estoy en el atletismo hace mucho surgió esta idea para que vaya conmigo y salga de la casa. Me gustaría que ella me pueda acompañar en algún momento”.
Marcela contó en JornadaPlay que desde que empezaron a movilizarse por la bicicleta descubrieron que hay gente muy solidaria que la ayudó mucho y eso le permite seguir soñando: “Nunca anduve en bicicleta. Va a ser un día especial”.
Para colaborar con su historia, en la gente se puede comunicar con Marcela o su amiga Eva Lillo en su página Facebook y ayudarla cumplir su sueño.