Darío James: “Me metí en política porque me daban bronca algunas cosas que pasaban”

“Soy políticamente incorrecto”. La frase define al intendente, que en su primera experiencia en política dice lo que siente. Y también lo que hizo en el pequeño e histórico municipio. Reivindica a los trabajadores municipales, habla de los de la Provincia y les pide a todos un poquito de esfuerzo.

07 FEB 2021 - 20:39 | Actualizado

Por Carlos Guajardo / Especial para Jornada

Para mí todo fue nuevo, fue todo aprender. Y extremadamente difícil. Es la primera vez que participo en política. No fui militante siquiera. Y cuando yo estaba afuera veía las cosas que pasaban en el pueblo y ahí uno empieza a tomar dimensión de lo que pasa en provincia, en Nación. Y veía muchas cosas que pasaban que me daban mucha bronca.

Por ejemplo, yo trabajé 30 años en la Cooperativa Eléctrica de Gaiman. Es la única de la provincia de Chubut que está bien económicamente, que trabaja con nuevas tecnologías, no le debe absolutamente a nadie. Y me decía siempre cómo puede ser que, si los usuarios de la Cooperativa son los mismos contribuyentes de la localidad, una empresa esté bien y la Municipalidad esté tan mal.

“Estallado”

Siempre digo que uno tiene que predicar pero con fundamentos. Y tiene que involucrarse. Acepté estar acá con un objetivo: demostrar que se pueden cambiar las cosas. Se pueden manejar de otra forma. Y Dios me dio la posibilidad de ganar las elecciones. Encontré un municipio “estallado” cómo me dijo el anterior intendente. Estallado en lo económico, en lo institucional, en maquinarias. En todas las áreas había un problema.

Sentí que lo que yo pensaba se podía hacer en Gaiman. Y lo pude lograr. Con mucho esfuerzo porque fue una tormenta muy grande. Tenía todos los condimentos para que sea una gestión muy dura, pero yo sabía que lo iba a poder lograr y lo logramos.

¿Cómo lo hicimos? Siendo ordenados y previsibles. Teniendo muchos cuidados con los recursos. Apretar donde había que apretar. Tomando en la mayoría de los casos decisiones políticamente incorrectas.

Es decir, no gustan las decisiones que a veces tomo, pero no me quedan otras.

El 94 por ciento de las veces tuve que decir “no”. Tener los objetivos claros: cuál es el verdadero sentido del municipio. En el caso de Gaiman, distribución de agua, gas, recolección de residuos, cloacas, servicios sanitarios básicos. Y a todos. No a unos pocos por un voto.

No al asistencialismo

Le tuve que decir que no al asistencialismo. Muchos estaban acostumbrados a venir a pedir absolutamente todo. Nosotros tomamos una decisión de ver como podíamos asistir a la gente que necesita con alguna contraprestación.

En algunos casos la gente lo acepta, pero la mayoría, no. Y no la ves nunca más. La mayoría estaba acostumbrada a que le den todo y eso no puede ser. Hay que poner el cuero duro y darle para adelante. El único compromiso que tengo es con el pueblo de Gaiman. Y con mi partido, la UCR al que le tengo que agradecer porque desde el primer día les dije que aceptaba, pero sin ningún condicionamiento y así lo hicimos.

Nosotros teníamos un 30 por ciento de recaudación cuando ingresé. Y estando en tiempo de pandemia y con un 40 por ciento menos de coparticipación llegamos a lograr un 51. Es decir, tuvimos un 21 por ciento más. ¿Y esto por qué es?. Porque la gente sabe perfectamente que cuando abre la canilla tiene el agua, cuando saca su basura sabe que la van a recoger.

Primero llamamos a la gente que más tiene y que puede pagar. Todos entendieron y los que no, fuimos por otra vía. En realidad, esto se saca entre todos, acá no hay milagros. La gente tiene que pagar y nosotros cuidar el peso. Y más que si fuese mío. Es la única forma de hacer gestión.

A la Compañía de Riego todavía le falta todo. Lo único que hicimos que fue algo enorme e histórico fue la normalización. Hubo muchos años de abandono total. En los últimos no se le dio importancia. Estaba intervenida pero no tenía interventor. Estaba a la deriva. Lo único que tenía era un gerente que no decidía nada. Nosotros nunca recibimos la plata que nos correspondía. Y ese fue el principio del fin. No se pagaba a la gente, no se hacían los aportes, no se podía hacer mantenimiento de los canales. Se hacía lo que se podía.

Y se llegó a la situación en que está totalmente destruida. Pero con muchas ganas de salir adelante. El mismo espíritu que tuvieron los galeses hoy en día lo tienen los productores. Se pusieron la mochila en la última asamblea en la que se decidió que se hará un Consejo Directivo en manos de los productores y ellos tomaron las riendas, aún sabiendo que es un salvavidas de plomo, pero todos tomaron la responsabilidad. Yo nunca pude entender como había intendentes que miraban para un costado cuando la compañía de riego es vital. Si no hay agua, estamos muy mal.

No voy a hacer futurología sobre mi persona en lo político. Lo único que digo ahora es que estoy en un maratón tres ciudades. En este momento estoy en la Bajada Mangini. Estoy a 35 kilómetros de Rawson. Hoy estoy muy concentrado en esto. Si me preguntan hoy que voy a hacer dentro de 3 años les digo que vuelvo a la Cooperativa Eléctrica nuevamente. Pero bueno. Dentro de 3 años vemos. Esto es muy desgastante. Es de lunes a lunes y tampoco tengo salud para derrochar.

Voy a cumplir 51 años en unos días. Tengo mellizas, gracias a Dios. Y también tengo el cuerpo muy cascoteado. Tuve dos problemas de salud muy graves a los 14 años y a los 24 nuevamente (esa enfermedad que mete miedo solo con el nombre). Y eso deja grandes surcos que son difíciles de cerrar. Pero tengo una energía impresionante. Y eso me hace seguir.

La Cooperativa de Gaiman es mi primera casa. Estamos trabajando en conjunto para el cambio de las líneas troncales de agua porque ya no va más. Está todo totalmente viejo. Tenemos que hacer un proyecto para llevar a Buenos Aires al ENOHSA y estamos trabajando en el proyecto para llevar a Nación. Somos muy solidarios entre nosotros.

Acá si no nos ponemos firmes, si no nos ponemos a trabajar en serio, sin depender del Estado estamos “al horno”. A mí me da mucha bronca eso. No tengo ningún compromiso con el gobernador ni con nadie. Sinceramente es grave que la gente no cobre por tres meses. Pero están cobrando y no están trabajando.

La Municipalidad de Gaiman, teniendo sus empleados el sueldo más bajo (porque realmente tienen el sueldo más bajo que los empleados de la provincia) no saben de pandemia porque trabajaron todo el año. Y con mucho esfuerzo para sacar el municipio adelante.

Acá hay un equipo de trabajo, empleados, gabinete. Cuando asumí se les debían dos masas salariales y un medio aguinaldo. Y les dije aquí hay que poner el hombro y lo hicieron. El año pasado les di el 20 por ciento de aumento porque se lo merecen. Y este año en febrero un 11 por ciento más para cubrir la inflación. Antes de junio un 10 por ciento más. Quiero que tengan un sueldo por lo menos digno. Acá tengo personal con sueldos por debajo de la línea de pobreza.

La única forma es que cada uno ponga un poquito. Porque si nos quedamos en nuestras casas esperando que llegue el sueldo no vamos a salir nunca. No es políticamente correcto lo que digo. Pero es lo que pienso.

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07 FEB 2021 - 20:39

Por Carlos Guajardo / Especial para Jornada

Para mí todo fue nuevo, fue todo aprender. Y extremadamente difícil. Es la primera vez que participo en política. No fui militante siquiera. Y cuando yo estaba afuera veía las cosas que pasaban en el pueblo y ahí uno empieza a tomar dimensión de lo que pasa en provincia, en Nación. Y veía muchas cosas que pasaban que me daban mucha bronca.

Por ejemplo, yo trabajé 30 años en la Cooperativa Eléctrica de Gaiman. Es la única de la provincia de Chubut que está bien económicamente, que trabaja con nuevas tecnologías, no le debe absolutamente a nadie. Y me decía siempre cómo puede ser que, si los usuarios de la Cooperativa son los mismos contribuyentes de la localidad, una empresa esté bien y la Municipalidad esté tan mal.

“Estallado”

Siempre digo que uno tiene que predicar pero con fundamentos. Y tiene que involucrarse. Acepté estar acá con un objetivo: demostrar que se pueden cambiar las cosas. Se pueden manejar de otra forma. Y Dios me dio la posibilidad de ganar las elecciones. Encontré un municipio “estallado” cómo me dijo el anterior intendente. Estallado en lo económico, en lo institucional, en maquinarias. En todas las áreas había un problema.

Sentí que lo que yo pensaba se podía hacer en Gaiman. Y lo pude lograr. Con mucho esfuerzo porque fue una tormenta muy grande. Tenía todos los condimentos para que sea una gestión muy dura, pero yo sabía que lo iba a poder lograr y lo logramos.

¿Cómo lo hicimos? Siendo ordenados y previsibles. Teniendo muchos cuidados con los recursos. Apretar donde había que apretar. Tomando en la mayoría de los casos decisiones políticamente incorrectas.

Es decir, no gustan las decisiones que a veces tomo, pero no me quedan otras.

El 94 por ciento de las veces tuve que decir “no”. Tener los objetivos claros: cuál es el verdadero sentido del municipio. En el caso de Gaiman, distribución de agua, gas, recolección de residuos, cloacas, servicios sanitarios básicos. Y a todos. No a unos pocos por un voto.

No al asistencialismo

Le tuve que decir que no al asistencialismo. Muchos estaban acostumbrados a venir a pedir absolutamente todo. Nosotros tomamos una decisión de ver como podíamos asistir a la gente que necesita con alguna contraprestación.

En algunos casos la gente lo acepta, pero la mayoría, no. Y no la ves nunca más. La mayoría estaba acostumbrada a que le den todo y eso no puede ser. Hay que poner el cuero duro y darle para adelante. El único compromiso que tengo es con el pueblo de Gaiman. Y con mi partido, la UCR al que le tengo que agradecer porque desde el primer día les dije que aceptaba, pero sin ningún condicionamiento y así lo hicimos.

Nosotros teníamos un 30 por ciento de recaudación cuando ingresé. Y estando en tiempo de pandemia y con un 40 por ciento menos de coparticipación llegamos a lograr un 51. Es decir, tuvimos un 21 por ciento más. ¿Y esto por qué es?. Porque la gente sabe perfectamente que cuando abre la canilla tiene el agua, cuando saca su basura sabe que la van a recoger.

Primero llamamos a la gente que más tiene y que puede pagar. Todos entendieron y los que no, fuimos por otra vía. En realidad, esto se saca entre todos, acá no hay milagros. La gente tiene que pagar y nosotros cuidar el peso. Y más que si fuese mío. Es la única forma de hacer gestión.

A la Compañía de Riego todavía le falta todo. Lo único que hicimos que fue algo enorme e histórico fue la normalización. Hubo muchos años de abandono total. En los últimos no se le dio importancia. Estaba intervenida pero no tenía interventor. Estaba a la deriva. Lo único que tenía era un gerente que no decidía nada. Nosotros nunca recibimos la plata que nos correspondía. Y ese fue el principio del fin. No se pagaba a la gente, no se hacían los aportes, no se podía hacer mantenimiento de los canales. Se hacía lo que se podía.

Y se llegó a la situación en que está totalmente destruida. Pero con muchas ganas de salir adelante. El mismo espíritu que tuvieron los galeses hoy en día lo tienen los productores. Se pusieron la mochila en la última asamblea en la que se decidió que se hará un Consejo Directivo en manos de los productores y ellos tomaron las riendas, aún sabiendo que es un salvavidas de plomo, pero todos tomaron la responsabilidad. Yo nunca pude entender como había intendentes que miraban para un costado cuando la compañía de riego es vital. Si no hay agua, estamos muy mal.

No voy a hacer futurología sobre mi persona en lo político. Lo único que digo ahora es que estoy en un maratón tres ciudades. En este momento estoy en la Bajada Mangini. Estoy a 35 kilómetros de Rawson. Hoy estoy muy concentrado en esto. Si me preguntan hoy que voy a hacer dentro de 3 años les digo que vuelvo a la Cooperativa Eléctrica nuevamente. Pero bueno. Dentro de 3 años vemos. Esto es muy desgastante. Es de lunes a lunes y tampoco tengo salud para derrochar.

Voy a cumplir 51 años en unos días. Tengo mellizas, gracias a Dios. Y también tengo el cuerpo muy cascoteado. Tuve dos problemas de salud muy graves a los 14 años y a los 24 nuevamente (esa enfermedad que mete miedo solo con el nombre). Y eso deja grandes surcos que son difíciles de cerrar. Pero tengo una energía impresionante. Y eso me hace seguir.

La Cooperativa de Gaiman es mi primera casa. Estamos trabajando en conjunto para el cambio de las líneas troncales de agua porque ya no va más. Está todo totalmente viejo. Tenemos que hacer un proyecto para llevar a Buenos Aires al ENOHSA y estamos trabajando en el proyecto para llevar a Nación. Somos muy solidarios entre nosotros.

Acá si no nos ponemos firmes, si no nos ponemos a trabajar en serio, sin depender del Estado estamos “al horno”. A mí me da mucha bronca eso. No tengo ningún compromiso con el gobernador ni con nadie. Sinceramente es grave que la gente no cobre por tres meses. Pero están cobrando y no están trabajando.

La Municipalidad de Gaiman, teniendo sus empleados el sueldo más bajo (porque realmente tienen el sueldo más bajo que los empleados de la provincia) no saben de pandemia porque trabajaron todo el año. Y con mucho esfuerzo para sacar el municipio adelante.

Acá hay un equipo de trabajo, empleados, gabinete. Cuando asumí se les debían dos masas salariales y un medio aguinaldo. Y les dije aquí hay que poner el hombro y lo hicieron. El año pasado les di el 20 por ciento de aumento porque se lo merecen. Y este año en febrero un 11 por ciento más para cubrir la inflación. Antes de junio un 10 por ciento más. Quiero que tengan un sueldo por lo menos digno. Acá tengo personal con sueldos por debajo de la línea de pobreza.

La única forma es que cada uno ponga un poquito. Porque si nos quedamos en nuestras casas esperando que llegue el sueldo no vamos a salir nunca. No es políticamente correcto lo que digo. Pero es lo que pienso.


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