Un libro pone en duda el fallo judicial sobre la contaminación de Aluar en Madryn

El exmédico laboral de la firma, que denunció a sus principales ejecutivos en 2012, critica la decisión del entonces juez Castro y del fiscal Báez, que pidió el sobreseimiento. “Escribí el libro para aclarar cómo sucedieron las cosas y para restablecer mi credibilidad profesional”, explicó.

22 FEB 2021 - 21:02 | Actualizado

El Dr. Hugo Trovant fue durante muchos años médico laboral de la firma Aluar en su planta de Puerto Madryn. Recibido en la Universidad Nacional de Rosario, en 1985 se trasladó a la ciudad portuaria, en donde se dedicó a la actividad privada como especialista en Clínica Médica.

Especialista también en Medicina Laboral, en 1990 ingresó como médico de planta de Aluar, desempeñándose en ese puesto durante 21 años.

Su caso tomó estado público luego de una grave denuncia que realizó contra la firma luego de ser despedido, a fines de la década pasada. Su denuncia llegó a la Justicia y poco después de ser abierta y llevada adelante por el fiscal Daniel Báez, fue cerrada luego de que la Fiscalía pidiera el sobreseimiento de todos los implicados, una medida avalada por el entonces juez Gustavo Castro.

Brea

Ahora, Trovant vuelve al ruedo con la edición del libro “Aluar, brea, exposición riesgosa”, que ya se puede comprar en diversas librerías de Chubut y cuya recaudación será donada al Hospital “Andrés Ísola” de Puerto Madryn, según cuenta su autor en el libro.

Según Trovant, Aluar lo despidió “por las razones que se esgrimen en este libro. Mis declaraciones acerca de la exposición a cancerígenos motivan la intervención de la Fiscalía, quien luego de una minuciosa investigación imputa a los principales responsables de la empresa. Después de un tiempo, el juez sobreseyó a los imputados en un fallo plagado de irregularidades. Las pruebas de lo injusto del fallo están en este libro”, agrega el autor.

Ayer, Trovant concedió una entrevista a Cadena Tiempo:

-¿Hace cuánto se editó el libro?

-Lo fui escribiendo de a poco, recabando material y salió hace un par de semanas a la venta.

-¿Con qué resultados?

-El resultado fue muy bueno, se ha vendido muy bien, teniendo en cuenta que lo que se recauda se dona al Hospital, a través de la Asociación de Amigos. Hubo una muy buena respuesta sobre todo en Madryn y espero que en Trelew también.

-¿Por qué escribió el libro?

-La decisión de escribir el libro es para aclarar cómo sucedieron las cosas. Y en lo personal restablecer mi credibilidad profesional tras la campaña difamatoria que la empresa y su agente, el Diario El Chubut, instalaron. En el libro analizó los comienzos corruptos de Aluar, el tema de la exposición a sustancias cancerígenas que la empresa sometió a los trabajadores por más de 30 años, aportando pruebas concretas y entendibles de que se incumplió la legislación y normas de seguridad. También analizo el papel de la prensa independiente, como Jornada, y lo silenciado por El Chubut, además de la actuación de fiscalía y el juez.

Sensible

-Cuando se habla de cáncer es un tema muy sensible para cualquier comunidad...

-Hice lo que cualquier persona de bien tiene que hacer. Luché para cambiar la situación mientras estuve adentro. Desde el 96 que venía hablando de esto. Pero solamente escuchaba explicaciones mentirosas del jefe de Control Ambiental y de Higiene y Seguridad con respecto a las condiciones de trabajo, sobre todo del sector de Moliendas.

Presente una nota oficial en 2006 al jefe para constancia de mis reclamos. Sin embargo, tampoco obtuve una respuesta favorable. Los cancerígenos que había en el sector de moliendas o descarga y transporte, provienen de la brea. Una sustancia de hidrocarburos aromáticos policíclicos que son cancerígenos para el humano, y están de acuerdo todas las agencias internacionales. Había una persona llamada Jorge Zavatti, en aquel momento jefe de Control Ambiental. Me decía siempre que estaba bien. Otro método es investigar cuánto cancerígeno ingresó en el cuerpo del trabajador, que es medir en orina un metabolito de la brea. Ese el método biológico, que no se había realizado porque Aluar no denuncio que trabaja con sustancia cancerígenas y la ART no lo obligaba a hacer análisis. En un momento pude realizar esos análisis como debían hacerse y los resultados fueron catastróficos.

-Siempre se dijo que aquellos trabajadores volvían con la ropa contaminada a su casa...

-Justamente, era una de las cosas que no cumplía Aluar con la ley. Cuando se trabaja con estas sustancias las empresas deben proveer de ropa limpia y el trabajador esa ropa usada debe dejarla y la empresa, lavarla. Obviamente, se incumplió con eso.

-¿Usted dice que los empleados podrían haber contaminado a sus familiares?

-Exactamente. Estas sustancias, al ir los operarios con la ropa sucia y lavarse con la de la familia, exponían al grupo familiar. Esto puede pasar a la placenta y hasta puede producir lesiones en el feto en caso de una embarazada.

-¿Y qué datos hay de los empleados que se jubilaron de la planta en cuestión?

-Fue el punto de ruptura de mi relación con Aluar. La empresa fue lentamente haciendo las cosas que no había hecho. Cambiaron, hicieron un lavadero, un vestuario distinto en un lugar para el refrigerio. Varios cambios. Estas sustancias, por ejemplo, si estás trabajando hasta hoy y te jubilás y después de tantos años, podes tener un cáncer antes o puede aparecer el cáncer hasta diez años después. Fue el motivo de mi ruptura. Le dije al gerente de Relaciones Industriales que teníamos que citar a los jubilados e investigar si desarrollaron algún cáncer motivado por la exposición. Ahí le pedí que lo hablara con el director industrial. Le dije que lo teníamos que hacer por obligación y la respuesta fue: no. A los pocos días me despidieron.

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22 FEB 2021 - 21:02

El Dr. Hugo Trovant fue durante muchos años médico laboral de la firma Aluar en su planta de Puerto Madryn. Recibido en la Universidad Nacional de Rosario, en 1985 se trasladó a la ciudad portuaria, en donde se dedicó a la actividad privada como especialista en Clínica Médica.

Especialista también en Medicina Laboral, en 1990 ingresó como médico de planta de Aluar, desempeñándose en ese puesto durante 21 años.

Su caso tomó estado público luego de una grave denuncia que realizó contra la firma luego de ser despedido, a fines de la década pasada. Su denuncia llegó a la Justicia y poco después de ser abierta y llevada adelante por el fiscal Daniel Báez, fue cerrada luego de que la Fiscalía pidiera el sobreseimiento de todos los implicados, una medida avalada por el entonces juez Gustavo Castro.

Brea

Ahora, Trovant vuelve al ruedo con la edición del libro “Aluar, brea, exposición riesgosa”, que ya se puede comprar en diversas librerías de Chubut y cuya recaudación será donada al Hospital “Andrés Ísola” de Puerto Madryn, según cuenta su autor en el libro.

Según Trovant, Aluar lo despidió “por las razones que se esgrimen en este libro. Mis declaraciones acerca de la exposición a cancerígenos motivan la intervención de la Fiscalía, quien luego de una minuciosa investigación imputa a los principales responsables de la empresa. Después de un tiempo, el juez sobreseyó a los imputados en un fallo plagado de irregularidades. Las pruebas de lo injusto del fallo están en este libro”, agrega el autor.

Ayer, Trovant concedió una entrevista a Cadena Tiempo:

-¿Hace cuánto se editó el libro?

-Lo fui escribiendo de a poco, recabando material y salió hace un par de semanas a la venta.

-¿Con qué resultados?

-El resultado fue muy bueno, se ha vendido muy bien, teniendo en cuenta que lo que se recauda se dona al Hospital, a través de la Asociación de Amigos. Hubo una muy buena respuesta sobre todo en Madryn y espero que en Trelew también.

-¿Por qué escribió el libro?

-La decisión de escribir el libro es para aclarar cómo sucedieron las cosas. Y en lo personal restablecer mi credibilidad profesional tras la campaña difamatoria que la empresa y su agente, el Diario El Chubut, instalaron. En el libro analizó los comienzos corruptos de Aluar, el tema de la exposición a sustancias cancerígenas que la empresa sometió a los trabajadores por más de 30 años, aportando pruebas concretas y entendibles de que se incumplió la legislación y normas de seguridad. También analizo el papel de la prensa independiente, como Jornada, y lo silenciado por El Chubut, además de la actuación de fiscalía y el juez.

Sensible

-Cuando se habla de cáncer es un tema muy sensible para cualquier comunidad...

-Hice lo que cualquier persona de bien tiene que hacer. Luché para cambiar la situación mientras estuve adentro. Desde el 96 que venía hablando de esto. Pero solamente escuchaba explicaciones mentirosas del jefe de Control Ambiental y de Higiene y Seguridad con respecto a las condiciones de trabajo, sobre todo del sector de Moliendas.

Presente una nota oficial en 2006 al jefe para constancia de mis reclamos. Sin embargo, tampoco obtuve una respuesta favorable. Los cancerígenos que había en el sector de moliendas o descarga y transporte, provienen de la brea. Una sustancia de hidrocarburos aromáticos policíclicos que son cancerígenos para el humano, y están de acuerdo todas las agencias internacionales. Había una persona llamada Jorge Zavatti, en aquel momento jefe de Control Ambiental. Me decía siempre que estaba bien. Otro método es investigar cuánto cancerígeno ingresó en el cuerpo del trabajador, que es medir en orina un metabolito de la brea. Ese el método biológico, que no se había realizado porque Aluar no denuncio que trabaja con sustancia cancerígenas y la ART no lo obligaba a hacer análisis. En un momento pude realizar esos análisis como debían hacerse y los resultados fueron catastróficos.

-Siempre se dijo que aquellos trabajadores volvían con la ropa contaminada a su casa...

-Justamente, era una de las cosas que no cumplía Aluar con la ley. Cuando se trabaja con estas sustancias las empresas deben proveer de ropa limpia y el trabajador esa ropa usada debe dejarla y la empresa, lavarla. Obviamente, se incumplió con eso.

-¿Usted dice que los empleados podrían haber contaminado a sus familiares?

-Exactamente. Estas sustancias, al ir los operarios con la ropa sucia y lavarse con la de la familia, exponían al grupo familiar. Esto puede pasar a la placenta y hasta puede producir lesiones en el feto en caso de una embarazada.

-¿Y qué datos hay de los empleados que se jubilaron de la planta en cuestión?

-Fue el punto de ruptura de mi relación con Aluar. La empresa fue lentamente haciendo las cosas que no había hecho. Cambiaron, hicieron un lavadero, un vestuario distinto en un lugar para el refrigerio. Varios cambios. Estas sustancias, por ejemplo, si estás trabajando hasta hoy y te jubilás y después de tantos años, podes tener un cáncer antes o puede aparecer el cáncer hasta diez años después. Fue el motivo de mi ruptura. Le dije al gerente de Relaciones Industriales que teníamos que citar a los jubilados e investigar si desarrollaron algún cáncer motivado por la exposición. Ahí le pedí que lo hablara con el director industrial. Le dije que lo teníamos que hacer por obligación y la respuesta fue: no. A los pocos días me despidieron.


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