Archivaron las investigaciones por incendio de confitería en La Hoya por ausencia de pruebas

Conforme al escenario que no deja elementos suficientes para una imputación, quien provocó el incendio de la Confitería de la Hoya fue una persona o grupo de personas, que entre las 7:30 y las 8:10 subieron por el arroyo, a oscuras, sin linternas, sin dejar huellas y sin ser vistos por nadie.

El incendio de la confitería de La Hoya sucedió el 23 de julio de 2018.
08 MAY 2021 - 20:30 | Actualizado

La fiscal María Bottini, y el funcionario Martín Robertson, resolvieron archivar las actuaciones relacionadas con la investigación del incendio de la Confitería “La Piedra” en el centro de esquí La Hoya, ocurrido el 23 de julio de 2018, alrededor de las 7:30 horas de la mañana, ocasionandola destrucción total de la estructura.

El informe de archivo indica que la última persona que pasó por la confitería previo al incendio fue un maquinista, entre las 7:20 y las 7:30 de la mañana. Este dijo que “como la noche estaba serena y la máquina de frente tiene buena iluminación, me doy cuenta si alguien caminó o transitó por el lugar, hasta huellas de liebres me doy cuenta si hay, pero esa noche no vi nada, tampoco vi luces de linterna ni nada que me llamara la atención”. En reiteradas oportunidades manifestó que no vio nada que le llamara la atención, ni personas, ni luces, ni vehículos.

Por otro lado, las primeras personas que advirtieron el fuego se encontraban subiendo por la aerosilla 1, para comenzar la jornada laboral, y cuando pasaban entre la torre 6 y 7 vieron un resplandor proveniente de la confitería. Hay imágenes capturadas en el teléfono celular de uno de ellos, aportadas a la investigación.

La tercera persona en llegar fue el entonces jefe de pista. Se descargaron dos matafuegos. Pero, para ese momento el fuego ya estaba fuera de control, razón por la cual, los maquinistas se abocaron a realizar una contención de nieve para cubrir el zeppelín de gas, así como también proteger el cable de la silla cuádruple.

Al día siguiente del incendio, fue al lugar el perito de incendios, Sucomisario Guillermo José Konig, quien luego de entrevistar a los empleados que estuvieron momentos previos y posteriores al incendio, realizó la correspondiente pericia, en la cual se tomaron muestras del piso cerca del fogón donde los tres testigos, manifestaron que se había originado el fuego.

En la mencionada pericia, el subcomisario indicó manchas de derrames de líquido acelerante. En forma posterior, el 1º de agosto de 2018, la Policía Científica de Esquel hizo un hisopado sobre los lugares donde se encontraban los rastros de acelerante, más precisamente del sector lindante al fogón, que es el lugar donde se originó el siniestro.

Presencia de gasoil

El estudio toxicológico de las muestras recolectadas, en los lugares donde el perito indicó que se veían manchas de acelerantes, del piso de la confitería, se realizó en el Laboratorio de Investigación Forense del Ministerio Público Fiscal de Comodoro Rivadavia, el 24 de agosto de 2018.

En dicho examen se detectó en dos muestras, compatibilidad con hidrocarburos, más, precisamente gasoil. Por otro lado, y a efectos de reforzar la línea de investigación, el 10 de diciembre de 2018 se realizó otra pericia a cargo de la Policía Federal Argentina. En la misma también se encontraron restos de hidrocarburos compatibles con gasoil.

Por otra parte, se solicitó el reporte de las antenas de telefonía celular, para saber si alguna persona momentos previos al incendio efectuó alguna llamada telefónica desde el CAM La Hoya. Del reporte no surgieron elementos de interés que puedan indicar la presencia de alguna persona distinta de las que se encontraban en el cerro.

Dos pericias

Puntualizó la Fiscalía que el informe concluye en que existen dos pericias, que indican la presencia de acelerante en el sector donde se inició el fuego. Sin embargo, de todas las entrevistas que se hicieron en el marco del Legajo, no ha surgido ningún indicio, siquiera lejano, que permita individualizar a persona alguna. Resulta de suma importancia lo manifestado por la última persona que -sostuvo la fiscal Bottini-, pasó por la confitería antes de que se prenda fuego, y lo manifestado por las primeras dos que advirtieron el incendio.

Mauricio Cea, pasó por la confitería entre 7:20 y 7:30 de la mañana del 23 de julio de 2018. En Ese momento no vio nada y manifestó que cualquier huella se hubiera visto, y por otro lado, cuando llegó al estacionamiento no vio ningún vehículo excepto el del sereno y el de Cabrera cuando bajaba.

Es decir de acuerdo a lo dictaminado por el perito König, aproximadamente a las 7:30 del 23 de julio de 2018, intrusos ingresaron a la confitería y generaron el foco inicial de incendio.

Sin ser vistos

Conforme este escenario, quien provocó el incendio de la Confitería de la Hoya fue una persona o grupo de personas, que entre las 7:30 y las 8:10 subieron por el arroyo, a oscuras, sin linternas, sin dejar huellas y sin ser vistos por nadie.

Rompieron los vidrios, entraron a la confitería, vertieron gasoil frente al fogón, lo encendieron y bajaron por el arroyo antes de las 8:10, de la misma forma que subieron, es decir, a oscuras, sin linternas, sin dejar huellas y sin ser vistos. O bien subir por la montaña a oscuras sin ser vistos.

Conforme las pruebas realizadas en el legajo –analizaron los funcionarios-, no hay elemento alguno que permita sostener la hipótesis antes mencionada, ya que en los momentos previos y posteriores al hecho, no se vio ninguna persona ajena al CAM La Hoya, ninguna huella, ningún auto extraño y ni siquiera ninguna llamada telefónica distinta de los llamados efectuados por los empleados del cerro una vez detectado el incendio.

“Frente a este cuadro, considero que no existen elementos suficientes como para formular una imputación en los términos del art. 274 del C.P.P., por lo que dispongo el archivo de las presentes actuaciones, temperamento provisorio que permitirá que se reabra la investigación en caso de adjuntarse nuevos elementos que así lo ameriten (art. 271 del C.P.P.)”, concluyó María Bottini junto al Dr. Robertson.

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El incendio de la confitería de La Hoya sucedió el 23 de julio de 2018.
08 MAY 2021 - 20:30

La fiscal María Bottini, y el funcionario Martín Robertson, resolvieron archivar las actuaciones relacionadas con la investigación del incendio de la Confitería “La Piedra” en el centro de esquí La Hoya, ocurrido el 23 de julio de 2018, alrededor de las 7:30 horas de la mañana, ocasionandola destrucción total de la estructura.

El informe de archivo indica que la última persona que pasó por la confitería previo al incendio fue un maquinista, entre las 7:20 y las 7:30 de la mañana. Este dijo que “como la noche estaba serena y la máquina de frente tiene buena iluminación, me doy cuenta si alguien caminó o transitó por el lugar, hasta huellas de liebres me doy cuenta si hay, pero esa noche no vi nada, tampoco vi luces de linterna ni nada que me llamara la atención”. En reiteradas oportunidades manifestó que no vio nada que le llamara la atención, ni personas, ni luces, ni vehículos.

Por otro lado, las primeras personas que advirtieron el fuego se encontraban subiendo por la aerosilla 1, para comenzar la jornada laboral, y cuando pasaban entre la torre 6 y 7 vieron un resplandor proveniente de la confitería. Hay imágenes capturadas en el teléfono celular de uno de ellos, aportadas a la investigación.

La tercera persona en llegar fue el entonces jefe de pista. Se descargaron dos matafuegos. Pero, para ese momento el fuego ya estaba fuera de control, razón por la cual, los maquinistas se abocaron a realizar una contención de nieve para cubrir el zeppelín de gas, así como también proteger el cable de la silla cuádruple.

Al día siguiente del incendio, fue al lugar el perito de incendios, Sucomisario Guillermo José Konig, quien luego de entrevistar a los empleados que estuvieron momentos previos y posteriores al incendio, realizó la correspondiente pericia, en la cual se tomaron muestras del piso cerca del fogón donde los tres testigos, manifestaron que se había originado el fuego.

En la mencionada pericia, el subcomisario indicó manchas de derrames de líquido acelerante. En forma posterior, el 1º de agosto de 2018, la Policía Científica de Esquel hizo un hisopado sobre los lugares donde se encontraban los rastros de acelerante, más precisamente del sector lindante al fogón, que es el lugar donde se originó el siniestro.

Presencia de gasoil

El estudio toxicológico de las muestras recolectadas, en los lugares donde el perito indicó que se veían manchas de acelerantes, del piso de la confitería, se realizó en el Laboratorio de Investigación Forense del Ministerio Público Fiscal de Comodoro Rivadavia, el 24 de agosto de 2018.

En dicho examen se detectó en dos muestras, compatibilidad con hidrocarburos, más, precisamente gasoil. Por otro lado, y a efectos de reforzar la línea de investigación, el 10 de diciembre de 2018 se realizó otra pericia a cargo de la Policía Federal Argentina. En la misma también se encontraron restos de hidrocarburos compatibles con gasoil.

Por otra parte, se solicitó el reporte de las antenas de telefonía celular, para saber si alguna persona momentos previos al incendio efectuó alguna llamada telefónica desde el CAM La Hoya. Del reporte no surgieron elementos de interés que puedan indicar la presencia de alguna persona distinta de las que se encontraban en el cerro.

Dos pericias

Puntualizó la Fiscalía que el informe concluye en que existen dos pericias, que indican la presencia de acelerante en el sector donde se inició el fuego. Sin embargo, de todas las entrevistas que se hicieron en el marco del Legajo, no ha surgido ningún indicio, siquiera lejano, que permita individualizar a persona alguna. Resulta de suma importancia lo manifestado por la última persona que -sostuvo la fiscal Bottini-, pasó por la confitería antes de que se prenda fuego, y lo manifestado por las primeras dos que advirtieron el incendio.

Mauricio Cea, pasó por la confitería entre 7:20 y 7:30 de la mañana del 23 de julio de 2018. En Ese momento no vio nada y manifestó que cualquier huella se hubiera visto, y por otro lado, cuando llegó al estacionamiento no vio ningún vehículo excepto el del sereno y el de Cabrera cuando bajaba.

Es decir de acuerdo a lo dictaminado por el perito König, aproximadamente a las 7:30 del 23 de julio de 2018, intrusos ingresaron a la confitería y generaron el foco inicial de incendio.

Sin ser vistos

Conforme este escenario, quien provocó el incendio de la Confitería de la Hoya fue una persona o grupo de personas, que entre las 7:30 y las 8:10 subieron por el arroyo, a oscuras, sin linternas, sin dejar huellas y sin ser vistos por nadie.

Rompieron los vidrios, entraron a la confitería, vertieron gasoil frente al fogón, lo encendieron y bajaron por el arroyo antes de las 8:10, de la misma forma que subieron, es decir, a oscuras, sin linternas, sin dejar huellas y sin ser vistos. O bien subir por la montaña a oscuras sin ser vistos.

Conforme las pruebas realizadas en el legajo –analizaron los funcionarios-, no hay elemento alguno que permita sostener la hipótesis antes mencionada, ya que en los momentos previos y posteriores al hecho, no se vio ninguna persona ajena al CAM La Hoya, ninguna huella, ningún auto extraño y ni siquiera ninguna llamada telefónica distinta de los llamados efectuados por los empleados del cerro una vez detectado el incendio.

“Frente a este cuadro, considero que no existen elementos suficientes como para formular una imputación en los términos del art. 274 del C.P.P., por lo que dispongo el archivo de las presentes actuaciones, temperamento provisorio que permitirá que se reabra la investigación en caso de adjuntarse nuevos elementos que así lo ameriten (art. 271 del C.P.P.)”, concluyó María Bottini junto al Dr. Robertson.


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