Falleció Jaime Albistro, reconocido entrenador de tenis y squash

Se conoció hoy la triste noticia del fallecimiento del entrenador de tenis y squash del Club Centenario de Trelew, Jaime Albistro, quien partió a los 65 años producto de una enfermedad.

11 JUN 2021 - 21:48 | Actualizado

Uno más. Ya vamos perdiendo la cuenta en el último tiempo. Esta vez no fue el Covid pero el deporte del Valle sufrió una gran pérdida con la ida del "grande" de Jaime Albistro. Esa sonrisa que etiquetaba tu cara será inolvidable, "Jaimito". Bonachón, buena onda, inolvidable contador de anécdotas y gran amigos de sus amigos.

Cuantos pibes y grandes agarraron la raqueta y no la soltaron nunca más gracias a vos.

Creativo, siempre con la palabra justa y dispuesto a darle una clase de tenis o squash a quien la desee. Dejó una huella imborrable en sus más de cuarenta años de laburo, aunque para él no lo fuera porque disfrutaba a pleno cada día de enseñanza. Uno de sus legados, su hijo Diego, un jugador de squash de enorme categoría y seguramente su mayor orgullo.

Para la familia del Club Centenario ya nada será lo mismo, se fue el "alma mater", el hombre que siempre andaba de buen humor. Un volante revulsivo, lo catalogaría un entrenador de fútbol. "Tenía un revés exquisito" recuerdo uno de los entrañables amigos que le dejó el tenis. Pasó por varios clubes donde todos los recordarán por su don de gente, buen humor y respeto por todos.

Hasta siempre, Jaimito! QEPD!

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11 JUN 2021 - 21:48

Uno más. Ya vamos perdiendo la cuenta en el último tiempo. Esta vez no fue el Covid pero el deporte del Valle sufrió una gran pérdida con la ida del "grande" de Jaime Albistro. Esa sonrisa que etiquetaba tu cara será inolvidable, "Jaimito". Bonachón, buena onda, inolvidable contador de anécdotas y gran amigos de sus amigos.

Cuantos pibes y grandes agarraron la raqueta y no la soltaron nunca más gracias a vos.

Creativo, siempre con la palabra justa y dispuesto a darle una clase de tenis o squash a quien la desee. Dejó una huella imborrable en sus más de cuarenta años de laburo, aunque para él no lo fuera porque disfrutaba a pleno cada día de enseñanza. Uno de sus legados, su hijo Diego, un jugador de squash de enorme categoría y seguramente su mayor orgullo.

Para la familia del Club Centenario ya nada será lo mismo, se fue el "alma mater", el hombre que siempre andaba de buen humor. Un volante revulsivo, lo catalogaría un entrenador de fútbol. "Tenía un revés exquisito" recuerdo uno de los entrañables amigos que le dejó el tenis. Pasó por varios clubes donde todos los recordarán por su don de gente, buen humor y respeto por todos.

Hasta siempre, Jaimito! QEPD!


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