La resolución del caso que mantiene atención mundial se espera para esta misma noche o madrugada de Argentina cuando el jugador se enfrente en una audiencia decisiva al juez Anthony Kelly en un tribunal del estado de Victoria.
El diario deportivo serbio Blic, citando fuentes fronterizas australianas, informó que "a una persona cuya visa haya sido revocada se le puede prohibir por un período de tres años que se le emita incluso una visa temporal", lo que impediría la presencia de "Nole" en el primer Grand Slam del año hasta 2025.
Djokovic espera el pronunciamiento judicial para poder ingresar a Australia, luego de apelar la cancelación de su visa por no estar inoculado contra el coronavirus.
De conocida posición contraria a la vacuna, viajó a Melbourne para disputar el primer Grand Slam del año tras conseguir una "exención médica" por haber contraído Covid-19 en diciembre pasado, según plantearon sus abogados en el expediente.
Sin embargo, al aterrizar el miércoles en la ciudad del estado de Victoria, quedó retenido por el personal de Migraciones del Aeropuerto Internacional Tullamarine debido a un problema con su visado.
Agentes de la Fuerza Fronteriza de Australia (ABF) lo escoltaron hasta una oficina de la estación aérea, donde el tenista fue interrogado durante 8 horas sin acceso a su teléfono celular, denunciaron sus defensores.
El incidente se convirtió en un escándalo diplomático cuando el presidente serbio Aleksandar Vucic acusó a las autoridades australianas de "maltrato" y de ejercer una "caza política".
El primer ministro australiano Scott Morrison aclaró que Djokovic no aportó evidencia de tener la vacunación completa ni justificación para estar eximido de ella. "Las reglas son las reglas, especialmente cuando se trata de nuestras fronteras. Nadie está por encima de las reglas", advirtió.
Desde el jueves pasado, grupos de aficionados se congregan en el Park Hotel de Melbourne para pedir la liberación del tenista. El establecimiento, usado como centro de cuarentena durante el año pasado, también alberga detenidos que fueron trasladados desde las islas de Manus y Naur.
También se produjeron manifestaciones en Belgrado, capital de Serbia, organizadas por la familia del tenista. Su padre Srdjan Djokovic lo comparó con Jesucristo y consideró que Novak "está siendo crucificado".
Djokovic, de 34 años, acudió a Australia después de anunciar que había conseguido un permiso sanitario para jugar el Abierto en busca de su décimo título y de batir el récord de 20 Grand Slams que ahora comparte con el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal.
En el pasado, el número 1 del ranking ATP hizo pública su oposición a la vacuna contra el coronavirus y se negó repetidamente a confirmar si se había inoculado por considerarlo un acto de reserva personal.
El Abierto de Australia exige que todos sus participantes deben estar vacunados o disponer de una exención otorgada por dos comités de expertos independientes.
Australia rechazó la revisión de permisos a jugadores
El director de la Federación de Tenis de Australia, Craig Tiley, reveló que el gobierno federal del país se negó a revisar los pedidos de exención sanitaria gestionados por tenistas no vacunados para participar del primer Grand Slam del año.
Tiley consideró que el escándalo en torno al número uno del mundo, Novak Djokovic, que permanece retenido desde el miércoles en esa ciudad, se produjo por un "conflicto de asesoramiento estatal y federal".
En declaraciones al periódico The Age, el director admitió que suponía que la autorización de ingreso era un asunto del estado de Victoria, al que pertenece la ciudad sede del Abierto de Australia.
"Tennis Australia y el gobierno de Victoria otorgaron un puñado de exenciones para que los jugadores no vacunados ingresen al Open. El proceso se basó en las pautas del organismo asesor máximo de vacunas de la Commonwealth", dijo Tiley.
No obstante, la dirigencia del tenis australiano, según su declaración, le pidió al gobierno federal en dos ocasiones en noviembre que examinara cada exención para asegurarse que los jugadores fueran aceptados por los funcionarios federales en la frontera.
"Ellos se negaron. Les preguntamos si podían evaluar nuestras decisiones. Les dijimos que íbamos a necesitar ayuda para asegurarnos de estar haciendo lo correcto. Hoy estaríamos en una situación diferente", lamentó.
El jefe de tenis australiano quedó bajo presión de explicar por qué aconsejó a los jugadores que podían obtener una exención basada en una infección reciente de Covid-19 después de que el ministro de Salud federal, Greg Hunt, le escribiera a fines de noviembre diciendo que ese no era un criterio válido.
Tiley aseguró que en esa carta el funcionario federal especificó que "las exenciones de vacunación quedarán a discreción del estado" y que el director de salud de Victoria, Brett Sutton, le afirmó que la infección previa era un motivo suficiente para aplicar.
"Quedamos atrapados en un conflicto de consejos estatales y federales contradictorios", lamentó.
La resolución del caso que mantiene atención mundial se espera para esta misma noche o madrugada de Argentina cuando el jugador se enfrente en una audiencia decisiva al juez Anthony Kelly en un tribunal del estado de Victoria.
El diario deportivo serbio Blic, citando fuentes fronterizas australianas, informó que "a una persona cuya visa haya sido revocada se le puede prohibir por un período de tres años que se le emita incluso una visa temporal", lo que impediría la presencia de "Nole" en el primer Grand Slam del año hasta 2025.
Djokovic espera el pronunciamiento judicial para poder ingresar a Australia, luego de apelar la cancelación de su visa por no estar inoculado contra el coronavirus.
De conocida posición contraria a la vacuna, viajó a Melbourne para disputar el primer Grand Slam del año tras conseguir una "exención médica" por haber contraído Covid-19 en diciembre pasado, según plantearon sus abogados en el expediente.
Sin embargo, al aterrizar el miércoles en la ciudad del estado de Victoria, quedó retenido por el personal de Migraciones del Aeropuerto Internacional Tullamarine debido a un problema con su visado.
Agentes de la Fuerza Fronteriza de Australia (ABF) lo escoltaron hasta una oficina de la estación aérea, donde el tenista fue interrogado durante 8 horas sin acceso a su teléfono celular, denunciaron sus defensores.
El incidente se convirtió en un escándalo diplomático cuando el presidente serbio Aleksandar Vucic acusó a las autoridades australianas de "maltrato" y de ejercer una "caza política".
El primer ministro australiano Scott Morrison aclaró que Djokovic no aportó evidencia de tener la vacunación completa ni justificación para estar eximido de ella. "Las reglas son las reglas, especialmente cuando se trata de nuestras fronteras. Nadie está por encima de las reglas", advirtió.
Desde el jueves pasado, grupos de aficionados se congregan en el Park Hotel de Melbourne para pedir la liberación del tenista. El establecimiento, usado como centro de cuarentena durante el año pasado, también alberga detenidos que fueron trasladados desde las islas de Manus y Naur.
También se produjeron manifestaciones en Belgrado, capital de Serbia, organizadas por la familia del tenista. Su padre Srdjan Djokovic lo comparó con Jesucristo y consideró que Novak "está siendo crucificado".
Djokovic, de 34 años, acudió a Australia después de anunciar que había conseguido un permiso sanitario para jugar el Abierto en busca de su décimo título y de batir el récord de 20 Grand Slams que ahora comparte con el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal.
En el pasado, el número 1 del ranking ATP hizo pública su oposición a la vacuna contra el coronavirus y se negó repetidamente a confirmar si se había inoculado por considerarlo un acto de reserva personal.
El Abierto de Australia exige que todos sus participantes deben estar vacunados o disponer de una exención otorgada por dos comités de expertos independientes.
Australia rechazó la revisión de permisos a jugadores
El director de la Federación de Tenis de Australia, Craig Tiley, reveló que el gobierno federal del país se negó a revisar los pedidos de exención sanitaria gestionados por tenistas no vacunados para participar del primer Grand Slam del año.
Tiley consideró que el escándalo en torno al número uno del mundo, Novak Djokovic, que permanece retenido desde el miércoles en esa ciudad, se produjo por un "conflicto de asesoramiento estatal y federal".
En declaraciones al periódico The Age, el director admitió que suponía que la autorización de ingreso era un asunto del estado de Victoria, al que pertenece la ciudad sede del Abierto de Australia.
"Tennis Australia y el gobierno de Victoria otorgaron un puñado de exenciones para que los jugadores no vacunados ingresen al Open. El proceso se basó en las pautas del organismo asesor máximo de vacunas de la Commonwealth", dijo Tiley.
No obstante, la dirigencia del tenis australiano, según su declaración, le pidió al gobierno federal en dos ocasiones en noviembre que examinara cada exención para asegurarse que los jugadores fueran aceptados por los funcionarios federales en la frontera.
"Ellos se negaron. Les preguntamos si podían evaluar nuestras decisiones. Les dijimos que íbamos a necesitar ayuda para asegurarnos de estar haciendo lo correcto. Hoy estaríamos en una situación diferente", lamentó.
El jefe de tenis australiano quedó bajo presión de explicar por qué aconsejó a los jugadores que podían obtener una exención basada en una infección reciente de Covid-19 después de que el ministro de Salud federal, Greg Hunt, le escribiera a fines de noviembre diciendo que ese no era un criterio válido.
Tiley aseguró que en esa carta el funcionario federal especificó que "las exenciones de vacunación quedarán a discreción del estado" y que el director de salud de Victoria, Brett Sutton, le afirmó que la infección previa era un motivo suficiente para aplicar.
"Quedamos atrapados en un conflicto de consejos estatales y federales contradictorios", lamentó.