La economía china creció 8,1% en 2021, aunque con signos de desaceleración

El Producto Bruto Interno (PBI) de China creció un 8,1% durante 2021, por encima de las metas gubernamentales, aunque comenzó a registrar una desaceleración en el último trimestre, según informó hoy la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) de ese país.

17 ENE 2022 - 11:27 | Actualizado

La cifra del 8,1% superó las metas del Gobierno, que desde principios del año pasado preveía un crecimiento de “más del 6%”, aunque la ONE advirtió que la economía de China enfrenta una “triple presión” a partir de la “contracción en la demanda, los problemas en el abastecimiento y la baja en las expectativas” mientras el frente externo se encuentra dominado por la “incertidumbre”.

Si bien la expansión es la más acelerada en una década y superó a la de 2020 en donde China fue una de las pocas economías en expandirse con un 2,2%, la segunda potencia comenzó a mostrar signos de desaceleración en el ultimo trimestre donde solo creció un 4%, por debajo del 4,9% del tercer trimestre y el 7,9% del segundo.

China durante el segundo semestre sufrió diversos rebrotes de Covid-19 en los cuales el Gobierno, a través de una política de “cero tolerancia”, estableció estrictos cierres focalizados para contener el virus, que afectaron a la economía, especialmente en el consumo interno, el cual se ralentizo durante diciembre ultimo.

Los problemas con el virus continuaron al comenzar este año con la nueva variante Ómicron, confinando a la ciudad portuaria de Tianjin y realizando tests masivos en Beijing luego de registrarse los primeros casos, a semanas de realizarse los Juegos Olímpicos de Invierno en esta última ciudad.

Por su parte, debido a problemas de abastecimiento en el carbón, el encarecimiento de la energía y medidas para contener las emisiones, diversas industrias se vieron afectadas por cortes en el suministro eléctrico.

No obstante, solucionada esta última problemática, la producción industrial creció 4,3% anual en diciembre, más de lo que era previsto.

A estos factores se le suma la política del Gobierno chino para reducir la dependencia de la economía del mercado inmobiliario (el cual representa un 20% del PBI), reduciendo su financiamiento.

“El crecimiento económico claramente está bajo presión y los recientes brotes de ómicron en China exacerbaron el riesgo de una baja", manifestó a la agencia AFP Zhiwei Zhang, economista jefe de Pinpoint Asset Management.

Con miras a enfrentar la ralentización, el Banco Popular de China (el banco central de ese país) dispuso hoy la primera reducción en las tasas de interés desde abril de 2020 por 10 puntos básicos, que se suma a otras políticas de estimulo que comenzó a implementar en los últimos meses como una reducción en los encajes bancarios.

La decisión contrasta con las políticas que comenzaron a adoptar otros bancos centrales como la Reserva Federal estadounidense (FED), los cuales, frente a la inflación comenzaron a endurecer sus políticas monetarias.

Mientras China continúa con una posición externa robusta (las exportaciones crecieron en diciembre un 20,9% anual y el superávit en la balanza fue récord), la reducción en la tasa buscará inyectar más dinero a la economía local en donde el gasto de los consumidores continua por debajo del nivel pre-pandemia.

“El consumo continúa siendo la mayor debilidad en el crecimiento chino en este momento y lo seguirá siendo por gran parte de este año”, indicó a la agencia Bloomberg Louis Kuijis, de Oxford Economics.

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17 ENE 2022 - 11:27

La cifra del 8,1% superó las metas del Gobierno, que desde principios del año pasado preveía un crecimiento de “más del 6%”, aunque la ONE advirtió que la economía de China enfrenta una “triple presión” a partir de la “contracción en la demanda, los problemas en el abastecimiento y la baja en las expectativas” mientras el frente externo se encuentra dominado por la “incertidumbre”.

Si bien la expansión es la más acelerada en una década y superó a la de 2020 en donde China fue una de las pocas economías en expandirse con un 2,2%, la segunda potencia comenzó a mostrar signos de desaceleración en el ultimo trimestre donde solo creció un 4%, por debajo del 4,9% del tercer trimestre y el 7,9% del segundo.

China durante el segundo semestre sufrió diversos rebrotes de Covid-19 en los cuales el Gobierno, a través de una política de “cero tolerancia”, estableció estrictos cierres focalizados para contener el virus, que afectaron a la economía, especialmente en el consumo interno, el cual se ralentizo durante diciembre ultimo.

Los problemas con el virus continuaron al comenzar este año con la nueva variante Ómicron, confinando a la ciudad portuaria de Tianjin y realizando tests masivos en Beijing luego de registrarse los primeros casos, a semanas de realizarse los Juegos Olímpicos de Invierno en esta última ciudad.

Por su parte, debido a problemas de abastecimiento en el carbón, el encarecimiento de la energía y medidas para contener las emisiones, diversas industrias se vieron afectadas por cortes en el suministro eléctrico.

No obstante, solucionada esta última problemática, la producción industrial creció 4,3% anual en diciembre, más de lo que era previsto.

A estos factores se le suma la política del Gobierno chino para reducir la dependencia de la economía del mercado inmobiliario (el cual representa un 20% del PBI), reduciendo su financiamiento.

“El crecimiento económico claramente está bajo presión y los recientes brotes de ómicron en China exacerbaron el riesgo de una baja", manifestó a la agencia AFP Zhiwei Zhang, economista jefe de Pinpoint Asset Management.

Con miras a enfrentar la ralentización, el Banco Popular de China (el banco central de ese país) dispuso hoy la primera reducción en las tasas de interés desde abril de 2020 por 10 puntos básicos, que se suma a otras políticas de estimulo que comenzó a implementar en los últimos meses como una reducción en los encajes bancarios.

La decisión contrasta con las políticas que comenzaron a adoptar otros bancos centrales como la Reserva Federal estadounidense (FED), los cuales, frente a la inflación comenzaron a endurecer sus políticas monetarias.

Mientras China continúa con una posición externa robusta (las exportaciones crecieron en diciembre un 20,9% anual y el superávit en la balanza fue récord), la reducción en la tasa buscará inyectar más dinero a la economía local en donde el gasto de los consumidores continua por debajo del nivel pre-pandemia.

“El consumo continúa siendo la mayor debilidad en el crecimiento chino en este momento y lo seguirá siendo por gran parte de este año”, indicó a la agencia Bloomberg Louis Kuijis, de Oxford Economics.


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