Editorial / Una ayuda de Nación, la fábula de las moscas y el acuerdo docente en ciernes

Leé La Columna del Domingo, la tradicional editorial de la edición dominical de Jornada, con la mejor información política de Chubut.

El gobernador durante la recorrida de reparaciones en una escuela de cara al inicio de las clases.
19 FEB 2022 - 21:01 | Actualizado

El encuentre se realizó hace pocos días en un coqueto departamento de la Avenida Libertador en la Ciudad de Buenos Aires. De un lado de la mesa estuvieron el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa; el ministro del Interior, Wado De Pedro; el de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; el expresidente del bloque de diputados nacionales del Frente de Todos, Máximo Kirchner; y el jefe de Gabinete de la Provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, entre otros. Del otro, Juan Pablo Luque, intendente de Comodoro Rivadavia, y Ricardo Sastre, vicegobernador, que llegaron junto a algunos intendentes y funcionarios chubutenses.

El encuentro fue absolutamente distendido y hasta un poco desordenado por la cantidad de participantes. Pero los chubutenses salieron de la reunión con una mezcla de satisfacción y asombro: en el Gobierno nacional y en las altas esferas del Frente de Todos cambiaron la mirada de preocupación que ponían cuando hablaban de Chubut, por un gesto de compromiso y oferta de ayuda para empezar a solucionar los principales problemas de la agenda. En vez de preguntarles “¿qué van a hacer?”, como lo venían haciendo en los últimos años, esta vez coincidieron en decirles: “¿Qué necesitan?”.

Ordenar y reconstruir

Hace varias semanas que desde esta misma Columna se viene aportando información sobre ese cambio de postura de la Casa Rosada con Chubut. A un año y medio del próximo turno electoral, la estrategia es empezar a reconstruir el vínculo con la gente en los distritos en los que le fue muy mal en las elecciones legislativas de hace tres meses. Es una buena señal, termine como termine la historia.

Por supuesto, el apoyo no es incondicional. Pero lo que pidieron a cambio resulta inédito en términos políticos. Aunque saben que el gobernador Mariano Arcioni no es peronista ni nunca lo será, y que no todos los sectores peronistas o panperonistas “son lo mismo”, lo que pretenden los popes del Frente de Todos es que el PJ de Chubut no se convierta en el verdugo del actual gobierno provincial, que es con lo que se relamen algunos dirigentes locales de Juntos por el Cambio y medios de comunicación afines.

Como en la fábula de las moscas de Esopo, la angurria por la miel que tienen algunos dirigentes de la oposición les puede jugar una mala pasada. Si la troupe macrista y larretista vernácula cree que el camino hacia 2023 está asfaltado y será todo ganancia, se equivocan. No vaya a ser que a la hora de las definiciones -como en la fábula de Esopo-, en medio de la gula, a las moscas les cueste sacar las patas de la miel y fenezcan en la víspera sin poder volar.

Garantes

Lo que quieren en la Casa Rosada es que el peronismo garantice la gobernabilidad que permita llegar a 2023 con una Provincia ordenada. Sólo así el PJ podría estar condiciones de convencer al electorado que la entrada a la etapa de cambios profundos que hay que hacer podría ser de la mano del peronismo, que con sus errores y aciertos siempre ha sido un gran protagonista de los grandes (y verdaderos) cambios.

En esa línea, lo que los dirigentes chubutenses pidieron es apoyo político y económico para dos temas centrales: uno de corto plazo, como lo es el inicio de clases, al que consideran un aspecto importante para empezar a ordenar socialmente a Chubut después de casi tres años sin los chicos en las escuelas. Y otro de mediano y largo plazo que cada vez ocupa más la agenda de la dirigencia local y nacional: la infraestructura energética. Sin energía no habrá futuro, repiten los que saben.

En medio de la reunión del otro día, una llamada al secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, terminó por redondear el pedido del Gobierno nacional para que Chubut apure el listado de proyectos energéticos que son esenciales para poner a la Provincia en marcha.

Se viene el acuerdo

El comienzo de clases en todos los distritos del país es un tema que desvela al Gobierno nacional. En este sentido, se especula que esta misma semana habrá un acuerdo con los gremios docentes y se cerrará una paritaria nacional para la primera parte del año en torno al 20%.

Con estos números, los más optimistas confiaban este fin de semana que la posibilidad de un acuerdo en Chubut está cerca. No con todos los gremios, porque ya se sabe que la ATECh experimenta un giro hacia el “conflicto permanente” con su nueva dirigencia de la Lista Violeta (cercana al Movimiento Socialista de los Trabajadores –MST-), pero sí con el Sitraed, AMET y UDA.

Los que conocen por dentro la discusión paritaria con los docentes aseguran que el número final estará por encima de la paritaria nacional, e incluirá un compromiso de rediscutir un aumento en junio. También aseguran que fue clave que los gremios decidieran saltar las excesivas dilaciones que caracterizan al ministro de Gobierno, Cristian Ayala, y acercarse al Gobierno por otros medios. Si el acuerdo se firma esta semana será un logro del gobernador y de algunos negociadores que desde afuera del Gobierno acercaron a las partes sin más interés que aportar a un clima de paz social que se necesita como el agua en Chubut.

Arrancar el año con los chicos en el aula es clave. Menos palabras y definiciones vacías en los medios y más acción. De eso también se trata la política.#

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El gobernador durante la recorrida de reparaciones en una escuela de cara al inicio de las clases.
19 FEB 2022 - 21:01

El encuentre se realizó hace pocos días en un coqueto departamento de la Avenida Libertador en la Ciudad de Buenos Aires. De un lado de la mesa estuvieron el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa; el ministro del Interior, Wado De Pedro; el de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; el expresidente del bloque de diputados nacionales del Frente de Todos, Máximo Kirchner; y el jefe de Gabinete de la Provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, entre otros. Del otro, Juan Pablo Luque, intendente de Comodoro Rivadavia, y Ricardo Sastre, vicegobernador, que llegaron junto a algunos intendentes y funcionarios chubutenses.

El encuentro fue absolutamente distendido y hasta un poco desordenado por la cantidad de participantes. Pero los chubutenses salieron de la reunión con una mezcla de satisfacción y asombro: en el Gobierno nacional y en las altas esferas del Frente de Todos cambiaron la mirada de preocupación que ponían cuando hablaban de Chubut, por un gesto de compromiso y oferta de ayuda para empezar a solucionar los principales problemas de la agenda. En vez de preguntarles “¿qué van a hacer?”, como lo venían haciendo en los últimos años, esta vez coincidieron en decirles: “¿Qué necesitan?”.

Ordenar y reconstruir

Hace varias semanas que desde esta misma Columna se viene aportando información sobre ese cambio de postura de la Casa Rosada con Chubut. A un año y medio del próximo turno electoral, la estrategia es empezar a reconstruir el vínculo con la gente en los distritos en los que le fue muy mal en las elecciones legislativas de hace tres meses. Es una buena señal, termine como termine la historia.

Por supuesto, el apoyo no es incondicional. Pero lo que pidieron a cambio resulta inédito en términos políticos. Aunque saben que el gobernador Mariano Arcioni no es peronista ni nunca lo será, y que no todos los sectores peronistas o panperonistas “son lo mismo”, lo que pretenden los popes del Frente de Todos es que el PJ de Chubut no se convierta en el verdugo del actual gobierno provincial, que es con lo que se relamen algunos dirigentes locales de Juntos por el Cambio y medios de comunicación afines.

Como en la fábula de las moscas de Esopo, la angurria por la miel que tienen algunos dirigentes de la oposición les puede jugar una mala pasada. Si la troupe macrista y larretista vernácula cree que el camino hacia 2023 está asfaltado y será todo ganancia, se equivocan. No vaya a ser que a la hora de las definiciones -como en la fábula de Esopo-, en medio de la gula, a las moscas les cueste sacar las patas de la miel y fenezcan en la víspera sin poder volar.

Garantes

Lo que quieren en la Casa Rosada es que el peronismo garantice la gobernabilidad que permita llegar a 2023 con una Provincia ordenada. Sólo así el PJ podría estar condiciones de convencer al electorado que la entrada a la etapa de cambios profundos que hay que hacer podría ser de la mano del peronismo, que con sus errores y aciertos siempre ha sido un gran protagonista de los grandes (y verdaderos) cambios.

En esa línea, lo que los dirigentes chubutenses pidieron es apoyo político y económico para dos temas centrales: uno de corto plazo, como lo es el inicio de clases, al que consideran un aspecto importante para empezar a ordenar socialmente a Chubut después de casi tres años sin los chicos en las escuelas. Y otro de mediano y largo plazo que cada vez ocupa más la agenda de la dirigencia local y nacional: la infraestructura energética. Sin energía no habrá futuro, repiten los que saben.

En medio de la reunión del otro día, una llamada al secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, terminó por redondear el pedido del Gobierno nacional para que Chubut apure el listado de proyectos energéticos que son esenciales para poner a la Provincia en marcha.

Se viene el acuerdo

El comienzo de clases en todos los distritos del país es un tema que desvela al Gobierno nacional. En este sentido, se especula que esta misma semana habrá un acuerdo con los gremios docentes y se cerrará una paritaria nacional para la primera parte del año en torno al 20%.

Con estos números, los más optimistas confiaban este fin de semana que la posibilidad de un acuerdo en Chubut está cerca. No con todos los gremios, porque ya se sabe que la ATECh experimenta un giro hacia el “conflicto permanente” con su nueva dirigencia de la Lista Violeta (cercana al Movimiento Socialista de los Trabajadores –MST-), pero sí con el Sitraed, AMET y UDA.

Los que conocen por dentro la discusión paritaria con los docentes aseguran que el número final estará por encima de la paritaria nacional, e incluirá un compromiso de rediscutir un aumento en junio. También aseguran que fue clave que los gremios decidieran saltar las excesivas dilaciones que caracterizan al ministro de Gobierno, Cristian Ayala, y acercarse al Gobierno por otros medios. Si el acuerdo se firma esta semana será un logro del gobernador y de algunos negociadores que desde afuera del Gobierno acercaron a las partes sin más interés que aportar a un clima de paz social que se necesita como el agua en Chubut.

Arrancar el año con los chicos en el aula es clave. Menos palabras y definiciones vacías en los medios y más acción. De eso también se trata la política.#


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