“Esta causa para mí es una espada de Damocles”

Pablo Pugh y su última declaración en el caso de los exámenes truchos.

Pugh espera la sentencia final.
14 JUN 2022 - 21:03 | Actualizado 14 JUN 2022 - 21:11

Por Rolando Tobarez / @rtobarez

A la espera de que hoy se conozca el fallo, el abogado de Trelew Pablo Pugh lamentó el “daño institucional y personal” que le generó la acusación de haber falseado exámenes en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Nacional de la Patagonia “San Juan Bosco”. E insistió con que el fraude fue una maniobra pensada no para ocultarla sino para ser descubierta de modo de poder imputarlo a él y a su grupo político.

En sus palabras finales ante el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia, Pugh advirtió que el testimonio de las denunciantes Lidia Villarroel y Silvia Margusino es la única evidencia en su contra. Son las empleadas administrativas que advirtieron las irregularidades y que hicieron la denuncia. “Después de 7 años me llevan a esta situación tan penosa en lo particular y demostrativa del daño institucional que causó a la Facultad”, dijo.

El acusado subrayó que “las formas, el método y las palabras usadas en esa denuncia bajo ningún punto de vista pudieron haber sido suyas; ellas mismas dijeron que no sabían qué hacer en una situación así y lo primero que hicieron fue esconderlo y no mencionárselo a su jefe”. Pugh remarcó que en el texto de la denuncia “se nota fácilmente que la redactó o que colaboró el puño y la pluma de un abogado”.

“Sus testimonios son exactamente iguales y en el ejercicio de la profesión sabemos distinguir cuando un testigo está preparado, `peinado´ decimos en la jerga. No puede ser que recuerden exactamente cada episodio que relataron. Buscaban pura y exclusivamente inculparme a mí y a todo mi grupo político. Tras siete años se acordaban de esos casos particulares y no de otros”.

Nuevamente las vinculó con el fiscal federal Fernando Gélvez, uno de los profesores cuya firma se falsificó. “Junto con Alfredo Pérez Galimberti fueron hábiles declarantes para suplir cada particularidad que las dos testigos no desarrollaron”.

Pugh remarcó que no hay evidencia documental original sino sólo fotocopias. “Pongan especial atención en observar que a simple vista hay diferencia entre las firmas que yo hacía para enmendados o agregados en los libros de exámenes promocionales y en las supuestas firmas que me atribuyen sobre las copias que aparecieron luego”. Aseguró que estas últimas rúbricas no son suyas.
Detalles

El imputado explicó que en la Sede Trelew sólo se cargaban certificados analíticos provisionales en una computadora sin clave y de acceso libre. Eran simples archivos Word para cada alumno que se iba completando con las 32 materias. A este certificado lo firmaba el delegado o el secretario. En el caso fueron manipulados pero no hubo pericia informática que revelara en qué fecha.

“Pero este analítico -aclaró-estaba sujeto a la corroboración y congruencia con el analítico final que sí se subía al sistema de la UNPSJB, al cual para acceder se debía tener usuario y clave personal”. Esa data final sólo podía cargarla Villarroel. “Cuando se le hace la pregunta ella falazmente dice que cualquiera tenía acceso a esa carga. Pero ella hacía exclusivamente ese trabajo”.

Pugh insistió con que en el sistema codificado y final nunca hubo una carga a favor del alumno Facundo Vega, sólo en el certificado provisional. Y que por lo tanto nunca podría haber sido beneficiado. “Es evidente que hay una maniobra; no puedo decir cómo fue pergeñada pero sí sé del efecto que provocó”.

Aseguró que en realidad no se buscó ayudar a un alumno ya que ni hubo carga de analíticos, las actas volantes no se manipularon y no hay agregados sobre las actas de los libros. “La maniobra se hizo sólo para que estas señoras fueran útiles para que se descubra, porque era evidente que no pasaba ningún control y de hecho no lo pasó”.

Mala relación

El abogado llegó a Ciencias Jurídicas en un proceso de normalización ya que la Escuela Superior se convertía en Facultad. “Lamentablemente hubo que hacer un montón de recortes presupuestarios con los docentes porque no teníamos el presupuesto que le daban a la Escuela y las cuatro sedes debían manejarse solamente con ciertos docentes”.

“Cuando llegué la cantidad de docentes para las 32 materias estaba sobrepasada y como se quedaban sin trabajo hubo que acomodar talleres, capacitaciones, etcétera”. Estas decisiones “hicieron mella en la relación de la gente conmigo, y pudieron motivador situaciones como éstas”.

Pugh definió a la causa como “una espada de Damocles que hace años me trae un perjuicio enorme” y lamentó que de ser condenado no sólo le será difícil el ejercicio de la Abogacía sino que durante 6 años no podrá ocupar cargos públicos. Ahora la decisión la tienen los jueces federales Enrique Guzniroli, Mario Reynaldi y Luis Giménez. #

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Pugh espera la sentencia final.
14 JUN 2022 - 21:03

Por Rolando Tobarez / @rtobarez

A la espera de que hoy se conozca el fallo, el abogado de Trelew Pablo Pugh lamentó el “daño institucional y personal” que le generó la acusación de haber falseado exámenes en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Nacional de la Patagonia “San Juan Bosco”. E insistió con que el fraude fue una maniobra pensada no para ocultarla sino para ser descubierta de modo de poder imputarlo a él y a su grupo político.

En sus palabras finales ante el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia, Pugh advirtió que el testimonio de las denunciantes Lidia Villarroel y Silvia Margusino es la única evidencia en su contra. Son las empleadas administrativas que advirtieron las irregularidades y que hicieron la denuncia. “Después de 7 años me llevan a esta situación tan penosa en lo particular y demostrativa del daño institucional que causó a la Facultad”, dijo.

El acusado subrayó que “las formas, el método y las palabras usadas en esa denuncia bajo ningún punto de vista pudieron haber sido suyas; ellas mismas dijeron que no sabían qué hacer en una situación así y lo primero que hicieron fue esconderlo y no mencionárselo a su jefe”. Pugh remarcó que en el texto de la denuncia “se nota fácilmente que la redactó o que colaboró el puño y la pluma de un abogado”.

“Sus testimonios son exactamente iguales y en el ejercicio de la profesión sabemos distinguir cuando un testigo está preparado, `peinado´ decimos en la jerga. No puede ser que recuerden exactamente cada episodio que relataron. Buscaban pura y exclusivamente inculparme a mí y a todo mi grupo político. Tras siete años se acordaban de esos casos particulares y no de otros”.

Nuevamente las vinculó con el fiscal federal Fernando Gélvez, uno de los profesores cuya firma se falsificó. “Junto con Alfredo Pérez Galimberti fueron hábiles declarantes para suplir cada particularidad que las dos testigos no desarrollaron”.

Pugh remarcó que no hay evidencia documental original sino sólo fotocopias. “Pongan especial atención en observar que a simple vista hay diferencia entre las firmas que yo hacía para enmendados o agregados en los libros de exámenes promocionales y en las supuestas firmas que me atribuyen sobre las copias que aparecieron luego”. Aseguró que estas últimas rúbricas no son suyas.
Detalles

El imputado explicó que en la Sede Trelew sólo se cargaban certificados analíticos provisionales en una computadora sin clave y de acceso libre. Eran simples archivos Word para cada alumno que se iba completando con las 32 materias. A este certificado lo firmaba el delegado o el secretario. En el caso fueron manipulados pero no hubo pericia informática que revelara en qué fecha.

“Pero este analítico -aclaró-estaba sujeto a la corroboración y congruencia con el analítico final que sí se subía al sistema de la UNPSJB, al cual para acceder se debía tener usuario y clave personal”. Esa data final sólo podía cargarla Villarroel. “Cuando se le hace la pregunta ella falazmente dice que cualquiera tenía acceso a esa carga. Pero ella hacía exclusivamente ese trabajo”.

Pugh insistió con que en el sistema codificado y final nunca hubo una carga a favor del alumno Facundo Vega, sólo en el certificado provisional. Y que por lo tanto nunca podría haber sido beneficiado. “Es evidente que hay una maniobra; no puedo decir cómo fue pergeñada pero sí sé del efecto que provocó”.

Aseguró que en realidad no se buscó ayudar a un alumno ya que ni hubo carga de analíticos, las actas volantes no se manipularon y no hay agregados sobre las actas de los libros. “La maniobra se hizo sólo para que estas señoras fueran útiles para que se descubra, porque era evidente que no pasaba ningún control y de hecho no lo pasó”.

Mala relación

El abogado llegó a Ciencias Jurídicas en un proceso de normalización ya que la Escuela Superior se convertía en Facultad. “Lamentablemente hubo que hacer un montón de recortes presupuestarios con los docentes porque no teníamos el presupuesto que le daban a la Escuela y las cuatro sedes debían manejarse solamente con ciertos docentes”.

“Cuando llegué la cantidad de docentes para las 32 materias estaba sobrepasada y como se quedaban sin trabajo hubo que acomodar talleres, capacitaciones, etcétera”. Estas decisiones “hicieron mella en la relación de la gente conmigo, y pudieron motivador situaciones como éstas”.

Pugh definió a la causa como “una espada de Damocles que hace años me trae un perjuicio enorme” y lamentó que de ser condenado no sólo le será difícil el ejercicio de la Abogacía sino que durante 6 años no podrá ocupar cargos públicos. Ahora la decisión la tienen los jueces federales Enrique Guzniroli, Mario Reynaldi y Luis Giménez. #


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