La clave del día / Por amor

21 SEP 2022 - 21:00 | Actualizado 21 SEP 2022 - 21:02

Conmueve. Y emociona. Y si bien no son los únicos actos de amor al prójimo que invitan a creer en la humanidad, tan devaluada últimamente, son hechos que no pasan desapercibidos. Es que una agente del Servicio de Estadística del Hospital Zonal Esquel, y profesora de la Universidad del Chubut está luchando contra una dura enfermedad oncológica, un tratamiento agresivo que le provoca la caída de su cabello. Se llama Paola Fuentealba. Que la pelea, valientemente.

Con un coraje admirable y sabiendo que existen motivos para seguir existiendo en este mundo terrenal. Y uno de esos causales es el amor. Incondicional y fraternal. El de un beso o una caricia. O simplemente el de un abrazo entre amigos. Y esos amigos, cuatro para ser más precisos, decidieron acompañarla con el corazón abierto en este difícil proceso. No sólo estético por afuera; sino emocional y por adentro. Muy adentro. Y se raparon. ¿Por qué?. Porque la extrañan, porque la apoyan y porque la quieren. Nada más, ni nada menos que eso. Por amor. Motor inalterable que hace girar el mundo para que éste cambie de colores.

Y para que ello suceda, necesitamos más rapados. Que te esperan, siempre, con los brazos abiertos. Y cuando la mano viene cambiada y con las cartas cambiadas. Solidaridad pura.#

21 SEP 2022 - 21:00

Conmueve. Y emociona. Y si bien no son los únicos actos de amor al prójimo que invitan a creer en la humanidad, tan devaluada últimamente, son hechos que no pasan desapercibidos. Es que una agente del Servicio de Estadística del Hospital Zonal Esquel, y profesora de la Universidad del Chubut está luchando contra una dura enfermedad oncológica, un tratamiento agresivo que le provoca la caída de su cabello. Se llama Paola Fuentealba. Que la pelea, valientemente.

Con un coraje admirable y sabiendo que existen motivos para seguir existiendo en este mundo terrenal. Y uno de esos causales es el amor. Incondicional y fraternal. El de un beso o una caricia. O simplemente el de un abrazo entre amigos. Y esos amigos, cuatro para ser más precisos, decidieron acompañarla con el corazón abierto en este difícil proceso. No sólo estético por afuera; sino emocional y por adentro. Muy adentro. Y se raparon. ¿Por qué?. Porque la extrañan, porque la apoyan y porque la quieren. Nada más, ni nada menos que eso. Por amor. Motor inalterable que hace girar el mundo para que éste cambie de colores.

Y para que ello suceda, necesitamos más rapados. Que te esperan, siempre, con los brazos abiertos. Y cuando la mano viene cambiada y con las cartas cambiadas. Solidaridad pura.#


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