En una fastuosa ceremonia celebrada en Moscú, en la sala de San Jorge del Gran Palacio del Kremlin, Putin y los cuatro dirigentes de Lugansk, Donetsk, Jerson y Zaporiyia firmaron los documentos de anexión ante un público compuesto por miembros del Gobierno, diputados y senadores y parte de la élite política, antes de tomarse de la mano y corear al unísono "¡Rusia!" junto a la sala.
"Quiero decirle esto al régimen de Kiev y a sus amos en Occidente: los habitantes de Lugansk y Donetsk, Jerson y Zaporiyia se convierten en nuestros ciudadanos para siempre", afirmó en tono desafiante el mandatario ruso, quien señaló que "la gente votó por nuestro futuro común".
La anexión llega después de los referendos celebrados del 23 al 27 de septiembre en las regiones ocupadas de Donetsk y Lugansk, en el este, y Jerson y Zaporiyia en el sur, denunciados como "farsas" por Kiev y sus aliados.
El jefe del Kremlin insistió en que Rusia "no traicionará" la elección hecha por estos pueblos y les hará sentir el apoyo de todos los rusos, "de todas las repúblicas, provincias y regiones de nuestra patria grande", reportó la agencia de noticias Sputnik.
En la misma línea, pidió a las autoridades ucranianas respetar esta elección porque, a su juicio, "este es el único camino hacia la paz".
"Instamos al régimen de Kiev a cesar inmediatamente los disparos, todas las hostilidades y volver a la mesa de negociaciones", agregó en tono desafiante.
Sin embargo, poco después de que Moscú ratificara la anexión, el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, aseguró que su país "no negociará" con Rusia mientras "Putin sea presidente" y anunció que su Gobierno firmará una solicitud de adhesión acelerada a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
"Adoptamos una medida decisiva al firmar la candidatura de Ucrania con vistas a una adhesión acelerada a la OTAN", dijo en un video difundido en las redes sociales.
La adhesión de Ucrania a la alianza militar requiere el consenso de sus Estados miembro, alertó hoy el secretario general del organismo, Jens Stoltenberg, que calificó de "ilegal e ilegítima" la adhesión firmada por Putin.
Zelenski convocó, además, a una reunión de urgencia de su Consejo de Seguridad, mientras que sus aliados occidentales destacaron la "ilegalidad" de la anexión y reiteraron su apoyo a Kiev.
El presidente estadounidense, Joe Biden, tildó de "fraudulenta" la declaración de anexión de Rusia y anunció nuevas sanciones "duras" contra funcionarios rusos y la industria de defensa rusa.
La Casa Blanca anunció, asimismo, que los aliados del G7 están de acuerdo en sancionar a "cualquier país, individuo o entidad" que respalde el intento del Kremlin de anexarse estas cuatro regiones ucranianas, consignó la agencia de noticias AFP.
La Unión Europea (UE), por su parte, condenó "de forma inequívoca" esta "anexión ilegal", que considera una "violación flagrante" de los derechos de Ucrania.
"No reconocemos y nunca reconoceremos los referendos ilegales que Rusia ha diseñado como pretexto para esta nueva violación de la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania", señalaron los líderes del bloque en un comunicado divulgado por el Consejo Europeo.
También la primera ministra británica, Liz Truss, afirmó hoy que el Reino Unido "nunca aceptará" las anexiones.
En tanto, hoy el Consejo de Seguridad de la ONU deberá pronunciarse sobre una resolución de condena a los referendos que, sin embargo, no prosperará por el poder de veto de Rusia en este organismo.
En un paso previo a la incorporación, Putin firmó anoche varios decretos reconociendo "la soberanía de Estado y la independencia" de Jerson y Zaporiyia.
En febrero, poco antes de la invasión a Ucrania, el presidente ya había reconocido la independencia de las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y Donetsk, controladas por separatistas prorrusos desde 2014.
El procedimiento se asemeja al aplicado en 2014 para la anexión de Crimea, una península en el sur de Ucrania, no reconocida por la comunidad internacional ni tampoco por la Argentina.
La incorporación de estos territorios a Rusia se aceleró después de la exitosa contraofensiva lanzada por las tropas ucranianas, que también llevaron a Putin a movilizar a cientos de miles de reservistas.
Varios responsables y comentaristas rusos afirmaron que, cuando estas zonas hayan sido anexadas, Moscú podrá utilizar armas nucleares para "defenderlas".
Las cuatro provincias son contiguas, y crean un corredor ininterrumpido que va de Rusia hasta Crimea, lo que permitiría una mejor defensa de esta península donde Moscú tiene anclada su flota del mar Negro.
Los separatistas y el Ejército ruso controlan casi toda Lugansk y el 60% de Donetsk, mientras que la mitad sur de Zaporiyia y casi toda Jerson están bajo dominio de las fuerzas enviadas por el Kremlin.
"Defenderemos nuestra tierra con todas las fuerzas y medios a nuestro alcance, lo haremos todo para garantizar la vida segura de nuestra gente, es la gran misión de liberación de nuestro pueblo", afirmó hoy Putin en su discurso, consignó la agencia de noticias AFP.
Unos comentarios rechazados por los líderes europeos, quienes aseguraron que "las amenazas nucleares formuladas por el Kremlin (...) no quebrarán nuestra determinación" de apoyar a Ucrania.
La anexión de estas cuatro regiones ucranianas debe aún ser ratificada por el Parlamento de Rusia, que debe votar en los próximos días un texto formalizando la anexión, según informaron agencias de noticias rusas.
Entretanto, unas 10.000 personas se concentraron hoy en el centro de Moscú para festejar la anexión, en unos eventos organizados por las autoridades.
¡Bienvenidos a casa!" y ¡La victoria será nuestra!", fueron algunas de las exclamaciones que lanzó Putin en un acto desde la céntrica plaza de Moscú tras firmar la adhesión a Rusia de los territorios ucranianos.
En una fastuosa ceremonia celebrada en Moscú, en la sala de San Jorge del Gran Palacio del Kremlin, Putin y los cuatro dirigentes de Lugansk, Donetsk, Jerson y Zaporiyia firmaron los documentos de anexión ante un público compuesto por miembros del Gobierno, diputados y senadores y parte de la élite política, antes de tomarse de la mano y corear al unísono "¡Rusia!" junto a la sala.
"Quiero decirle esto al régimen de Kiev y a sus amos en Occidente: los habitantes de Lugansk y Donetsk, Jerson y Zaporiyia se convierten en nuestros ciudadanos para siempre", afirmó en tono desafiante el mandatario ruso, quien señaló que "la gente votó por nuestro futuro común".
La anexión llega después de los referendos celebrados del 23 al 27 de septiembre en las regiones ocupadas de Donetsk y Lugansk, en el este, y Jerson y Zaporiyia en el sur, denunciados como "farsas" por Kiev y sus aliados.
El jefe del Kremlin insistió en que Rusia "no traicionará" la elección hecha por estos pueblos y les hará sentir el apoyo de todos los rusos, "de todas las repúblicas, provincias y regiones de nuestra patria grande", reportó la agencia de noticias Sputnik.
En la misma línea, pidió a las autoridades ucranianas respetar esta elección porque, a su juicio, "este es el único camino hacia la paz".
"Instamos al régimen de Kiev a cesar inmediatamente los disparos, todas las hostilidades y volver a la mesa de negociaciones", agregó en tono desafiante.
Sin embargo, poco después de que Moscú ratificara la anexión, el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, aseguró que su país "no negociará" con Rusia mientras "Putin sea presidente" y anunció que su Gobierno firmará una solicitud de adhesión acelerada a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
"Adoptamos una medida decisiva al firmar la candidatura de Ucrania con vistas a una adhesión acelerada a la OTAN", dijo en un video difundido en las redes sociales.
La adhesión de Ucrania a la alianza militar requiere el consenso de sus Estados miembro, alertó hoy el secretario general del organismo, Jens Stoltenberg, que calificó de "ilegal e ilegítima" la adhesión firmada por Putin.
Zelenski convocó, además, a una reunión de urgencia de su Consejo de Seguridad, mientras que sus aliados occidentales destacaron la "ilegalidad" de la anexión y reiteraron su apoyo a Kiev.
El presidente estadounidense, Joe Biden, tildó de "fraudulenta" la declaración de anexión de Rusia y anunció nuevas sanciones "duras" contra funcionarios rusos y la industria de defensa rusa.
La Casa Blanca anunció, asimismo, que los aliados del G7 están de acuerdo en sancionar a "cualquier país, individuo o entidad" que respalde el intento del Kremlin de anexarse estas cuatro regiones ucranianas, consignó la agencia de noticias AFP.
La Unión Europea (UE), por su parte, condenó "de forma inequívoca" esta "anexión ilegal", que considera una "violación flagrante" de los derechos de Ucrania.
"No reconocemos y nunca reconoceremos los referendos ilegales que Rusia ha diseñado como pretexto para esta nueva violación de la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania", señalaron los líderes del bloque en un comunicado divulgado por el Consejo Europeo.
También la primera ministra británica, Liz Truss, afirmó hoy que el Reino Unido "nunca aceptará" las anexiones.
En tanto, hoy el Consejo de Seguridad de la ONU deberá pronunciarse sobre una resolución de condena a los referendos que, sin embargo, no prosperará por el poder de veto de Rusia en este organismo.
En un paso previo a la incorporación, Putin firmó anoche varios decretos reconociendo "la soberanía de Estado y la independencia" de Jerson y Zaporiyia.
En febrero, poco antes de la invasión a Ucrania, el presidente ya había reconocido la independencia de las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y Donetsk, controladas por separatistas prorrusos desde 2014.
El procedimiento se asemeja al aplicado en 2014 para la anexión de Crimea, una península en el sur de Ucrania, no reconocida por la comunidad internacional ni tampoco por la Argentina.
La incorporación de estos territorios a Rusia se aceleró después de la exitosa contraofensiva lanzada por las tropas ucranianas, que también llevaron a Putin a movilizar a cientos de miles de reservistas.
Varios responsables y comentaristas rusos afirmaron que, cuando estas zonas hayan sido anexadas, Moscú podrá utilizar armas nucleares para "defenderlas".
Las cuatro provincias son contiguas, y crean un corredor ininterrumpido que va de Rusia hasta Crimea, lo que permitiría una mejor defensa de esta península donde Moscú tiene anclada su flota del mar Negro.
Los separatistas y el Ejército ruso controlan casi toda Lugansk y el 60% de Donetsk, mientras que la mitad sur de Zaporiyia y casi toda Jerson están bajo dominio de las fuerzas enviadas por el Kremlin.
"Defenderemos nuestra tierra con todas las fuerzas y medios a nuestro alcance, lo haremos todo para garantizar la vida segura de nuestra gente, es la gran misión de liberación de nuestro pueblo", afirmó hoy Putin en su discurso, consignó la agencia de noticias AFP.
Unos comentarios rechazados por los líderes europeos, quienes aseguraron que "las amenazas nucleares formuladas por el Kremlin (...) no quebrarán nuestra determinación" de apoyar a Ucrania.
La anexión de estas cuatro regiones ucranianas debe aún ser ratificada por el Parlamento de Rusia, que debe votar en los próximos días un texto formalizando la anexión, según informaron agencias de noticias rusas.
Entretanto, unas 10.000 personas se concentraron hoy en el centro de Moscú para festejar la anexión, en unos eventos organizados por las autoridades.
¡Bienvenidos a casa!" y ¡La victoria será nuestra!", fueron algunas de las exclamaciones que lanzó Putin en un acto desde la céntrica plaza de Moscú tras firmar la adhesión a Rusia de los territorios ucranianos.