Un agente de cambio que trabaja a escondidas

Luisa Paz Martínez, “Luisita”, trabajó casi toda su vida en un merendero de Comodoro Rivadavia. Veinte años después, Nahir Acevedo, una de las niñas a las que daba de comer, la homenajea con un retrato.

Foto ganadora del Concurso de Camuzzi tomada por Nahir Acevedo a Luisita
30 ENE 2023 - 9:25 | Actualizado 06 FEB 2023 - 0:00

Cuando presentó la foto, no imaginó que podría llegar a la final. Mucho menos, resultar ganadora del primer premio. Pero a medida que avanzaba en las etapas del concurso de fotos, se dio cuenta de que debía contarle a la retratada que su rostro estaba a punto de volverse muy famoso.

Venía siendo un año difícil para Nahir Acevedo, la joven fotógrafa que había partido de Comodoro Rivadavia para cursar la Licenciatura en Diseño y Producción Audiovisual en Villa María, Córdoba. Viviendo en la universidad, lejos de sus afectos y haciendo malabares con su economía, la invitación del Concurso Fotografía Itinerante llegó “como un respiro, una bendición”.

Hacia octubre de 2022, el certamen organizado por la empresa Camuzzi celebraba su segunda edición bajo el lema “Detrás de cada rostro hay una historia que merece ser contada” e invitaba a los chubutenses a participar con fotografías de sus héroes locales.

Al conocer el tema, Nahir no lo dudó. Tenía a su heroína personal y le había hecho varias tomas en distintos encuentros de la Iglesia Asamblea de Dios de Comodoro Rivadavia. Así es como decidió enviar una fotografía que le había sacado en 2019. La foto en blanco y negro, un retrato en primer plano, se convirtió en una de las preseleccionadas por el jurado, y en la favorita del público, por lo que le valió el primer premio, dotado de 150.000 pesos.

Luisita, chistes y bolsones llenos de galletitas

“Pensar en una heroína es directamente pensar en Luisita, ahí con sus galletitas, sus cuidados, sus chistes, con sus bolsas llenas de un montón de cosas. Ella es la heroína del sur. Voy a cumplir 24 años, pero para mí sigue siendo esa Luisita que veía cuando tenía 6”, dice Nahir, mirándola en una de las pantallas de Meet donde junto con la retratada tiene lugar la entrevista conjunta.

La mendocina Luisa Paz Martínez, o “Luisita” como la llama Nahir, o también “La Luisa” o “mamá Luisa” como también es conocida, trabajó durante más de 20 años en el merendero de la Iglesia Nueva Asamblea de Comodoro Rivadavia, donde también fue madrina de la escuelita adonde entregaba útiles y bolsones de alimentos.

Allí, esta mujer de 74 años —que hoy ya es abuela— supo recibir y brindar afecto, cuidados y contención a cientos de niños de la comunidad. Llegó a Comodoro desde Mendoza en plan de paseo, pero finalmente se instaló en una piecita de la iglesia para ayudar y cuidar a los demás.

Efectivamente, Luisa dedicó su vida a los niños. “A las criaturas”, como dice ella. Recuerda cuando conoció a Nahir y a su hermano menor, cuando se acercaron junto a su familia a la iglesia, recién llegados de Córdoba en busca de un mayor bienestar económico.

“El hermanito de ella era chiquito. Por ahí se me quería escapar, pero ‘la mamá Luisa’ siempre los cuidaba a los dos. Cuidé a todos como sigo cuidando a los niñitos ahora. Que no salgan de la casa, que se porten bien. Me hace feliz”, dice Luisa entre risas.

Sobre sus primeros tiempos en Chubut, Nahir recuerda: “Llegar con mi familia de Carlos Paz a Comodoro fue encontrar un refugio. Más allá de la casa física, un hogar con la gente de la iglesia, estaba Luisita que nos contuvo en todas las circunstancias que nos tocó atravesar. En el medio también perdí a mi papá, y ella siempre acompañando”.
“Para mí, ella es un agente de cambio que trabaja a escondidas, nadie la ve. Esto de la foto y que todo el mundo me empezara a mandar mensajes por la Luisa, que cómo estaba la Luisa, que se acordaban de las historias, fue gratificante. Fue hermoso saber que todo lo que ella hizo a escondidas de repente sale a la luz y se vuelve súper famosa y hermosa”, agrega.

Escucha hablar de una posible fama, y Luisa, que oía callada el relato de su antigua protegida, aprovecha para volver a “retarla”. ¡No le había dicho nada del concurso! Nahir le confesó que su rostro se estaba haciendo conocido conforme la fotografía avanzaba hacia las últimas etapas del certamen (cuya votación final se hizo en redes sociales). “No quería saber nada”, asegura en tono de broma la señora al tiempo que agrega que está muy feliz, muestra su orgullo por los logros de Nahir.

Nuevos comienzos

En la actualidad, Nahir está comenzando un nuevo ciclo de su vida en Villa María, en donde estudia y trabaja, y dónde recibió con ansias la visita de su madre para fin de año. Luisita también está cerrando una etapa importante: después de 20 años trabajando en Comodoro, Luisa está regresando a Mendoza para vivir con una de sus hijas. “Voy a cuidar a los dos niñitos de mi hija menor, ¡que son como dos ardillas! Ella está por recibirse de maestra jardinera y quiere que vaya para allá a ayudarla”, explica.

Así es como se prepara para el reencuentro con su familia: con la alegría renovada. Porque veinte años atrás, a su llegada a Comodoro, Luisa no tenía el semblante alegre que luce hoy. “Me había separado de mi marido y era una mujer seria. No me reía nunca. Ahora acá me he dado cuenta de que estaba estresada, estaba acostumbrada a estar sola”, cuenta.

Con todo listo para el regreso y el pasaje sacado, antes se hizo lugar para la celebración del cierre de clases de la escuelita, donde quiso despedirse de su gente querida. Eso sí, asegura que en Mendoza seguirá ayudando y que “en cuanto junte una platita” volverá de visita a Comodoro.

La muestra

Camuzzi presentó durante diciembre y enero en Puerto Madryn, Rawson y Comodoro Rivadavia la muestra “Rostros con historias” que visibilizó las conmovedoras historias de los chubutenses que formaron parte del Concurso Energía Itinerante Fotografía. De la iniciativa participaron más de 270 personas. 36 fotos preseleccionadas por el jurado son parte de la exposición, incluyendo a la foto ganadora que fue elegida por los seguidores de las redes sociales de la distribuidora.

Foto ganadora del Concurso de Camuzzi tomada por Nahir Acevedo a Luisita
30 ENE 2023 - 9:25

Cuando presentó la foto, no imaginó que podría llegar a la final. Mucho menos, resultar ganadora del primer premio. Pero a medida que avanzaba en las etapas del concurso de fotos, se dio cuenta de que debía contarle a la retratada que su rostro estaba a punto de volverse muy famoso.

Venía siendo un año difícil para Nahir Acevedo, la joven fotógrafa que había partido de Comodoro Rivadavia para cursar la Licenciatura en Diseño y Producción Audiovisual en Villa María, Córdoba. Viviendo en la universidad, lejos de sus afectos y haciendo malabares con su economía, la invitación del Concurso Fotografía Itinerante llegó “como un respiro, una bendición”.

Hacia octubre de 2022, el certamen organizado por la empresa Camuzzi celebraba su segunda edición bajo el lema “Detrás de cada rostro hay una historia que merece ser contada” e invitaba a los chubutenses a participar con fotografías de sus héroes locales.

Al conocer el tema, Nahir no lo dudó. Tenía a su heroína personal y le había hecho varias tomas en distintos encuentros de la Iglesia Asamblea de Dios de Comodoro Rivadavia. Así es como decidió enviar una fotografía que le había sacado en 2019. La foto en blanco y negro, un retrato en primer plano, se convirtió en una de las preseleccionadas por el jurado, y en la favorita del público, por lo que le valió el primer premio, dotado de 150.000 pesos.

Luisita, chistes y bolsones llenos de galletitas

“Pensar en una heroína es directamente pensar en Luisita, ahí con sus galletitas, sus cuidados, sus chistes, con sus bolsas llenas de un montón de cosas. Ella es la heroína del sur. Voy a cumplir 24 años, pero para mí sigue siendo esa Luisita que veía cuando tenía 6”, dice Nahir, mirándola en una de las pantallas de Meet donde junto con la retratada tiene lugar la entrevista conjunta.

La mendocina Luisa Paz Martínez, o “Luisita” como la llama Nahir, o también “La Luisa” o “mamá Luisa” como también es conocida, trabajó durante más de 20 años en el merendero de la Iglesia Nueva Asamblea de Comodoro Rivadavia, donde también fue madrina de la escuelita adonde entregaba útiles y bolsones de alimentos.

Allí, esta mujer de 74 años —que hoy ya es abuela— supo recibir y brindar afecto, cuidados y contención a cientos de niños de la comunidad. Llegó a Comodoro desde Mendoza en plan de paseo, pero finalmente se instaló en una piecita de la iglesia para ayudar y cuidar a los demás.

Efectivamente, Luisa dedicó su vida a los niños. “A las criaturas”, como dice ella. Recuerda cuando conoció a Nahir y a su hermano menor, cuando se acercaron junto a su familia a la iglesia, recién llegados de Córdoba en busca de un mayor bienestar económico.

“El hermanito de ella era chiquito. Por ahí se me quería escapar, pero ‘la mamá Luisa’ siempre los cuidaba a los dos. Cuidé a todos como sigo cuidando a los niñitos ahora. Que no salgan de la casa, que se porten bien. Me hace feliz”, dice Luisa entre risas.

Sobre sus primeros tiempos en Chubut, Nahir recuerda: “Llegar con mi familia de Carlos Paz a Comodoro fue encontrar un refugio. Más allá de la casa física, un hogar con la gente de la iglesia, estaba Luisita que nos contuvo en todas las circunstancias que nos tocó atravesar. En el medio también perdí a mi papá, y ella siempre acompañando”.
“Para mí, ella es un agente de cambio que trabaja a escondidas, nadie la ve. Esto de la foto y que todo el mundo me empezara a mandar mensajes por la Luisa, que cómo estaba la Luisa, que se acordaban de las historias, fue gratificante. Fue hermoso saber que todo lo que ella hizo a escondidas de repente sale a la luz y se vuelve súper famosa y hermosa”, agrega.

Escucha hablar de una posible fama, y Luisa, que oía callada el relato de su antigua protegida, aprovecha para volver a “retarla”. ¡No le había dicho nada del concurso! Nahir le confesó que su rostro se estaba haciendo conocido conforme la fotografía avanzaba hacia las últimas etapas del certamen (cuya votación final se hizo en redes sociales). “No quería saber nada”, asegura en tono de broma la señora al tiempo que agrega que está muy feliz, muestra su orgullo por los logros de Nahir.

Nuevos comienzos

En la actualidad, Nahir está comenzando un nuevo ciclo de su vida en Villa María, en donde estudia y trabaja, y dónde recibió con ansias la visita de su madre para fin de año. Luisita también está cerrando una etapa importante: después de 20 años trabajando en Comodoro, Luisa está regresando a Mendoza para vivir con una de sus hijas. “Voy a cuidar a los dos niñitos de mi hija menor, ¡que son como dos ardillas! Ella está por recibirse de maestra jardinera y quiere que vaya para allá a ayudarla”, explica.

Así es como se prepara para el reencuentro con su familia: con la alegría renovada. Porque veinte años atrás, a su llegada a Comodoro, Luisa no tenía el semblante alegre que luce hoy. “Me había separado de mi marido y era una mujer seria. No me reía nunca. Ahora acá me he dado cuenta de que estaba estresada, estaba acostumbrada a estar sola”, cuenta.

Con todo listo para el regreso y el pasaje sacado, antes se hizo lugar para la celebración del cierre de clases de la escuelita, donde quiso despedirse de su gente querida. Eso sí, asegura que en Mendoza seguirá ayudando y que “en cuanto junte una platita” volverá de visita a Comodoro.

La muestra

Camuzzi presentó durante diciembre y enero en Puerto Madryn, Rawson y Comodoro Rivadavia la muestra “Rostros con historias” que visibilizó las conmovedoras historias de los chubutenses que formaron parte del Concurso Energía Itinerante Fotografía. De la iniciativa participaron más de 270 personas. 36 fotos preseleccionadas por el jurado son parte de la exposición, incluyendo a la foto ganadora que fue elegida por los seguidores de las redes sociales de la distribuidora.


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