Editorial / La agenda electoral y la agenda importante

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Agenda económica. Mariano Arcioni y Juan Pablo Luque el miércoles pasado, en un encuentro de la CAME en la ciudad de Comodoro Rivadavia.
18 MAR 2023 - 20:51 | Actualizado 18 MAR 2023 - 21:51

Hay agendas y agendas. La de buena parte de la clase política de Chubut está siendo dominada desde hace varias semanas –y más también- por cuestiones electorales. La elección anticipada en Trelew apretó el calendario y, lejos de ser una contienda local, lo que ocurra en las urnas el próximo 15 de abril marcará de manera decisiva muchos de los pasos que deberán dar las principales fuerzas políticas que buscan un objetivo mayor: gobernar Chubut.

Pero hay otra agenda menos pública, que a veces llega a los discursos políticos. Pero sólo a veces. Es la que incluye a los problemas de fondo de Chubut que no todos parecen estar mirando. Hace pocos días, por ejemplo, un informe del INDEC reveló un dato aparentemente positivo que, sin embargo, conlleva una muy mala señal: Chubut aumentó el año pasado sus exportaciones un 10,1%, llegando a 2.575 millones de dólares. Pero Neuquén pasó de 784 millones de dólares exportados en 2021 a 2.912 millones de dólares en el transcurso de 2022, lo que equivale a una expansión +271,4%. Impactante.

Cuando los gremios petroleros de Chubut y Santa Cruz alertan sobre el preocupante panorama que los apremia en la Cuenca del Golfo San Jorge, hay que leer y releer varias veces estas cifras. Ahí está la explicación de por qué Chubut tiene problemas más graves de los que habla la dirigencia política, mucha de la cual está más ocupada pensando chicanas mediáticas o preparando las zancadillas para que a tal o cual le vaya mal en las urnas.

Quintos

Casi nadie en el oficialismo ni en la oposición advirtió, explicó o, al menos, expresó preocupación porque Chubut haya perdido a manos de Neuquén, y después de varias décadas, el cuarto lugar como mayor exportador de la Argentina, detrás de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.

En Neuquén, obviamente, celebraron ese exponencial aumento de las exportaciones que tiene nombre apellido: Vaca Muerta. El megayacimiento petrolero y gasífero neuquino espera recibir inversiones por más de 8 mil millones de dólares, lo que permitirá tener una producción de 400 mil barriles diarios de petróleo. Por eso la mayoría de las operadoras ya está allá o quiere llegar: el nivel de rentabilidad es alto y el potencial, extenso en años.

Jorge “Loma” Ávila, el líder de los Petroleros Privados de Chubut, lo dijo sin medias tintas: “Un pozo de Vaca Muerta produce casi lo mismo que cinco en Chubut. Además, las inversiones que hacen las empresas en Neuquén las recuperan en un plazo de entre seis y diez meses; y las que hacen en Chubut, en tres o cuatro años”, detalló con crudeza Ávila.

La caída de la actividad petrolera ha sido tan fuerte en los últimos años que el gremio que lidera Ávila pasó de tener unos 12 mil afiliados a contar con 8.700 trabajadores. Eso explica en parte el lanzamiento del paro anunciado para el próximo miércoles, que tras algunos avances en las charlas realizadas en Buenos Aires entró en un cono de dudas sobre su concreción. A veces, todos los actores petroleros parecen ir a fondo pero siempre hay algo que calma los ánimos hasta el próximo conflicto.

Soberanía energética

Chubut necesita urgente comenzar a discutir una agenda económica y laboral que necesariamente tendrá como eje a sus recursos naturales. Con el petróleo en franco descenso, lo que además implica regalías petroleras cada vez menores, agravado por el uso de esos recursos para garantizar futuros endeudamientos o la renegociación de deuda en dólares que arrastra la Provincia, este Gobierno y los que vengan tendrán que poner el foco en la agenda energética.

Hace pocas semanas, el gobernador Mariano Arcioni anunció el envío a la Legislatura de un proyecto de Soberanía Energética que seguramente terminará significando un sello positivo de la última parte de su ajetreada gestión. El nivel de trascendencia que tiene poder poner a debatir cuanto antes a la mayor cantidad de actores políticos, económicos y sociales sobre el futuro de un recurso estratégico, puede ser una bisagra histórica para la Provincia. Además de un gesto de autodeterminación que podría abrir la puerta al desarrollo mientras otras actividades se retraen o, literalmente, desaparecen.

La Provincia genera hoy energía como para abastecer a unos 2,3 millones de habitantes pero sólo somos algo más de 600 mil chubutenses, de los cuales el 85% se abastece con un sistema de generación aislada que es costosísimo, inestable y ambientalmente inviable.

Se puede seguir discutiendo muchas cosas, menos la cuadratura del círculo.#

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Agenda económica. Mariano Arcioni y Juan Pablo Luque el miércoles pasado, en un encuentro de la CAME en la ciudad de Comodoro Rivadavia.
18 MAR 2023 - 20:51

Hay agendas y agendas. La de buena parte de la clase política de Chubut está siendo dominada desde hace varias semanas –y más también- por cuestiones electorales. La elección anticipada en Trelew apretó el calendario y, lejos de ser una contienda local, lo que ocurra en las urnas el próximo 15 de abril marcará de manera decisiva muchos de los pasos que deberán dar las principales fuerzas políticas que buscan un objetivo mayor: gobernar Chubut.

Pero hay otra agenda menos pública, que a veces llega a los discursos políticos. Pero sólo a veces. Es la que incluye a los problemas de fondo de Chubut que no todos parecen estar mirando. Hace pocos días, por ejemplo, un informe del INDEC reveló un dato aparentemente positivo que, sin embargo, conlleva una muy mala señal: Chubut aumentó el año pasado sus exportaciones un 10,1%, llegando a 2.575 millones de dólares. Pero Neuquén pasó de 784 millones de dólares exportados en 2021 a 2.912 millones de dólares en el transcurso de 2022, lo que equivale a una expansión +271,4%. Impactante.

Cuando los gremios petroleros de Chubut y Santa Cruz alertan sobre el preocupante panorama que los apremia en la Cuenca del Golfo San Jorge, hay que leer y releer varias veces estas cifras. Ahí está la explicación de por qué Chubut tiene problemas más graves de los que habla la dirigencia política, mucha de la cual está más ocupada pensando chicanas mediáticas o preparando las zancadillas para que a tal o cual le vaya mal en las urnas.

Quintos

Casi nadie en el oficialismo ni en la oposición advirtió, explicó o, al menos, expresó preocupación porque Chubut haya perdido a manos de Neuquén, y después de varias décadas, el cuarto lugar como mayor exportador de la Argentina, detrás de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.

En Neuquén, obviamente, celebraron ese exponencial aumento de las exportaciones que tiene nombre apellido: Vaca Muerta. El megayacimiento petrolero y gasífero neuquino espera recibir inversiones por más de 8 mil millones de dólares, lo que permitirá tener una producción de 400 mil barriles diarios de petróleo. Por eso la mayoría de las operadoras ya está allá o quiere llegar: el nivel de rentabilidad es alto y el potencial, extenso en años.

Jorge “Loma” Ávila, el líder de los Petroleros Privados de Chubut, lo dijo sin medias tintas: “Un pozo de Vaca Muerta produce casi lo mismo que cinco en Chubut. Además, las inversiones que hacen las empresas en Neuquén las recuperan en un plazo de entre seis y diez meses; y las que hacen en Chubut, en tres o cuatro años”, detalló con crudeza Ávila.

La caída de la actividad petrolera ha sido tan fuerte en los últimos años que el gremio que lidera Ávila pasó de tener unos 12 mil afiliados a contar con 8.700 trabajadores. Eso explica en parte el lanzamiento del paro anunciado para el próximo miércoles, que tras algunos avances en las charlas realizadas en Buenos Aires entró en un cono de dudas sobre su concreción. A veces, todos los actores petroleros parecen ir a fondo pero siempre hay algo que calma los ánimos hasta el próximo conflicto.

Soberanía energética

Chubut necesita urgente comenzar a discutir una agenda económica y laboral que necesariamente tendrá como eje a sus recursos naturales. Con el petróleo en franco descenso, lo que además implica regalías petroleras cada vez menores, agravado por el uso de esos recursos para garantizar futuros endeudamientos o la renegociación de deuda en dólares que arrastra la Provincia, este Gobierno y los que vengan tendrán que poner el foco en la agenda energética.

Hace pocas semanas, el gobernador Mariano Arcioni anunció el envío a la Legislatura de un proyecto de Soberanía Energética que seguramente terminará significando un sello positivo de la última parte de su ajetreada gestión. El nivel de trascendencia que tiene poder poner a debatir cuanto antes a la mayor cantidad de actores políticos, económicos y sociales sobre el futuro de un recurso estratégico, puede ser una bisagra histórica para la Provincia. Además de un gesto de autodeterminación que podría abrir la puerta al desarrollo mientras otras actividades se retraen o, literalmente, desaparecen.

La Provincia genera hoy energía como para abastecer a unos 2,3 millones de habitantes pero sólo somos algo más de 600 mil chubutenses, de los cuales el 85% se abastece con un sistema de generación aislada que es costosísimo, inestable y ambientalmente inviable.

Se puede seguir discutiendo muchas cosas, menos la cuadratura del círculo.#


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