El sujeto comenzó a pedirle a la joven almacenera diversos precios y producto de la estantería para aprovechar la distracción de la mujer y así “manotear” cosas a su alcance.
El maleante fue sorprendido por unos de los vecinos que no dudó en colocarle una furibunda trompada y obligarlo a dejar lo robado. Mientras el otro vecino se prendía en la paliza.
Al final, el que buscó marear a su víctima para robarle, terminó mareado a trompadas.
El sujeto comenzó a pedirle a la joven almacenera diversos precios y producto de la estantería para aprovechar la distracción de la mujer y así “manotear” cosas a su alcance.
El maleante fue sorprendido por unos de los vecinos que no dudó en colocarle una furibunda trompada y obligarlo a dejar lo robado. Mientras el otro vecino se prendía en la paliza.
Al final, el que buscó marear a su víctima para robarle, terminó mareado a trompadas.