“Más de 400 conejos mataron seguro”, reveló Fernando Pegoraro, subsecretario de Gestión Ambiental de Chubut, sobre las acciones que viene llevando adelante la fundación Rewilding Argentina -vinculada al fallecido Douglas Tomkins- en las costas de Camarones.
Jornada dio a conocer días atrás que la Provincia sumarió a esa fundación por una presunta infracción al Código Ambiental en la implementación de un proyecto denominado “Erradicación del conejo de las Islas Valdés, Tova, Tovita y Gaviota, del Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral”.
Al parecer el conflicto no es por la erradicación de los conejos -aunque hay versiones divergentes sobre el método empleado-, sino porque los desarrolladores comenzaron a construir domos “no autorizados” y hay “documentación vencida”, de acuerdo con Pegoraro, quien concedió una entrevista al programa Fuera deHora(Cadena Tiempo).
“Descubrimos la construcción de unos domos en las islas que no están permitidos. Aducen que estaban dentro del proyecto de erradicación de los conejos de las islas. Ese proyecto tenía una autorización vencida de agosto del año pasado”, dijo el funcionario de Ambiente.
Pegoraro desembarcó en las islas Tova y Tovita, donde descubrió que comenzaron a construir domos, cuya función desconoce, cuando “estas construcciones no están permitidas” y además “ellos no tienen propiedad sobre esas islas”.
“Nos molesta las infracciones que hacen de realizar construcciones en lugares no permitidos y sin informarnos a nosotros”, advirtió el funcionario quien mencionó que la fundación ya fue notificada y ahora tiene la posibilidad de hacer su descargo.
De acá en más, el Ministerio de Ambiente podría llegar a “multar” a esta fundación por cometer esta infracción, sostuvo.
El conejo de Castilla, introducido en el sur del país desde Europa, es considerada una especie invasora.
Rewilding Argentina cuenta con una autorización para “investigación” y “erradicación” de los conejos en las islas, bajo el justificativo que estos generan un desequilibrio en el ecosistema, explicó Pegoraro.
“El conejo es una especie exótica porque entra en conflicto con los pingüinos, invadían madrigueras donde anidaban estos”, puntualizó.
Por su parte, Víctor Fratto, licenciado en Gestión Ambiental, ratificó que el conejo de Castilla es un animal foráneo que debe ser controlado, pero puso reparos sobre los métodos que supuestamente emplearía esta fundación para erradicarlos.
“Tengo entendido que usaron un raticida para eliminar esta población de conejos. Es un rodenticida de segunda generación, que con una sola ingesta el animal se termina muriendo. Produce una hemorragia interna”, explicó en diálogo con el programa Mañana G (Cadena Tiempo).
Fratto advirtió que con este método no habría forma de garantizar que otros animales no se vayan a intoxicar con este veneno si predan los conejos muertos.
“Está comprobado que se bioacumulan en otros animales; si algún animal preda el animal muerto envenado también se envenena y si es comido por otro va pasando de eslabón en eslabón”, explicó.
Por esta razón, según su criterio, Fratto asumió que “todo lo que sea control de especies introducidas me parece perfecto, pero quizá esta no es la mejor opción. No hubiera utilizado un rodenticida de segunda generación donde no tengo la garantía de que al conejo se lo van a comer”.
Mencionó que se han encontrado animales muertos en las islas, por lo que habría que investigar si esto tiene alguna relación con la erradicación de los conejos. “Encontraron peludos, lagartijas, aves muertas; es el momento de investigar de qué murieron ver si se puede detectar el veneno”, concluyó.
“Más de 400 conejos mataron seguro”, reveló Fernando Pegoraro, subsecretario de Gestión Ambiental de Chubut, sobre las acciones que viene llevando adelante la fundación Rewilding Argentina -vinculada al fallecido Douglas Tomkins- en las costas de Camarones.
Jornada dio a conocer días atrás que la Provincia sumarió a esa fundación por una presunta infracción al Código Ambiental en la implementación de un proyecto denominado “Erradicación del conejo de las Islas Valdés, Tova, Tovita y Gaviota, del Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral”.
Al parecer el conflicto no es por la erradicación de los conejos -aunque hay versiones divergentes sobre el método empleado-, sino porque los desarrolladores comenzaron a construir domos “no autorizados” y hay “documentación vencida”, de acuerdo con Pegoraro, quien concedió una entrevista al programa Fuera deHora(Cadena Tiempo).
“Descubrimos la construcción de unos domos en las islas que no están permitidos. Aducen que estaban dentro del proyecto de erradicación de los conejos de las islas. Ese proyecto tenía una autorización vencida de agosto del año pasado”, dijo el funcionario de Ambiente.
Pegoraro desembarcó en las islas Tova y Tovita, donde descubrió que comenzaron a construir domos, cuya función desconoce, cuando “estas construcciones no están permitidas” y además “ellos no tienen propiedad sobre esas islas”.
“Nos molesta las infracciones que hacen de realizar construcciones en lugares no permitidos y sin informarnos a nosotros”, advirtió el funcionario quien mencionó que la fundación ya fue notificada y ahora tiene la posibilidad de hacer su descargo.
De acá en más, el Ministerio de Ambiente podría llegar a “multar” a esta fundación por cometer esta infracción, sostuvo.
El conejo de Castilla, introducido en el sur del país desde Europa, es considerada una especie invasora.
Rewilding Argentina cuenta con una autorización para “investigación” y “erradicación” de los conejos en las islas, bajo el justificativo que estos generan un desequilibrio en el ecosistema, explicó Pegoraro.
“El conejo es una especie exótica porque entra en conflicto con los pingüinos, invadían madrigueras donde anidaban estos”, puntualizó.
Por su parte, Víctor Fratto, licenciado en Gestión Ambiental, ratificó que el conejo de Castilla es un animal foráneo que debe ser controlado, pero puso reparos sobre los métodos que supuestamente emplearía esta fundación para erradicarlos.
“Tengo entendido que usaron un raticida para eliminar esta población de conejos. Es un rodenticida de segunda generación, que con una sola ingesta el animal se termina muriendo. Produce una hemorragia interna”, explicó en diálogo con el programa Mañana G (Cadena Tiempo).
Fratto advirtió que con este método no habría forma de garantizar que otros animales no se vayan a intoxicar con este veneno si predan los conejos muertos.
“Está comprobado que se bioacumulan en otros animales; si algún animal preda el animal muerto envenado también se envenena y si es comido por otro va pasando de eslabón en eslabón”, explicó.
Por esta razón, según su criterio, Fratto asumió que “todo lo que sea control de especies introducidas me parece perfecto, pero quizá esta no es la mejor opción. No hubiera utilizado un rodenticida de segunda generación donde no tengo la garantía de que al conejo se lo van a comer”.
Mencionó que se han encontrado animales muertos en las islas, por lo que habría que investigar si esto tiene alguna relación con la erradicación de los conejos. “Encontraron peludos, lagartijas, aves muertas; es el momento de investigar de qué murieron ver si se puede detectar el veneno”, concluyó.