Durante el encuentro, el presidente palestino y el monarca jordano abordaron "formas de detener la agresión israelí contra el pueblo palestino y enviar ayuda y asistencia" a Gaza, gobernada por Hamas, de acuerdo con un comunicado difundido posteriormente por la oficina de Abbas.
Abbas rechazó "las prácticas que conducen a la muerte de civiles o a maltratos contra ellos cometidos por ambos lados", en referencia a la ofensiva que el movimiento islamista Hamas lanzó el sábado por aire y tierra contra Israel y a los bombardeos de represalia israelíes contra Gaza.
Los ataques contra civiles cometidos tanto por las fuerzas israelíes como por milicianos palestinos "contravienen la moral, la religión y el derecho internacional", declaró Abbas, según replicó la agencia de noticias AFP.
En ese sentido, insistió en que los palestinos "renuncian a la violencia y adhieren a la legitimidad internacional, la resistencia popular pacífica y la acción política" como vía para alcanzar sus objetivos nacionales.
El presidente palestino advirtió del peligro de que la única central eléctrica de la Franja de Gaza deje de funcionar si se queda sin combustible e hizo un llamado para que se garantice el suministro de agua y electricidad, y para "abrir de forma urgente corredores humanitarios".
En la misma línea, coincidió con Abdullah II en la necesidad de la apertura "urgente" de corredores humanitarios, según replicó la agencia de noticias WAFA.
El monarca de Jordania, por su parte, aseguró que existe "una política de castigo colectivo" contra los residentes del enclave palestino y precisó que la región de Medio Oriente "no disfrutará de seguridad y estabilidad mientras no se logre una paz justa y global sobre la base de la solución de dos Estados", según replicó la agencia de noticias Europa Press.
El dirigente palestino también pidió "la liberación de civiles, prisioneros y detenidos", en un momento en que el Gobierno israelí informó que tras la ofensiva del sábado Hamas tomó como rehenes a unas 150 personas.
Abbas encabeza la Autoridad Palestina que tiene sede en Cisjordania ocupada, lidera la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y pertenece a Al Fatah, el movimiento político fundado por el fallecido Yaser Arafat.
Hamas, que es una facción islamista enfrentada a este liderazgo palestino, Gobierna la Franja de Gaza desde 2007.
Actualmente, los ataques de Hamas se cobraron la vida de más de 1.200 personas, mientras que los bombardeos de Israel dejan ya más de 1.400 palestinos muertos.
Durante el encuentro, el presidente palestino y el monarca jordano abordaron "formas de detener la agresión israelí contra el pueblo palestino y enviar ayuda y asistencia" a Gaza, gobernada por Hamas, de acuerdo con un comunicado difundido posteriormente por la oficina de Abbas.
Abbas rechazó "las prácticas que conducen a la muerte de civiles o a maltratos contra ellos cometidos por ambos lados", en referencia a la ofensiva que el movimiento islamista Hamas lanzó el sábado por aire y tierra contra Israel y a los bombardeos de represalia israelíes contra Gaza.
Los ataques contra civiles cometidos tanto por las fuerzas israelíes como por milicianos palestinos "contravienen la moral, la religión y el derecho internacional", declaró Abbas, según replicó la agencia de noticias AFP.
En ese sentido, insistió en que los palestinos "renuncian a la violencia y adhieren a la legitimidad internacional, la resistencia popular pacífica y la acción política" como vía para alcanzar sus objetivos nacionales.
El presidente palestino advirtió del peligro de que la única central eléctrica de la Franja de Gaza deje de funcionar si se queda sin combustible e hizo un llamado para que se garantice el suministro de agua y electricidad, y para "abrir de forma urgente corredores humanitarios".
En la misma línea, coincidió con Abdullah II en la necesidad de la apertura "urgente" de corredores humanitarios, según replicó la agencia de noticias WAFA.
El monarca de Jordania, por su parte, aseguró que existe "una política de castigo colectivo" contra los residentes del enclave palestino y precisó que la región de Medio Oriente "no disfrutará de seguridad y estabilidad mientras no se logre una paz justa y global sobre la base de la solución de dos Estados", según replicó la agencia de noticias Europa Press.
El dirigente palestino también pidió "la liberación de civiles, prisioneros y detenidos", en un momento en que el Gobierno israelí informó que tras la ofensiva del sábado Hamas tomó como rehenes a unas 150 personas.
Abbas encabeza la Autoridad Palestina que tiene sede en Cisjordania ocupada, lidera la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y pertenece a Al Fatah, el movimiento político fundado por el fallecido Yaser Arafat.
Hamas, que es una facción islamista enfrentada a este liderazgo palestino, Gobierna la Franja de Gaza desde 2007.
Actualmente, los ataques de Hamas se cobraron la vida de más de 1.200 personas, mientras que los bombardeos de Israel dejan ya más de 1.400 palestinos muertos.