Movilización en apoyo a los oficiales condenados por vejaciones
Se trata del robo a una vivienda ocurrido en diciembre del 2016, en el que los policías condenados intervinieron y les dispararon a los delincuentes con balas de goma para desarmarlos y detenerlos. Dos oficiales fueron condenados a cuatro años de prisión efectiva por lesiones graves y vejaciones.
Este lunes, los efectivos policiales marcharon en apoyo a los dos policías condenados a cuatro años de prisión efectiva por vejaciones y lesiones graves, cometidas durante su intervención en un robo ocurrido en diciembre del 2016 en Trelew.
La movilización comenzó en la Fiscalía y se dirigió hacia la Municipalidad, hasta culminar en la Unidad Regional. La misma fue encabezada por el jefe de la Unidad Regional, Gabriel Araujo, acompañado por el Grupo de Respuesta Inmediata Motorizada (GRIM). También participaron testigos del hecho previamente detallado.
Acompañados de sus compañeros, ambos policías condenados afirmaron que apelarán el fallo y relataron lo que recuerdan de lo sucedido.
La versión de los policías
En diálogo con Jornada, el actual sargento Walter Alfredo Méndez, uno de los condenados, recordó que, junto a su compañero Adrián Rojas cabo primero, intervinieron a pedido de los damnificados por un robo en barrio INTA.
“Ese día concurrimos al lugar por el llamado de la damnificada al 101 por un hecho delictual. Según ella, habían ingresado a una vivienda efectuando disparos con un arma de fuego. Mi compañero concurre con un patrullero para proteger a los reales damnificados; estos delincuentes ingresaron a su casa, la balearon y se llevaron un televisor”, detalló remarcando el relato de la testigo.
El hecho ocurrió en las calles Tecka y Costanera. Cuando acudieron al lugar, los oficiales comenzaron a perseguir a los delincuentes, quienes “se esconden en una casa a media cuadra, sobre Daleoso y Costanera. Cuando llegamos, mi compañero ya estaba afuera del lugar donde había vecinos dispuestos a lincharlos. Si hubiese estado la familia damnificada en la casa con su hijita los hubiesen matado”.
Respecto a los disparos, remarcó que “nosotros nunca negamos que disparamos con una escopeta, ni las lesiones que tenían Díaz y Torres. Al ingresar al lugar, les dijimos que tiren las armase pero hicieron caso omiso, por eso yo efectúo los dos disparos con postas de goma. Es ahí cuando los delincuentes sueltan las armas y se los esposa; no como se dijo que se les había disparado en el piso y boca abajo. Yo no utilice mi arma reglamentaria a pesar de que ellos tenían armas y munición real”, aseguró Méndez.
La causa
Por otro lado, en referencia a la causa que se abrió luego de lo sucedido, comentó que “la caratula es por hurto y no por robo, porque se quiere separar como si fueran dos hechos y son dos secuencias de un mismo hecho. Ellos escapan a este domicilio con el televisor robado donde tenían armas tumberas. Tambien se dijo que efectuamos los disparos a corta distancia y si esto hubiese sido así le volaban los genitales”, sentenció Méndez.
Por su parte, Adrián Antonio Rojas visiblemente conmovido respondió a lo que se dijo respecto a que “vulnerábamos la integridad de las personas. Y nosotros ¿no somos personas? Cuando veo las detonaciones de fuego, ¿qué tenía que hacer en ese momento, irme corriendo? ¿Dejar que se maten o que lo linchen al delincuente? Nosotros actuamos en cumplimiento del deber, éramos cuatro empleados hasta que llegaron los refuerzos”.
“Por suerte pudimos encontrar a las personas damnificadas, a los testigos y siempre contamos con el apoyo de nuestros compañeros, porque ahora quedamos marcados y sin trabajo nosotros”, concluyó.
Este lunes, los efectivos policiales marcharon en apoyo a los dos policías condenados a cuatro años de prisión efectiva por vejaciones y lesiones graves, cometidas durante su intervención en un robo ocurrido en diciembre del 2016 en Trelew.
La movilización comenzó en la Fiscalía y se dirigió hacia la Municipalidad, hasta culminar en la Unidad Regional. La misma fue encabezada por el jefe de la Unidad Regional, Gabriel Araujo, acompañado por el Grupo de Respuesta Inmediata Motorizada (GRIM). También participaron testigos del hecho previamente detallado.
Acompañados de sus compañeros, ambos policías condenados afirmaron que apelarán el fallo y relataron lo que recuerdan de lo sucedido.
La versión de los policías
En diálogo con Jornada, el actual sargento Walter Alfredo Méndez, uno de los condenados, recordó que, junto a su compañero Adrián Rojas cabo primero, intervinieron a pedido de los damnificados por un robo en barrio INTA.
“Ese día concurrimos al lugar por el llamado de la damnificada al 101 por un hecho delictual. Según ella, habían ingresado a una vivienda efectuando disparos con un arma de fuego. Mi compañero concurre con un patrullero para proteger a los reales damnificados; estos delincuentes ingresaron a su casa, la balearon y se llevaron un televisor”, detalló remarcando el relato de la testigo.
El hecho ocurrió en las calles Tecka y Costanera. Cuando acudieron al lugar, los oficiales comenzaron a perseguir a los delincuentes, quienes “se esconden en una casa a media cuadra, sobre Daleoso y Costanera. Cuando llegamos, mi compañero ya estaba afuera del lugar donde había vecinos dispuestos a lincharlos. Si hubiese estado la familia damnificada en la casa con su hijita los hubiesen matado”.
Respecto a los disparos, remarcó que “nosotros nunca negamos que disparamos con una escopeta, ni las lesiones que tenían Díaz y Torres. Al ingresar al lugar, les dijimos que tiren las armase pero hicieron caso omiso, por eso yo efectúo los dos disparos con postas de goma. Es ahí cuando los delincuentes sueltan las armas y se los esposa; no como se dijo que se les había disparado en el piso y boca abajo. Yo no utilice mi arma reglamentaria a pesar de que ellos tenían armas y munición real”, aseguró Méndez.
La causa
Por otro lado, en referencia a la causa que se abrió luego de lo sucedido, comentó que “la caratula es por hurto y no por robo, porque se quiere separar como si fueran dos hechos y son dos secuencias de un mismo hecho. Ellos escapan a este domicilio con el televisor robado donde tenían armas tumberas. Tambien se dijo que efectuamos los disparos a corta distancia y si esto hubiese sido así le volaban los genitales”, sentenció Méndez.
Por su parte, Adrián Antonio Rojas visiblemente conmovido respondió a lo que se dijo respecto a que “vulnerábamos la integridad de las personas. Y nosotros ¿no somos personas? Cuando veo las detonaciones de fuego, ¿qué tenía que hacer en ese momento, irme corriendo? ¿Dejar que se maten o que lo linchen al delincuente? Nosotros actuamos en cumplimiento del deber, éramos cuatro empleados hasta que llegaron los refuerzos”.
“Por suerte pudimos encontrar a las personas damnificadas, a los testigos y siempre contamos con el apoyo de nuestros compañeros, porque ahora quedamos marcados y sin trabajo nosotros”, concluyó.