
“Hay un dicho que es tan común como falso: el pasado, pasado está, creemos. Pero el pasado no pasa nunca, si hay algo que no pasa es el pasado. El pasado está siempre, somos memoria de nosotros mismos y de los demás, en este sentido somos de papel, somos papel donde se escribe todo lo que sucede antes de nosotros, somos la memoria que tenemos. Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos; sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizás no merezcamos existir”.
Esta extraordinaria definición del periodista, escritor y premio Nobel de Literatura, José Saramago, bien puede caberle a Diario Jornada, que hoy cumple 70 años de vida. Este testigo de innumerables situaciones históricas que pasó por etapas muy complejas para desarrollar esta profesión, y otras un tanto más benévolas en este arcano impermeable que es la Argentina, aunque -huelga decirlo- ejercer el periodismo nunca fue una tarea sencilla.
Diario Jornada cumple hoy siete décadas desde su primera salida a la calle, el 9 de enero de 1954, en un país y en un mundo que poco tiene que ver con el de hoy. Fue en otro siglo. Y en otros tiempos.
Este diario fue testigo de innumerables situaciones históricas, como la transformación de Chubut en Provincia desde su génesis como territorio nacional, lo que ocurrió tres años después del nacimiento del diario. Ejercer el periodismo nunca fue una tarea sencilla. Ni antes, cuando el modelo artesanal se imponía en las redacciones; ni ahora, cuando la tecnología parece acercarnos a todos y darnos mayores herramientas pero que, en rigor, nos impone desafíos inconmensurables a la hora de renovar el espíritu por buscar la noticia, desarrollarla y entregársela al lector, cuya fidelidad ha permitido el arribo a este nuevo aniversario.

Los 70 años de Jornada nos encuentran en otro momento histórico, sino para la humanidad, sí para el periodismo, que es nuestra razón de ser. Sin buscarlo, y mucho menos sin quererlo, las redacciones hoy son parte de esa gran noticia que con los años se marcará como un cambio de paradigma sin precedentes en la forma de ejercer esta profesión.
La dinámica de los medios, por el progreso mismo, está parada frente a los desafíos del universo tecnológico, el cual ya es materia prima básica en la construcción de la noticia. Hoy el gran desafío está en cómo reaccionar frente a esta situación. Qué hacer con el papel, en el caso de los diarios; cómo subirse a esa tendencia tecnológica que parece arrasar con todo a su paso.
Los medios electrónicos ya son eso, “medios”, y la tecnología resulta en ellos una continuidad en el tiempo. Esa transformación, según lo marcan las tendencias y los especialistas, será –es- radical. No se reduce sólo al traslado a la notebook, el teléfono, la tablet o cualquier otro dispositivo, sino que impone reglas distintas en la extensión de las crónicas, el estilo de redacción y, obviamente, la presentación. El cambio de plataforma implica un desarrollo diferente, buscando interactividad y también convergencia de medios con audios, infografías dinámicas, videos. Y desarrollarlo constituye un desafío porque ya no depende solo de los periodistas, sino de su trabajo en equipo con especialistas en diseño y también en sistemas.
Diario Jornada lleva más de 15 años innovando con su sitio web, que se inició tímidamente a comienzos de los 2000 con la publicación de su portada y que hoy se actualiza minuto a minuto, siendo uno de los líderes de la región patagónica. De aquella hoja de titulares pasó a tener hoy no sólo textos, sino también audios y videos. Es decir, una convergencia de capacidades y herramientas para entregar una mejor y más desarrollada información a los usuarios, nombre que en la web tienen los otrora lectores del papel.
Nuevos tiempos
Durante todo 2024 y en el marco de los 70 años, se llevarán a cabo una serie de actividades sociales y recreativas con la comunidad. Desde carreras deportivas para grandes y chicos, hasta actividades artísticas, eventos de conciencia ambiental y un novedoso concurso educativo porstreamingpara estudiantes de toda la provincia.
Además, este año lanzamos nuevas herramientas de identidad visual como el rediseño del histórico logotipo en la edición impresa y la presentación del logo J70 para todos los contenidos audiovisuales en todas sus plataformas.
En el medio, redoblamos la apuesta comercial y a las tradicionales ofertas publicitarias sumamos nuevos productos y espacios comerciales, como las primeras transmisiones durante el año pasado en JornadaStream, una plataforma audiovisual exclusiva a través de transmisiones en vivo por YouTube yTwitch.Este producto permite que las marcas lleguen a las audiencias específicas con información y contenidos deportivos.

En redes sociales, como Instagram y Facebook, las historias patrocinadas comenzarán a tener un espacio preponderante para que emprendedores y negocios locales tengan en esta herramienta una llegada directa a sus clientes.
Y se implementará un micrositio exclusivo para Clasificados, un espacio amigable y de fácil navegación, exclusivo para que inmobiliarias, concesionarias y hasta el propio lector web puedan ofrecer productos y servicios.
Son sólo algunas de las propuestas para este 2024 que se suman a las múltiples plataformas en las que Jornada encuentra la innovación constante, como una forma de acercarle a la comunidad toda la información a través de nuevos y mejores contenidos.
Y hoy, siete décadas después, sigue transitando con aguda mirada e intensa vocación de cronista, ese rol de vocero de las inquietudes y necesidades de la comunidad. Las ideas y el pensamiento -como información real y precisa- fueron (y siguen siendo) las herramientas que permitieron a través de todos estos años formar opinión sobre los acontecimientos importantes que destacaron la historia de nuestra provincia.
La visión de Feldman Josín
Padre de una gesta mezclada con aventura y visión de futuro, su creador, Luis Feldman Josín, buscó captar el interés de la comunidad y ser sensible a sus problemas y vivencias. Por aquel entonces, Chubut no era ni siquiera provincia y padecía brutales problemas de comunicación entre sus partes. Nada nuevo. Tampoco nada viejo. Y creó una criatura que se ha mantenido incólume a pesar del tiempo. Imbatible. Y si bien el tiempo lo puede con casi todo, no puede con la memoria. La de 70 años de trayectoria.

Esa trayectoria que se supo diversificar junto a la velocidad con la que cambiaron los medios. Y en especial los diarios de papel. Jornada entendió este cambio. Quiso y pudo adaptarse. Al papel, el buque insignia, se complementó con Cadena Tiempo, la mayor red de radios de Chubut. Y a ello, Jornada Web y Jornada Play. En cada una de esas plataformas hay un equipo de profesionales que se integra para que la información llegue tamizada. Tomando posiciones fuertes y metiéndose en la discusión cuando hace falta. Como debe ser el periodismo, sin ningún intento de asepsia.
El día que Jornada ganó la calle, hace 70 años, un mundo terminaba y otro se abría a lo incierto: “Molotov representará a Rusia en la Conferencia de Berlín”, era al principal título del diario a cinco columnas cuando Europa aún ardía con la repartija del mundo en dos, antecedido por el premio de Reyes de la Lotería Nacional con letras a molde mediano en aquellos linotipos de plomo.
Por supuesto, los incendios en la cordillera y la ausencia de profesionales de la salud y de servicios esenciales en el interior no eran temas menores en cuestiones que no parecen tener fin.
El día que Jornada vio la luz, desde sus páginas se dijo que “la empresa es para nosotros, ciclópea, porque se realiza a fuerza de corazón, de fuerza de voluntad, de claros y precisos anhelos de hacer bien y de servir bien a la comunidad… Señalaremos caminos y seremos los primeros en andar por las buenas sendas…”. Sigue siendo así.
De todo dio cuenta aquel diario flamante, que nació con un desafío y un propósito. El desafío de su fundador fue el de renovar el periodismo doméstico con un nuevo lenguaje y un concepto nuevo en el tratamiento de los hechos noticioso. El propósito era el de, con los años, hacerse un lugar en la cultura de los chubutenses. Con esa “voluntad de ser”.
Testigo privilegiado
En estos 70 años, Jornada retrató -quizás como ninguno- los hechos más trascendentes de nuestro territorio y más allá de sus fronteras. La provincialización de Chubut y la designación de Rawson como flamante capital; los golpes de Estado; las masacres perpetradas por un terrorismo parapolicial; las obras consulares como la Represa Futaleufú o el Dique Florentino Ameghino; el crecimiento exponencial en la explotación hidrocarburífera, su posterior caída y renacimiento. También los acontecimientos deportivos más relevantes, como los sociales y empresariales.

Jornada siempre fue -y seguirá siendo- parte medular de Chubut en todos los puntos estratégicos. Es historia pura y viva. En donde se alzaron y cayeron muros y nacieron y se perdieron regímenes de diferente índole.
Todo quedó reflejado en las páginas de este diario sin más elementos que los del buen periodismo: informar, dar sentido a la noticia, reflejar su contexto, explicar sus consecuencias con mirada propia, investigar al poder, no ceder a sus presiones, escuchar y dar cabida a todas las opiniones, integrándose de lleno al paisaje cultural chubutense y fundirse con el conjunto de valores y creencias que forman el entramado vital de una sociedad. Una más justa, libre y soberana.
La línea editorial de Jornada fue, es y será una: los problemas de los chubutenses y cómo resolverlos. Así lo soñó Feldman Josín. Así lo pensamos cada día. Y seguiremos aquí contando historias, explicando decisiones, tomando el pulso de la gente. Desde las grandes catástrofes hasta los problemas de un barrio con cloacas rotas.
Quiénes somos
Con la fidelidad del ayer, podemos preguntarnos ¿Qué es Jornada? ¿O quién? Porque, en realidad, late. Respira. Perdura. Vive. En ustedes. En nosotros. En todos.
Diría un colega citando a Víctor Frankl en “El hombre en busca de sentido”, escrito tras sobrevivir a los horrores del Holocausto, que “con frecuencia el hombre sólo observa la rastrojera de lo transitorio y pasa por alto el fruto ya ganado del pasado, donde han quedado cincelados los valores, todos sus gozos y sufrimientos. De ahí, el hombre puede recuperar las acciones de su pasado. Nada puede deshacerse y nada puede volverse a hacer. Haber sido es la forma más segura de ser”. Y así seguiremos siendo.
Parecía un albur irrealizable, pero las entrañas generosas y apasionadas de su fundador lo hicieron posible. Como él, un hombre hecho a sí mismo. Nació gritando. Porque era invisible. La voz de los canillitas, su voz, avanzó por las calles, ganándola y anunciando, en aquel lejano 9 de enero de hace hoy 70 años, la aparición de un nuevo grito de libertad de expresión. Son setenta. En números o en letras. Redondos. Limpitos. Setenta años que lo convirtieron en el decano de la prensa chubutense y patagónica.
Feliz cumpleaños, Jornada. Diario de nuestros amores. ¿Por qué nuestro? Porque todo lo que amamos lo consideramos nuestra propiedad. Nuestra y suya, amigo lector. Como esa tierna mirada de los amantes en una despedida.


“Hay un dicho que es tan común como falso: el pasado, pasado está, creemos. Pero el pasado no pasa nunca, si hay algo que no pasa es el pasado. El pasado está siempre, somos memoria de nosotros mismos y de los demás, en este sentido somos de papel, somos papel donde se escribe todo lo que sucede antes de nosotros, somos la memoria que tenemos. Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos; sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizás no merezcamos existir”.
Esta extraordinaria definición del periodista, escritor y premio Nobel de Literatura, José Saramago, bien puede caberle a Diario Jornada, que hoy cumple 70 años de vida. Este testigo de innumerables situaciones históricas que pasó por etapas muy complejas para desarrollar esta profesión, y otras un tanto más benévolas en este arcano impermeable que es la Argentina, aunque -huelga decirlo- ejercer el periodismo nunca fue una tarea sencilla.
Diario Jornada cumple hoy siete décadas desde su primera salida a la calle, el 9 de enero de 1954, en un país y en un mundo que poco tiene que ver con el de hoy. Fue en otro siglo. Y en otros tiempos.
Este diario fue testigo de innumerables situaciones históricas, como la transformación de Chubut en Provincia desde su génesis como territorio nacional, lo que ocurrió tres años después del nacimiento del diario. Ejercer el periodismo nunca fue una tarea sencilla. Ni antes, cuando el modelo artesanal se imponía en las redacciones; ni ahora, cuando la tecnología parece acercarnos a todos y darnos mayores herramientas pero que, en rigor, nos impone desafíos inconmensurables a la hora de renovar el espíritu por buscar la noticia, desarrollarla y entregársela al lector, cuya fidelidad ha permitido el arribo a este nuevo aniversario.

Los 70 años de Jornada nos encuentran en otro momento histórico, sino para la humanidad, sí para el periodismo, que es nuestra razón de ser. Sin buscarlo, y mucho menos sin quererlo, las redacciones hoy son parte de esa gran noticia que con los años se marcará como un cambio de paradigma sin precedentes en la forma de ejercer esta profesión.
La dinámica de los medios, por el progreso mismo, está parada frente a los desafíos del universo tecnológico, el cual ya es materia prima básica en la construcción de la noticia. Hoy el gran desafío está en cómo reaccionar frente a esta situación. Qué hacer con el papel, en el caso de los diarios; cómo subirse a esa tendencia tecnológica que parece arrasar con todo a su paso.
Los medios electrónicos ya son eso, “medios”, y la tecnología resulta en ellos una continuidad en el tiempo. Esa transformación, según lo marcan las tendencias y los especialistas, será –es- radical. No se reduce sólo al traslado a la notebook, el teléfono, la tablet o cualquier otro dispositivo, sino que impone reglas distintas en la extensión de las crónicas, el estilo de redacción y, obviamente, la presentación. El cambio de plataforma implica un desarrollo diferente, buscando interactividad y también convergencia de medios con audios, infografías dinámicas, videos. Y desarrollarlo constituye un desafío porque ya no depende solo de los periodistas, sino de su trabajo en equipo con especialistas en diseño y también en sistemas.
Diario Jornada lleva más de 15 años innovando con su sitio web, que se inició tímidamente a comienzos de los 2000 con la publicación de su portada y que hoy se actualiza minuto a minuto, siendo uno de los líderes de la región patagónica. De aquella hoja de titulares pasó a tener hoy no sólo textos, sino también audios y videos. Es decir, una convergencia de capacidades y herramientas para entregar una mejor y más desarrollada información a los usuarios, nombre que en la web tienen los otrora lectores del papel.
Nuevos tiempos
Durante todo 2024 y en el marco de los 70 años, se llevarán a cabo una serie de actividades sociales y recreativas con la comunidad. Desde carreras deportivas para grandes y chicos, hasta actividades artísticas, eventos de conciencia ambiental y un novedoso concurso educativo porstreamingpara estudiantes de toda la provincia.
Además, este año lanzamos nuevas herramientas de identidad visual como el rediseño del histórico logotipo en la edición impresa y la presentación del logo J70 para todos los contenidos audiovisuales en todas sus plataformas.
En el medio, redoblamos la apuesta comercial y a las tradicionales ofertas publicitarias sumamos nuevos productos y espacios comerciales, como las primeras transmisiones durante el año pasado en JornadaStream, una plataforma audiovisual exclusiva a través de transmisiones en vivo por YouTube yTwitch.Este producto permite que las marcas lleguen a las audiencias específicas con información y contenidos deportivos.

En redes sociales, como Instagram y Facebook, las historias patrocinadas comenzarán a tener un espacio preponderante para que emprendedores y negocios locales tengan en esta herramienta una llegada directa a sus clientes.
Y se implementará un micrositio exclusivo para Clasificados, un espacio amigable y de fácil navegación, exclusivo para que inmobiliarias, concesionarias y hasta el propio lector web puedan ofrecer productos y servicios.
Son sólo algunas de las propuestas para este 2024 que se suman a las múltiples plataformas en las que Jornada encuentra la innovación constante, como una forma de acercarle a la comunidad toda la información a través de nuevos y mejores contenidos.
Y hoy, siete décadas después, sigue transitando con aguda mirada e intensa vocación de cronista, ese rol de vocero de las inquietudes y necesidades de la comunidad. Las ideas y el pensamiento -como información real y precisa- fueron (y siguen siendo) las herramientas que permitieron a través de todos estos años formar opinión sobre los acontecimientos importantes que destacaron la historia de nuestra provincia.
La visión de Feldman Josín
Padre de una gesta mezclada con aventura y visión de futuro, su creador, Luis Feldman Josín, buscó captar el interés de la comunidad y ser sensible a sus problemas y vivencias. Por aquel entonces, Chubut no era ni siquiera provincia y padecía brutales problemas de comunicación entre sus partes. Nada nuevo. Tampoco nada viejo. Y creó una criatura que se ha mantenido incólume a pesar del tiempo. Imbatible. Y si bien el tiempo lo puede con casi todo, no puede con la memoria. La de 70 años de trayectoria.

Esa trayectoria que se supo diversificar junto a la velocidad con la que cambiaron los medios. Y en especial los diarios de papel. Jornada entendió este cambio. Quiso y pudo adaptarse. Al papel, el buque insignia, se complementó con Cadena Tiempo, la mayor red de radios de Chubut. Y a ello, Jornada Web y Jornada Play. En cada una de esas plataformas hay un equipo de profesionales que se integra para que la información llegue tamizada. Tomando posiciones fuertes y metiéndose en la discusión cuando hace falta. Como debe ser el periodismo, sin ningún intento de asepsia.
El día que Jornada ganó la calle, hace 70 años, un mundo terminaba y otro se abría a lo incierto: “Molotov representará a Rusia en la Conferencia de Berlín”, era al principal título del diario a cinco columnas cuando Europa aún ardía con la repartija del mundo en dos, antecedido por el premio de Reyes de la Lotería Nacional con letras a molde mediano en aquellos linotipos de plomo.
Por supuesto, los incendios en la cordillera y la ausencia de profesionales de la salud y de servicios esenciales en el interior no eran temas menores en cuestiones que no parecen tener fin.
El día que Jornada vio la luz, desde sus páginas se dijo que “la empresa es para nosotros, ciclópea, porque se realiza a fuerza de corazón, de fuerza de voluntad, de claros y precisos anhelos de hacer bien y de servir bien a la comunidad… Señalaremos caminos y seremos los primeros en andar por las buenas sendas…”. Sigue siendo así.
De todo dio cuenta aquel diario flamante, que nació con un desafío y un propósito. El desafío de su fundador fue el de renovar el periodismo doméstico con un nuevo lenguaje y un concepto nuevo en el tratamiento de los hechos noticioso. El propósito era el de, con los años, hacerse un lugar en la cultura de los chubutenses. Con esa “voluntad de ser”.
Testigo privilegiado
En estos 70 años, Jornada retrató -quizás como ninguno- los hechos más trascendentes de nuestro territorio y más allá de sus fronteras. La provincialización de Chubut y la designación de Rawson como flamante capital; los golpes de Estado; las masacres perpetradas por un terrorismo parapolicial; las obras consulares como la Represa Futaleufú o el Dique Florentino Ameghino; el crecimiento exponencial en la explotación hidrocarburífera, su posterior caída y renacimiento. También los acontecimientos deportivos más relevantes, como los sociales y empresariales.

Jornada siempre fue -y seguirá siendo- parte medular de Chubut en todos los puntos estratégicos. Es historia pura y viva. En donde se alzaron y cayeron muros y nacieron y se perdieron regímenes de diferente índole.
Todo quedó reflejado en las páginas de este diario sin más elementos que los del buen periodismo: informar, dar sentido a la noticia, reflejar su contexto, explicar sus consecuencias con mirada propia, investigar al poder, no ceder a sus presiones, escuchar y dar cabida a todas las opiniones, integrándose de lleno al paisaje cultural chubutense y fundirse con el conjunto de valores y creencias que forman el entramado vital de una sociedad. Una más justa, libre y soberana.
La línea editorial de Jornada fue, es y será una: los problemas de los chubutenses y cómo resolverlos. Así lo soñó Feldman Josín. Así lo pensamos cada día. Y seguiremos aquí contando historias, explicando decisiones, tomando el pulso de la gente. Desde las grandes catástrofes hasta los problemas de un barrio con cloacas rotas.
Quiénes somos
Con la fidelidad del ayer, podemos preguntarnos ¿Qué es Jornada? ¿O quién? Porque, en realidad, late. Respira. Perdura. Vive. En ustedes. En nosotros. En todos.
Diría un colega citando a Víctor Frankl en “El hombre en busca de sentido”, escrito tras sobrevivir a los horrores del Holocausto, que “con frecuencia el hombre sólo observa la rastrojera de lo transitorio y pasa por alto el fruto ya ganado del pasado, donde han quedado cincelados los valores, todos sus gozos y sufrimientos. De ahí, el hombre puede recuperar las acciones de su pasado. Nada puede deshacerse y nada puede volverse a hacer. Haber sido es la forma más segura de ser”. Y así seguiremos siendo.
Parecía un albur irrealizable, pero las entrañas generosas y apasionadas de su fundador lo hicieron posible. Como él, un hombre hecho a sí mismo. Nació gritando. Porque era invisible. La voz de los canillitas, su voz, avanzó por las calles, ganándola y anunciando, en aquel lejano 9 de enero de hace hoy 70 años, la aparición de un nuevo grito de libertad de expresión. Son setenta. En números o en letras. Redondos. Limpitos. Setenta años que lo convirtieron en el decano de la prensa chubutense y patagónica.
Feliz cumpleaños, Jornada. Diario de nuestros amores. ¿Por qué nuestro? Porque todo lo que amamos lo consideramos nuestra propiedad. Nuestra y suya, amigo lector. Como esa tierna mirada de los amantes en una despedida.
