“Hay que tener paciencia, tranquilidad, sabemos que en el fútbol mandan los resultados y los tiempos son cortos, pero hay material, no merecimos perder ninguno de los tres partidos, aunque también sabemos que de merecimientos no se gana”, analizó Esmerado en el diálogo con Tiempo Deportivo.
“Creemos que el equipo ya entendió lo que nosotros queremos de ellos, se están sintiendo mejor. No hubo amistosos, hay muchos jugadores nuevos, pero no son excusas, nos toca ésta y con hombría, valentía y tranquilidad estoy convencido de que lo vamos a sacar adelante. Ya estamos a dos días del próximo partido y tengo toda la fe de que nos va a ir bien”, aseveró.
“Hay un buen grupo, buenos jugadores y el club nos brinda todo para que las cosas funcionen como tienen como funcionar, solamente la pelota no tiene que pegar en el palo e irse sino entrar, y lamentablemente nos llegan poco, pero cuando nos llegan nos hacen goles, no hay lógica. Pero hay que tener la confianza de que esto se revierte en cualquier momento”, remarcó el entrenador.
“Los muchachos ya saben lo que hay que hacer, de la idea que tenemos, de los detalles que debemos ajustar, esos errores puntuales como los dos goles iguales ante Aldosivi”, apuntó.
“Más bronca de te da cuando después del último partido el presidente del club o el entrenador del equipo rival te diga que no merecíamos perder. Creo que el cambio de energía vendrá con un resultado positivo, el sábado tenemos esa posibilidad y lo vamos a revertir”, insistió.
Sobre la motivación que implica a enfrentar al invicto Gimnasia y Tiro, el segundo del grupo, sostuvo que “son todas las finales, son todos los partidos difíciles, yo siempre digo que en la Primera Nacional somos todos japonés porque somos todos iguales. Cualquiera le gana a cualquiera, cualquiera puede pelear”.
“Los chicos saben cómo juega, con qué se van a encontrar, con esa línea de cinco que de visitante rara vez se rompe, que van a jugar a tu error, al pelotazo. Pero dependemos de nosotros, de tratar de encontrar los espacios, abrir el partido, y de buscar esa templanza para afrontar este momento porque si entramos en la desesperación se va complicar más”, advirtió.
“Estamos lejos, fuimos en avión, regresamos en micro, tuvimos un inconveniente con el colectivo en Río Colorado y el viaje se hizo más largo de lo esperado, pero hoy el grupo quiere la revancha.
Entrenamos el martes con un grupo que no había viajado, después con los suplentes más tarde, ayer hicimos táctico para ver con lo que nos vamos a encontrar, hoy fútbol y mañana los detalles que faltan”, indicó consultado sobre otra circunstancia permanente que deben afrontar los equipos de Madryn, la distancia.
En tanto, sobre la preocupación que genera la falta de gol, Esmerado consideró que “es una cuestión de confianza, pero también estamos trabajando sobre eso. En el partido que viene vamos a tener menos espacios, pero abriendo el marcador el rival se empieza a abrir y a desesperar. Por ahora nos ha tocado siempre ir abajo, pero tenemos que pensar en que el equipo tiene funcionamiento”.
Respecto del respaldo dirigencial, valoró que “si el equipo no hubiera mostrado nada uno es el primer en ser autocrítico, todos queremos que esto se enderece, jugadores, cuerpo técnico y dirigentes. Tenemos que estar enfocados en el partido que viene y no pensar en otras cosas que te desenfocan. Dios aprieta, pero no ahorca, y con fe vamos a salir adelante”.
Esmerado ratificó a Diego Braghieri como titular, pese a su salida el partido pasado en Santiago del Estero.
“Diego entrenó normal, en el partido tuvo un latigazo en la cervical, en la zona donde lo operaron hace un tiempo, estaba mareado y no podía seguir, pero Totono (Mansilla) los dos partidos que ha entrado lo ha hecho muy bien, están todos bien, esto da garantías y tranquilidad de que hay material y que los chicos son los primeros en querer sacar esto adelante y que te responden porque esa es la otra, cuando el jugador no te responde uno ya está de más, pero eso no lo noté”, fundamentó.
“Estamos definiendo si vamos a jugar con dos nueve, pero creo que tenemos que pensar más que nada en todo el funcionamiento del equipo; tenemos buen plantel, buen recambio, buenos nueve, hay que embocarla y a partir de ahí se verá el Madryn que nosotros queremos”, sentenció Esmerado.
INTOLERANCIA
“Fútbol argentino, nada que sorprenda. Nunca me tocó vivir una situación así, que tiren proyectiles sí, pero como se dieron las cosas ayer y que suspenda el partido, no”, había dicho Esmerado en el inicio del diálogo respecto de los incidentes que motivaron el miércoles la suspensión del encuentro entre Tigre y Chacarita por la Copa Argentina.
El técnico del Matador, Néstor Gorosito, alimentó la polémica cuando insinuó que “está mal que tiren una botella, pero también está mal que quieran cabecearla”.
“La imagen da a la confusión, por ahí Pipo interpretó eso en la imagen y cada uno interpreta lo que parece. Da la sensación que el jugador de Chacarita va a cabecear la botella, pero también hace un gesto como para que no le pegue al de Tigre, aunque da a la duda”, argumentó Esmerado.
“Más allá de lo futbolístico y de los clásicos, es la sociedad en la que vivimos no hay tolerancia por nada, a una persona normal no se le ocurre tirar una botella llena de agua de ese tamaño porque sabés que si pega con el pico puede hacer mucho daño”, criticó.
“Y más allá que esa persona puede haberse arrepentido, la sociedad no tolera nada por la situación que vive cada uno y entonces trata de sacarse la bronca y la angustia cuando va a la cancha. Con esto, es muy difícil pensar en que vuelvan los visitantes”, subrayó.
MALA SANGRE DE MÁS
“A nosotros nos pegó porque no éramos muy contemporáneos, pero sí lo enfrenté en los últimos tiempos de su carrera y siempre tuve muy buena relación, he charlado preguntándole por algún jugador y siempre cordial para conmigo”, lamentó sobre el fallecimiento del técnico de Estudiantes de Río Cuarto, Gustavo Raggio, a los 52 años.
“Cuando lo enfrentamos en el primer partido no lo vimos cómo era él; siempre muy vital, en la línea alentando, dando órdenes efusivamente, pero lo vi apagado, no lo vi bien, fue el comentario de nosotros en el banco, y al otro día nos enteramos que estaba internado y después cuando pasaban los días que era difícil que saliera de esa situación”, expuso.
“No lo conocía personalmente, pero por otros colegas sabía que era una gran persona”, destacó.
“Uno a veces se mala sangre de más, hay que agradecer cuando se levanta por un nuevo día de vida porque estamos de paso. Una noticia muy lastimosa para el ambiente del fútbol”, expresó Esmerado.
“Hay que tener paciencia, tranquilidad, sabemos que en el fútbol mandan los resultados y los tiempos son cortos, pero hay material, no merecimos perder ninguno de los tres partidos, aunque también sabemos que de merecimientos no se gana”, analizó Esmerado en el diálogo con Tiempo Deportivo.
“Creemos que el equipo ya entendió lo que nosotros queremos de ellos, se están sintiendo mejor. No hubo amistosos, hay muchos jugadores nuevos, pero no son excusas, nos toca ésta y con hombría, valentía y tranquilidad estoy convencido de que lo vamos a sacar adelante. Ya estamos a dos días del próximo partido y tengo toda la fe de que nos va a ir bien”, aseveró.
“Hay un buen grupo, buenos jugadores y el club nos brinda todo para que las cosas funcionen como tienen como funcionar, solamente la pelota no tiene que pegar en el palo e irse sino entrar, y lamentablemente nos llegan poco, pero cuando nos llegan nos hacen goles, no hay lógica. Pero hay que tener la confianza de que esto se revierte en cualquier momento”, remarcó el entrenador.
“Los muchachos ya saben lo que hay que hacer, de la idea que tenemos, de los detalles que debemos ajustar, esos errores puntuales como los dos goles iguales ante Aldosivi”, apuntó.
“Más bronca de te da cuando después del último partido el presidente del club o el entrenador del equipo rival te diga que no merecíamos perder. Creo que el cambio de energía vendrá con un resultado positivo, el sábado tenemos esa posibilidad y lo vamos a revertir”, insistió.
Sobre la motivación que implica a enfrentar al invicto Gimnasia y Tiro, el segundo del grupo, sostuvo que “son todas las finales, son todos los partidos difíciles, yo siempre digo que en la Primera Nacional somos todos japonés porque somos todos iguales. Cualquiera le gana a cualquiera, cualquiera puede pelear”.
“Los chicos saben cómo juega, con qué se van a encontrar, con esa línea de cinco que de visitante rara vez se rompe, que van a jugar a tu error, al pelotazo. Pero dependemos de nosotros, de tratar de encontrar los espacios, abrir el partido, y de buscar esa templanza para afrontar este momento porque si entramos en la desesperación se va complicar más”, advirtió.
“Estamos lejos, fuimos en avión, regresamos en micro, tuvimos un inconveniente con el colectivo en Río Colorado y el viaje se hizo más largo de lo esperado, pero hoy el grupo quiere la revancha.
Entrenamos el martes con un grupo que no había viajado, después con los suplentes más tarde, ayer hicimos táctico para ver con lo que nos vamos a encontrar, hoy fútbol y mañana los detalles que faltan”, indicó consultado sobre otra circunstancia permanente que deben afrontar los equipos de Madryn, la distancia.
En tanto, sobre la preocupación que genera la falta de gol, Esmerado consideró que “es una cuestión de confianza, pero también estamos trabajando sobre eso. En el partido que viene vamos a tener menos espacios, pero abriendo el marcador el rival se empieza a abrir y a desesperar. Por ahora nos ha tocado siempre ir abajo, pero tenemos que pensar en que el equipo tiene funcionamiento”.
Respecto del respaldo dirigencial, valoró que “si el equipo no hubiera mostrado nada uno es el primer en ser autocrítico, todos queremos que esto se enderece, jugadores, cuerpo técnico y dirigentes. Tenemos que estar enfocados en el partido que viene y no pensar en otras cosas que te desenfocan. Dios aprieta, pero no ahorca, y con fe vamos a salir adelante”.
Esmerado ratificó a Diego Braghieri como titular, pese a su salida el partido pasado en Santiago del Estero.
“Diego entrenó normal, en el partido tuvo un latigazo en la cervical, en la zona donde lo operaron hace un tiempo, estaba mareado y no podía seguir, pero Totono (Mansilla) los dos partidos que ha entrado lo ha hecho muy bien, están todos bien, esto da garantías y tranquilidad de que hay material y que los chicos son los primeros en querer sacar esto adelante y que te responden porque esa es la otra, cuando el jugador no te responde uno ya está de más, pero eso no lo noté”, fundamentó.
“Estamos definiendo si vamos a jugar con dos nueve, pero creo que tenemos que pensar más que nada en todo el funcionamiento del equipo; tenemos buen plantel, buen recambio, buenos nueve, hay que embocarla y a partir de ahí se verá el Madryn que nosotros queremos”, sentenció Esmerado.
INTOLERANCIA
“Fútbol argentino, nada que sorprenda. Nunca me tocó vivir una situación así, que tiren proyectiles sí, pero como se dieron las cosas ayer y que suspenda el partido, no”, había dicho Esmerado en el inicio del diálogo respecto de los incidentes que motivaron el miércoles la suspensión del encuentro entre Tigre y Chacarita por la Copa Argentina.
El técnico del Matador, Néstor Gorosito, alimentó la polémica cuando insinuó que “está mal que tiren una botella, pero también está mal que quieran cabecearla”.
“La imagen da a la confusión, por ahí Pipo interpretó eso en la imagen y cada uno interpreta lo que parece. Da la sensación que el jugador de Chacarita va a cabecear la botella, pero también hace un gesto como para que no le pegue al de Tigre, aunque da a la duda”, argumentó Esmerado.
“Más allá de lo futbolístico y de los clásicos, es la sociedad en la que vivimos no hay tolerancia por nada, a una persona normal no se le ocurre tirar una botella llena de agua de ese tamaño porque sabés que si pega con el pico puede hacer mucho daño”, criticó.
“Y más allá que esa persona puede haberse arrepentido, la sociedad no tolera nada por la situación que vive cada uno y entonces trata de sacarse la bronca y la angustia cuando va a la cancha. Con esto, es muy difícil pensar en que vuelvan los visitantes”, subrayó.
MALA SANGRE DE MÁS
“A nosotros nos pegó porque no éramos muy contemporáneos, pero sí lo enfrenté en los últimos tiempos de su carrera y siempre tuve muy buena relación, he charlado preguntándole por algún jugador y siempre cordial para conmigo”, lamentó sobre el fallecimiento del técnico de Estudiantes de Río Cuarto, Gustavo Raggio, a los 52 años.
“Cuando lo enfrentamos en el primer partido no lo vimos cómo era él; siempre muy vital, en la línea alentando, dando órdenes efusivamente, pero lo vi apagado, no lo vi bien, fue el comentario de nosotros en el banco, y al otro día nos enteramos que estaba internado y después cuando pasaban los días que era difícil que saliera de esa situación”, expuso.
“No lo conocía personalmente, pero por otros colegas sabía que era una gran persona”, destacó.
“Uno a veces se mala sangre de más, hay que agradecer cuando se levanta por un nuevo día de vida porque estamos de paso. Una noticia muy lastimosa para el ambiente del fútbol”, expresó Esmerado.