Del desierto de Bullrich a “Persiguiendo el guanaco” con Lucas Llach

Patricia Bullrich dijo que en la Meseta "no vive nadie más que un millón de guanacos". El día que Lucas Llach convocó a salir a cazar guanacos en Puerto Pirámides para demostrar "la superioridad de la raza humana". Del experimento de Javier Milei para "disciplinar" a Chubut a teoría de la evolución de las especies

27 FEB 2024 - 19:00 | Actualizado 27 FEB 2024 - 22:53

Por Lisandro Aguirregabiría/ Redacción Jornada

No se puede negar que hay algo darwinismo en el pensamiento de Patricia Bullrich y del cazador Lucas Llach, vicepresidente del Banco Central durante elgobierno de Mauricio Macri, que los hermana como especies.

El mismo darwinismo que los llevo a explorar las tierras patagónicas como naturalistas extranjeros que al desembarcar en estas costas, no salen de su asombro al ver guanacos y más guanacos en el vasto desierto.

La discusión entre Chubut y el Gobierno Nacional por la coparticipación, que Nacho Torres dio por saldada en la Justicia, y que el presidente Milei respondió con insultos y agravios, evidenció la mirada particular que tiene el centralismo porteño de las provincias patagónicas.

¿Era el caso Chubut un "experimento" para disciplinar a las provincias del país?

A veces, las ideas más profundas salen a la luz en las palabras que usamos, sin pensar demasiado, dejándonos llevar por el sentido común, aquello es que es tan natural para nosotros que lo pasamos por alto o, como diría Milei, “no la vemos”.


La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, habló en la Nación + de lo “beneficioso” que sería para las arcas de Chubut explotar la minería en la meseta central, pero a la hora de explayarse sus palabras dejaron traslucir algo más sobre su visión de las cosas.

Resulta que Pato Bullrich dijo que en esa extensión de suelo de Chubut que abarca “de la costa a la montaña, no vive nadie más que un millón de guanacos”.

La afición por los guanacos de Bullrich, tiene un precursor que no pasó desapercibido hace unos años en Chubut. Se trata del exvicepresidente del Banco Central Lucas Llach, quien ocupó el cargo durante el gobierno de Mauricio Macri.



Llach entró en la historia de Chubut como un cazador aficionado al que un día se le ocurrió salir a correr a los guanacos hasta que “se mueran por cansancio”.

La iniciativa se llamó “Persiguiendo al guanaco 2015” y consistía en salir a cazar guanacos en Puerto Pirámides para demostrar que los humanos “son superiores a los animales de sangre caliente”.

Por supuesto, la demencial idea de Llach, el cazador de guanacos, fue abortada tras cosechar el repudio generalizado de los chubutenses.

En la convocatoria, Llach, con planteos que hacen acordar a la “selección natural”, invitaba a los cazadores a ser “más humanos” que ningún otro animal que jamás haya pisado este planeta.

"No hay registros de ningún occidental practicando con éxito una caza por persistencia. Entiéndase: si eso es lo que nos hizo humanos, no hay una experiencia más humana que esta", decía el altruista Llach.

"Estaríamos replicando la actividad que más nos definió como la especie que somos. ¿Te preguntaste alguna vez '¿qué soy?' '¿de dónde vengo?' Bueno, acá está la respuesta", promocionaba el cazador.

No se sabe si Llach manejaba entonces la misma información de Pato Bullrich, que en la meseta de Chubut hay como un millón de guanacos. Hubiera hecho falta movilizar a un ejército para llevar adelante tal empresa.

Por lo visto, el delirio de supremacia de Llach sobre los guanacos, era un experimento que ya se venía pergeñando en Chubut, tierra de aventureros si los hay.

27 FEB 2024 - 19:00

Por Lisandro Aguirregabiría/ Redacción Jornada

No se puede negar que hay algo darwinismo en el pensamiento de Patricia Bullrich y del cazador Lucas Llach, vicepresidente del Banco Central durante elgobierno de Mauricio Macri, que los hermana como especies.

El mismo darwinismo que los llevo a explorar las tierras patagónicas como naturalistas extranjeros que al desembarcar en estas costas, no salen de su asombro al ver guanacos y más guanacos en el vasto desierto.

La discusión entre Chubut y el Gobierno Nacional por la coparticipación, que Nacho Torres dio por saldada en la Justicia, y que el presidente Milei respondió con insultos y agravios, evidenció la mirada particular que tiene el centralismo porteño de las provincias patagónicas.

¿Era el caso Chubut un "experimento" para disciplinar a las provincias del país?

A veces, las ideas más profundas salen a la luz en las palabras que usamos, sin pensar demasiado, dejándonos llevar por el sentido común, aquello es que es tan natural para nosotros que lo pasamos por alto o, como diría Milei, “no la vemos”.


La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, habló en la Nación + de lo “beneficioso” que sería para las arcas de Chubut explotar la minería en la meseta central, pero a la hora de explayarse sus palabras dejaron traslucir algo más sobre su visión de las cosas.

Resulta que Pato Bullrich dijo que en esa extensión de suelo de Chubut que abarca “de la costa a la montaña, no vive nadie más que un millón de guanacos”.

La afición por los guanacos de Bullrich, tiene un precursor que no pasó desapercibido hace unos años en Chubut. Se trata del exvicepresidente del Banco Central Lucas Llach, quien ocupó el cargo durante el gobierno de Mauricio Macri.



Llach entró en la historia de Chubut como un cazador aficionado al que un día se le ocurrió salir a correr a los guanacos hasta que “se mueran por cansancio”.

La iniciativa se llamó “Persiguiendo al guanaco 2015” y consistía en salir a cazar guanacos en Puerto Pirámides para demostrar que los humanos “son superiores a los animales de sangre caliente”.

Por supuesto, la demencial idea de Llach, el cazador de guanacos, fue abortada tras cosechar el repudio generalizado de los chubutenses.

En la convocatoria, Llach, con planteos que hacen acordar a la “selección natural”, invitaba a los cazadores a ser “más humanos” que ningún otro animal que jamás haya pisado este planeta.

"No hay registros de ningún occidental practicando con éxito una caza por persistencia. Entiéndase: si eso es lo que nos hizo humanos, no hay una experiencia más humana que esta", decía el altruista Llach.

"Estaríamos replicando la actividad que más nos definió como la especie que somos. ¿Te preguntaste alguna vez '¿qué soy?' '¿de dónde vengo?' Bueno, acá está la respuesta", promocionaba el cazador.

No se sabe si Llach manejaba entonces la misma información de Pato Bullrich, que en la meseta de Chubut hay como un millón de guanacos. Hubiera hecho falta movilizar a un ejército para llevar adelante tal empresa.

Por lo visto, el delirio de supremacia de Llach sobre los guanacos, era un experimento que ya se venía pergeñando en Chubut, tierra de aventureros si los hay.


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