Por Rolando Tobarez/Redacción Jornada
Por primera vez desde que en Chubut rige el sistema de juicio por jurados, un caso no se pudo resolver por unanimidad y tras 8 horas de discusión, los 12 vecinos elegidos debieron acudir a una mayoría calificada de 10 a 2.
El debate ocurrió en Esquel aunque el episodio es de Trevelin: un abuso sexual intrafamiliar con un acusado de poco más de 50 años sin antecedentes, y una víctima mayor de edad. El imputado enfrentaba una pena de 8 años y 6 meses de prisión.
El defensor público jefe de la principal ciudad cordillerana, Marcos Ponce, explicó que se juzgó “un caso aislado que ocurrió en septiembre de 2022”. Además de la denuncia penal, el episodio tuvo recorrido en el fuero de Familia.
“Habíamos comenzado a trabajar para un juicio con jueces técnicos porque no estaban vigentes los jurados. Pero cuando la ley se aprueba, las causas que no tenían audiencia preliminar se podían hacer con jurados aunque el hecho fuera anterior a la vigencia de la ley”.
La selección de los 12 jurados titulares y los 4 suplentes se hizo el lunes 3 de junio. En su mayoría, vecinos esquelenses. El debate oral se concretó los siguientes días 4, 5 y 6 en el Salón de la Asociación de Magistrados y Funcionarios. El juez fue Martín O`Connor y las fiscales, María Bottini y Rafaella Riccono.
“El tribunal pasó a deliberar el jueves 6 a las 15.20”, precisó Ponce. La ley establece como mínimo dos horas de deliberación. Pasado ese tiempo y si lo considera pertinente, debe informar al juez en qué situación está la discusión.
“Casi a las a las tres horas el presidente informa por escrito al juez que no había unanimidad, que es requisito para el veredicto del jurado. Pero no informa cómo va la votación; sólo dice que no hay unanimidad para que las partes analicen qué hacer”.
Se abrió la audiencia y la Defensa Pública acordó con Fiscalía darles más tiempo e insistirle al jurado con la necesidad de la unanimidad. Pero transcurrió otra hora y media y no hubo definición.
“Si hay acuerdo con Fiscalía, la ley permite una última herramienta que es la chance de un veredicto con mayoría calificada, de 10 de 12. Es muy difícil decidir porque no sabemos los números. Pero la habilitamos y tras otra espera, dictaron la no culpabilidad. Fue una situación interesante e intensa por el contexto familiar pero a la vez, una acción de compromiso ciudadano”, describió Ponce.
Si no había acuerdo, debía declararse un “jurado estancado”. Si esto sucede el jurado se disuelve y se hace una nueva selección y juicio o Fiscalía retira la acusación y el juez absuelve al imputado.
Si el segundo juicio también se estanca, la absolución es automática. Un veredicto no culpable de un jurado popular es inapelable para Fiscalía.
Sobre el debate en sí, Ponce describió que “la discusión jurídica y el gran desafío fue mostrar que la realidad que contaba Fiscalía no era la realidad completa. Siempre con perspectiva de género y protegiendo a la víctima, esto se puede hacer con un análisis integral de toda la relación para ver que la situación era distinta”.
El defensor se declaró “juradista” ya que “creo y confío plenamente en la capacidad del pueblo de resolver sus propios conflictos. Debe ser fascinante la mecánica de discusión. Ver el compromiso sin importarles la hora de dos personas mayores de 70 años con las limitaciones propias de la edad es asombroso, me llama la atención y me emociona”.
Ponce destacó el trabajo en equipo con la abogada adjunta Romina Azzolini y los administrativos Gonzalo Vidal y Clarisa Prieto.
Por Rolando Tobarez/Redacción Jornada
Por primera vez desde que en Chubut rige el sistema de juicio por jurados, un caso no se pudo resolver por unanimidad y tras 8 horas de discusión, los 12 vecinos elegidos debieron acudir a una mayoría calificada de 10 a 2.
El debate ocurrió en Esquel aunque el episodio es de Trevelin: un abuso sexual intrafamiliar con un acusado de poco más de 50 años sin antecedentes, y una víctima mayor de edad. El imputado enfrentaba una pena de 8 años y 6 meses de prisión.
El defensor público jefe de la principal ciudad cordillerana, Marcos Ponce, explicó que se juzgó “un caso aislado que ocurrió en septiembre de 2022”. Además de la denuncia penal, el episodio tuvo recorrido en el fuero de Familia.
“Habíamos comenzado a trabajar para un juicio con jueces técnicos porque no estaban vigentes los jurados. Pero cuando la ley se aprueba, las causas que no tenían audiencia preliminar se podían hacer con jurados aunque el hecho fuera anterior a la vigencia de la ley”.
La selección de los 12 jurados titulares y los 4 suplentes se hizo el lunes 3 de junio. En su mayoría, vecinos esquelenses. El debate oral se concretó los siguientes días 4, 5 y 6 en el Salón de la Asociación de Magistrados y Funcionarios. El juez fue Martín O`Connor y las fiscales, María Bottini y Rafaella Riccono.
“El tribunal pasó a deliberar el jueves 6 a las 15.20”, precisó Ponce. La ley establece como mínimo dos horas de deliberación. Pasado ese tiempo y si lo considera pertinente, debe informar al juez en qué situación está la discusión.
“Casi a las a las tres horas el presidente informa por escrito al juez que no había unanimidad, que es requisito para el veredicto del jurado. Pero no informa cómo va la votación; sólo dice que no hay unanimidad para que las partes analicen qué hacer”.
Se abrió la audiencia y la Defensa Pública acordó con Fiscalía darles más tiempo e insistirle al jurado con la necesidad de la unanimidad. Pero transcurrió otra hora y media y no hubo definición.
“Si hay acuerdo con Fiscalía, la ley permite una última herramienta que es la chance de un veredicto con mayoría calificada, de 10 de 12. Es muy difícil decidir porque no sabemos los números. Pero la habilitamos y tras otra espera, dictaron la no culpabilidad. Fue una situación interesante e intensa por el contexto familiar pero a la vez, una acción de compromiso ciudadano”, describió Ponce.
Si no había acuerdo, debía declararse un “jurado estancado”. Si esto sucede el jurado se disuelve y se hace una nueva selección y juicio o Fiscalía retira la acusación y el juez absuelve al imputado.
Si el segundo juicio también se estanca, la absolución es automática. Un veredicto no culpable de un jurado popular es inapelable para Fiscalía.
Sobre el debate en sí, Ponce describió que “la discusión jurídica y el gran desafío fue mostrar que la realidad que contaba Fiscalía no era la realidad completa. Siempre con perspectiva de género y protegiendo a la víctima, esto se puede hacer con un análisis integral de toda la relación para ver que la situación era distinta”.
El defensor se declaró “juradista” ya que “creo y confío plenamente en la capacidad del pueblo de resolver sus propios conflictos. Debe ser fascinante la mecánica de discusión. Ver el compromiso sin importarles la hora de dos personas mayores de 70 años con las limitaciones propias de la edad es asombroso, me llama la atención y me emociona”.
Ponce destacó el trabajo en equipo con la abogada adjunta Romina Azzolini y los administrativos Gonzalo Vidal y Clarisa Prieto.