LAS CINCO SENTENCIAS DE ESTEBAN sobre la igualdad de Madryn

El equipo portuario no pasó del cero ante Deportivo Morón en el Abel Sastre.

03 AGO 2024 - 18:55 | Actualizado 03 AGO 2024 - 23:00

- Un paso para atrás

Deportivo Madryn jugó uno de los peores partidos del campeonato y no pudo doblegar a un equipo discreto, que, en el balance de los 90 minutos justificó el punto que se llevó del Estadio Abel Sastre. Madryn asumió el protagonismo del espectáculo pero no encontró respuestas individuales y tampoco colectivas para superar al Gallito. En el primer tiempo, la única situación clara fue la que terminó en el penal malogrado por Sánchez, y en el complemento, se limitó a tirar centros al área rival, facilitando el trabajo de los defensores rivales. Sin ideas, sin volumen de juego y sin precisión, la actuación del Aurinegro fue decepcionante.

- Factor viento

Sería injusto no señalar que el viento fue un factor determinante en el desarrollo del juego. Madryn lo sufrió mucho más porque asumió la responsabilidad del control del partido y nunca pudo encontrarle la vuelta a la velocidad de la pelota.

- Sin sorpresa

En un torneo tan competitivo, donde los equipos se conocen de memoria y la diferencia se logra en los detalles mínimos, es necesario tener variantes para sorprender al rival. Madryn se ha convertido en un equipo previsible, que ataca siempre por el mismo lugar y termina la jugada de la misma manera. A esta altura del torneo, ya todos saben que de los pies de Sánchez o Recalde saldrá un pase para Peinipil y que el lateral derecho meterá el centro para los delanteros. Madryn no ha podido formar sociedades en otros sectores del campo de juego y tampoco tiene el desequilibrio de la gambeta, la profundidad del pase interno o la opción del remate de media distancia. Así, se hace cada vez más difícil.

- Otra vez los cambios

Le cuesta hacer cambios al Tano Gracián. O confía mucho en los jugadores titulares o no cree demasiado en los que tiene en el banco. Es cierto que un entrenador debe cultivar una paciencia mayor al que manifiesta el hincha. El problema es cuando el técnico es el único que no ve lo que todos los demás ven. En ese caso, la decisión se convierte en un capricho.

- Volver a creer

La llegada de Gracián a Madryn provocó en su momento un cambio anímico fenomenal que se tradujo rápidamente en los resultados. Desde hace varios partidos, el Aurinegro pareciera haber perdido algo de convicción. Ya no presiona al rival con la misma efectividad, los circuitos creativos no funcionan bien y los rendimientos individuales han decrecido. Nada que no pueda revertirse con trabajo y con buena memoria.

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03 AGO 2024 - 18:55

- Un paso para atrás

Deportivo Madryn jugó uno de los peores partidos del campeonato y no pudo doblegar a un equipo discreto, que, en el balance de los 90 minutos justificó el punto que se llevó del Estadio Abel Sastre. Madryn asumió el protagonismo del espectáculo pero no encontró respuestas individuales y tampoco colectivas para superar al Gallito. En el primer tiempo, la única situación clara fue la que terminó en el penal malogrado por Sánchez, y en el complemento, se limitó a tirar centros al área rival, facilitando el trabajo de los defensores rivales. Sin ideas, sin volumen de juego y sin precisión, la actuación del Aurinegro fue decepcionante.

- Factor viento

Sería injusto no señalar que el viento fue un factor determinante en el desarrollo del juego. Madryn lo sufrió mucho más porque asumió la responsabilidad del control del partido y nunca pudo encontrarle la vuelta a la velocidad de la pelota.

- Sin sorpresa

En un torneo tan competitivo, donde los equipos se conocen de memoria y la diferencia se logra en los detalles mínimos, es necesario tener variantes para sorprender al rival. Madryn se ha convertido en un equipo previsible, que ataca siempre por el mismo lugar y termina la jugada de la misma manera. A esta altura del torneo, ya todos saben que de los pies de Sánchez o Recalde saldrá un pase para Peinipil y que el lateral derecho meterá el centro para los delanteros. Madryn no ha podido formar sociedades en otros sectores del campo de juego y tampoco tiene el desequilibrio de la gambeta, la profundidad del pase interno o la opción del remate de media distancia. Así, se hace cada vez más difícil.

- Otra vez los cambios

Le cuesta hacer cambios al Tano Gracián. O confía mucho en los jugadores titulares o no cree demasiado en los que tiene en el banco. Es cierto que un entrenador debe cultivar una paciencia mayor al que manifiesta el hincha. El problema es cuando el técnico es el único que no ve lo que todos los demás ven. En ese caso, la decisión se convierte en un capricho.

- Volver a creer

La llegada de Gracián a Madryn provocó en su momento un cambio anímico fenomenal que se tradujo rápidamente en los resultados. Desde hace varios partidos, el Aurinegro pareciera haber perdido algo de convicción. Ya no presiona al rival con la misma efectividad, los circuitos creativos no funcionan bien y los rendimientos individuales han decrecido. Nada que no pueda revertirse con trabajo y con buena memoria.