- Por Esteban Gallo
El Secretario de Pesca de la provincia, Andrés Arbeletche, encabezó ayer una reunión cumbre del sector pesquero, de la que participaron las cámaras empresarias, entre ellas la CAFACH, y la mayoría de los sindicatos que nuclean a los trabajadores del sector.
Aunque se abordaron distintos temas inherentes a la actividad, la cuestión central fue la necesidad descomprimir el conflicto salarial suscitado por la Cámara de la Flota Amarilla, ante la negativa de cumplir con el acuerdo paritario firmado en octubre del año pasado con el Centro de Patrones Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo.
Claro, el conflicto no se circunscribe a un solo gremio. Es todo el sector pesquero el que se plantó de manos para decirle a la CAFACH que los acuerdos paritarios se firman para ser cumplidos, no para ser violados.
Con muy buen tino, el Secretario de Pesca de la provincia se involucró en el asunto y citó a las partes, poniendo en igualdad de condiciones a empresarios y trabajadores, que es la única manera de generar un encuentro efectivo.
Hasta el lunes había dos posturas muy diferentes. Por un lado, el Centro de Patrones apostando al dialogo y dispuesto a escuchar a los empresarios, que ahora dicen que no pueden pagar lo que prometieron. Y en el otro rincón, la todopoderosa CAFACH, desconociendo el acuerdo que sus dirigentes y abogados firmaron y ninguneando al sindicato con el que negocian salarios hace un montón de años.
Lo primero que hizo Arbeletche fue poner las cosas blanco sobre negro. Al sentarlos en la misma mesa, el gobierno reconoció la representatividad del Centro de Patrones y le dejó bien claro a la CAFACH y a la sociedad chubutense que el prestigio de un sindicato no lo establece un grupo de empresarios iluminados sino la trayectoria de una organización gremial.
Hubo un encuentro más acotado en el ámbito de la Secretaría de Trabajo que también fue destacada como muy positiva por los trabajadores. Allí se reconoció que el 80 por ciento de los capitanes y patrones que trabajan en la flota amarilla de Rawson pertenecen al Centro de Patrones de Pesca.
Otro compromiso clave que trajo alivio al sindicato es el compromiso de las autoridades de hacer las gestiones pertinentes para reincorporar a la veintena de trabajadores que fueron despedidos por las empresas de la CAFACH. La semana pasada, Mariano Moreno, Secretario General del Centro de Patrones, le dijo a este medio que “ninguna negociación salarial puede considerarse exitosa si en el camino un compañero se queda sin trabajo”. Es el ABC de un buen sindicalista.
También se abordaron otros puntos sobresalientes que el gobierno destacó en la gacetilla oficial y que forman parte de una serie de medidas tendientes a apoyar al sector pesquero de Chubut. Por ejemplo, la presentación del proyecto de la "Emergencia Pesquera" que comprende la implementación de algunos alivios fiscales a las empresas que sostengan los puestos de trabajo.
Nadie fue ser tan necio como para no darse cuenta de que las condiciones macroeconómicas reinantes en el país y en el mundo generan preocupación en el sector empresarial y que el Estado debe estar presente para apuntalar a los que invierten y dan laburo.
En ese contexto, los chubutenses no podemos darnos el lujo de arrancar la temporada venidera con conflictos laborales, conciliaciones obligatorias y empresarios y sindicatos peleados.
En esa dirección, cada sector debe hacerse cargo de su responsabilidad y mostrar que está a la altura de las circunstancias.
El gobierno deberá marcar los lineamientos con mucha determinación, los sindicalistas deberán entender que no se puede tirar de la soga todo el tiempo, y los empresarios deberán cumplir con los compromisos que asumen.
Pero volviendo al conflicto que generó esta reunión del Dr. Arbeletche con los sectores de la pesca, la CAFACH, principal responsable del quilombo, deberá bajar el copete y entender que son una parte más de la actividad productiva, no los dueños de la pesca de Chubut.
Cuando los actores se colocan en un plano de igualdad, es mucho más fácil ponerse de acuerdo.
- Por Esteban Gallo
El Secretario de Pesca de la provincia, Andrés Arbeletche, encabezó ayer una reunión cumbre del sector pesquero, de la que participaron las cámaras empresarias, entre ellas la CAFACH, y la mayoría de los sindicatos que nuclean a los trabajadores del sector.
Aunque se abordaron distintos temas inherentes a la actividad, la cuestión central fue la necesidad descomprimir el conflicto salarial suscitado por la Cámara de la Flota Amarilla, ante la negativa de cumplir con el acuerdo paritario firmado en octubre del año pasado con el Centro de Patrones Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo.
Claro, el conflicto no se circunscribe a un solo gremio. Es todo el sector pesquero el que se plantó de manos para decirle a la CAFACH que los acuerdos paritarios se firman para ser cumplidos, no para ser violados.
Con muy buen tino, el Secretario de Pesca de la provincia se involucró en el asunto y citó a las partes, poniendo en igualdad de condiciones a empresarios y trabajadores, que es la única manera de generar un encuentro efectivo.
Hasta el lunes había dos posturas muy diferentes. Por un lado, el Centro de Patrones apostando al dialogo y dispuesto a escuchar a los empresarios, que ahora dicen que no pueden pagar lo que prometieron. Y en el otro rincón, la todopoderosa CAFACH, desconociendo el acuerdo que sus dirigentes y abogados firmaron y ninguneando al sindicato con el que negocian salarios hace un montón de años.
Lo primero que hizo Arbeletche fue poner las cosas blanco sobre negro. Al sentarlos en la misma mesa, el gobierno reconoció la representatividad del Centro de Patrones y le dejó bien claro a la CAFACH y a la sociedad chubutense que el prestigio de un sindicato no lo establece un grupo de empresarios iluminados sino la trayectoria de una organización gremial.
Hubo un encuentro más acotado en el ámbito de la Secretaría de Trabajo que también fue destacada como muy positiva por los trabajadores. Allí se reconoció que el 80 por ciento de los capitanes y patrones que trabajan en la flota amarilla de Rawson pertenecen al Centro de Patrones de Pesca.
Otro compromiso clave que trajo alivio al sindicato es el compromiso de las autoridades de hacer las gestiones pertinentes para reincorporar a la veintena de trabajadores que fueron despedidos por las empresas de la CAFACH. La semana pasada, Mariano Moreno, Secretario General del Centro de Patrones, le dijo a este medio que “ninguna negociación salarial puede considerarse exitosa si en el camino un compañero se queda sin trabajo”. Es el ABC de un buen sindicalista.
También se abordaron otros puntos sobresalientes que el gobierno destacó en la gacetilla oficial y que forman parte de una serie de medidas tendientes a apoyar al sector pesquero de Chubut. Por ejemplo, la presentación del proyecto de la "Emergencia Pesquera" que comprende la implementación de algunos alivios fiscales a las empresas que sostengan los puestos de trabajo.
Nadie fue ser tan necio como para no darse cuenta de que las condiciones macroeconómicas reinantes en el país y en el mundo generan preocupación en el sector empresarial y que el Estado debe estar presente para apuntalar a los que invierten y dan laburo.
En ese contexto, los chubutenses no podemos darnos el lujo de arrancar la temporada venidera con conflictos laborales, conciliaciones obligatorias y empresarios y sindicatos peleados.
En esa dirección, cada sector debe hacerse cargo de su responsabilidad y mostrar que está a la altura de las circunstancias.
El gobierno deberá marcar los lineamientos con mucha determinación, los sindicalistas deberán entender que no se puede tirar de la soga todo el tiempo, y los empresarios deberán cumplir con los compromisos que asumen.
Pero volviendo al conflicto que generó esta reunión del Dr. Arbeletche con los sectores de la pesca, la CAFACH, principal responsable del quilombo, deberá bajar el copete y entender que son una parte más de la actividad productiva, no los dueños de la pesca de Chubut.
Cuando los actores se colocan en un plano de igualdad, es mucho más fácil ponerse de acuerdo.