Por Lisandro Aguirregabiría / Redacción Jornada
Rubén “Tito” Diez, un productor de 76 años, despide a Jornada antes de que oscurezca, en su chacra en la entrada a Gaiman, y se va a dormir al pueblo en su camioneta, porque ya no quiere pasar la noche ahí.
A unos pocos metros, doblando la curva por la Ruta 7, a la margen derecha, está el galpón de donde la noche del viernes, delincuentes se llevaron 120 bolsas de papas, unas dos toneladas por un valor de 1.560 pesos.
Debido a las heladas que hubo en el norte, el valor de la papa viene en alza y el productor estaba entusiasmado con su cosecha, que ascendió a unas 500 bolsas, y que le permitiría hacer unas refacciones en el canal de riego.
El entusiasmo se le vino abajo “la noche de luna llena” (recuerda bien) en que un peón le avisó que las vacas andaban sueltas por la ruta y la tranquera estaba abierta. “Uy, nos robaron las papas”, maldijo “Tito” Diez que salió disparado para la chacra.
"NO ME VOY"
“Tito” Diez es un productor ganadero conocido de Gaiman, que a sus 76 años no quiere dejar la chacra donde pasó toda su vida. Otros le ofrecieron alquilarle la chacra, pero él no se quiere ir; quiere disfrutar lo que edificó a lo largo de toda su vida.
El productor, en esa chacra que le robaron, siembra alfalfa y tiene un galpón con candado donde stockea las papas. En los otros establecimientos, más alejados, siembra las papas y cría el ganado.
“Voy a seguir porque no la quiero dejar abandonada”, resiste Tito quien, aunque le cuesta admitirlo, en el fondo sabe que no puede estar tranquilo.
El drama de Rubén Diez es el mismo drama que tienen otros vecinos que se están viendo empujados por malandras que, por lo general, van y vienen de Trelew. No sería extraño que las bolsas de papas estén fondeadas en algún galpón y las vendan en la calle.
Junto a la tranquera, en un camino de tierra, se alcanzan a ver huellas de la camioneta que salió disparada con la papa rumbo a Trelew. Cuando el sol empieza a bajar, en la calma, el lugar se convierte en tierra de nadie.
Cualquiera puede abrir una tranquera, meter una camioneta de culata, romper un candado y llevarse un cargamento con 120 bolsas sin que nadie vea nada. Las vacas fueron los únicos testigos.
“Estaba contento, iba a sacar como 500 bolsas, vienen estos y me lo limpian”, se lamenta Diez que explica que este extra de la papa le venía bien como complemento del engorde de ganado, su actividad principal.
EL QUINTO GOLPE
A lo lejos, se ve la chacra de una expolicía a la que hace más de diez días le desvalijaron la casa junto con otros tres establecimientos de la zona.
En aquel raid delictivo, atraparon a un delincuente que decía que manejaba “un Uber en Trelew” y la Justicia lo liberó a las pocas horas. Los otros ladrones, aquella noche de furia, salieron disparados en medio de campo y se escaparon.
La liberación del “Uber trucho”, por si hiciera falta, desató una polémica entre el ministro de Seguridad, Héctor Iturrioz, el intendente Darío James, la jueza Carolina Marín y la fiscal Julieta Gamarra, por su liberación.
Aunque parezca mentira, el mismo día en que la mujer fue a reconocer algunos bienes recuperados, Diez se encontró con que dieron el golpe en su chacra. Lo cierto ya es nadie puede estar seguro dónde y cuándo le va a tocar.
Por Lisandro Aguirregabiría / Redacción Jornada
Rubén “Tito” Diez, un productor de 76 años, despide a Jornada antes de que oscurezca, en su chacra en la entrada a Gaiman, y se va a dormir al pueblo en su camioneta, porque ya no quiere pasar la noche ahí.
A unos pocos metros, doblando la curva por la Ruta 7, a la margen derecha, está el galpón de donde la noche del viernes, delincuentes se llevaron 120 bolsas de papas, unas dos toneladas por un valor de 1.560 pesos.
Debido a las heladas que hubo en el norte, el valor de la papa viene en alza y el productor estaba entusiasmado con su cosecha, que ascendió a unas 500 bolsas, y que le permitiría hacer unas refacciones en el canal de riego.
El entusiasmo se le vino abajo “la noche de luna llena” (recuerda bien) en que un peón le avisó que las vacas andaban sueltas por la ruta y la tranquera estaba abierta. “Uy, nos robaron las papas”, maldijo “Tito” Diez que salió disparado para la chacra.
"NO ME VOY"
“Tito” Diez es un productor ganadero conocido de Gaiman, que a sus 76 años no quiere dejar la chacra donde pasó toda su vida. Otros le ofrecieron alquilarle la chacra, pero él no se quiere ir; quiere disfrutar lo que edificó a lo largo de toda su vida.
El productor, en esa chacra que le robaron, siembra alfalfa y tiene un galpón con candado donde stockea las papas. En los otros establecimientos, más alejados, siembra las papas y cría el ganado.
“Voy a seguir porque no la quiero dejar abandonada”, resiste Tito quien, aunque le cuesta admitirlo, en el fondo sabe que no puede estar tranquilo.
El drama de Rubén Diez es el mismo drama que tienen otros vecinos que se están viendo empujados por malandras que, por lo general, van y vienen de Trelew. No sería extraño que las bolsas de papas estén fondeadas en algún galpón y las vendan en la calle.
Junto a la tranquera, en un camino de tierra, se alcanzan a ver huellas de la camioneta que salió disparada con la papa rumbo a Trelew. Cuando el sol empieza a bajar, en la calma, el lugar se convierte en tierra de nadie.
Cualquiera puede abrir una tranquera, meter una camioneta de culata, romper un candado y llevarse un cargamento con 120 bolsas sin que nadie vea nada. Las vacas fueron los únicos testigos.
“Estaba contento, iba a sacar como 500 bolsas, vienen estos y me lo limpian”, se lamenta Diez que explica que este extra de la papa le venía bien como complemento del engorde de ganado, su actividad principal.
EL QUINTO GOLPE
A lo lejos, se ve la chacra de una expolicía a la que hace más de diez días le desvalijaron la casa junto con otros tres establecimientos de la zona.
En aquel raid delictivo, atraparon a un delincuente que decía que manejaba “un Uber en Trelew” y la Justicia lo liberó a las pocas horas. Los otros ladrones, aquella noche de furia, salieron disparados en medio de campo y se escaparon.
La liberación del “Uber trucho”, por si hiciera falta, desató una polémica entre el ministro de Seguridad, Héctor Iturrioz, el intendente Darío James, la jueza Carolina Marín y la fiscal Julieta Gamarra, por su liberación.
Aunque parezca mentira, el mismo día en que la mujer fue a reconocer algunos bienes recuperados, Diez se encontró con que dieron el golpe en su chacra. Lo cierto ya es nadie puede estar seguro dónde y cuándo le va a tocar.