“Por suerte no es una causa frecuente, un problema que pueda aparecer habitualmente como ha pasado en el caso del joven uruguayo y también lo de la chica de Trelew, dos casos que nosotros consideramos como muerte súbita, es el término científico y médico a estas muertes repentinas por un factor cardíaco sin causa aparente o de personas teóricamente sanas”, explicó el médico deportólogo.
“Es raro y sobre todo ocurre en personas jóvenes y encima deportistas de elite, tiene una repercusión mediática y social que nos alerta a ver qué pasó, porqué y cómo”, remarcó.
“Se supone que los jugadores de este tipo de deportes y categorías debieran estar controlados, la verdad que sí, pero después de 10 años en el fútbol uno tiene algunas experiencias, pero por suerte son pocas, porque es más raro que ocurra”, insistió.
“Si bien los jugadores cuanto más profesionales son, más controles tienen, es importante decir que a nivel mundial no existe un estudio que permita controlar, evitar o detectar que sea víctima de una muerte súbita o de lo que le pasó a este chico de 27 años en Uruguay”, reveló Ballari.
“Claro que hay estudios específicos, no dejamos de hacerles a estudios a nuestros jugadores, los sometemos a la mayor cantidad, y además lo que están protocolizados de acuerdo a la disciplina y la categoría, pero así y todo puede haber un porcentaje, entre el 3 y 4 por ciento, que se nos escapan, que no manifiestan anomalías en estos tipos de estudios y después se desploman en un campo de juego”, admitió.
“Cuando aparecen casos como el Kun Agüero, estamos hablando de un futbolista que pasó por Independiente, la Liga Española, la Premier League, la selección y en esos 20 años debió haber sido sometido a muchos estudios, pero recién cuando fue transferido al Barcelona, donde le deben haber hecho los mismos estudios, apareció la arritmia que nunca estuvo y eso permitió salvarle la vida”, justificó el médico de Madryn.
“Hay una cosa importante para destacar, el Kun Agüero hizo síntomas, tenía palpitaciones, sintió por momentos que se iba a desmayar y eso arrojó el diagnóstico”, subrayó.
“A veces no hay síntomas que preceden a la muerte súbita, pero hay algo muy importante en la medicina que no los dicen cuando nos forman que el 80 por ciento se pueden prever con un buen interrogatorio médico y un buen examen físico”, advirtió Ballari.
“Quienes hacemos medicina deportiva y trabajamos con futbolistas de elite cuando ingresan a los jugadores a nuestros planteles, más allá de someterlos a estudios, para mí es sumamente importante sentarme con el jugador más allá de una planilla y un test con una serie de preguntas, detenerme el tiempo necesario para hablar de sus antecedentes personales y sobre todo familiares, saber si tuvo algún familiar con algún evento cardíaco, si alguien murió joven y lo desconocen, un papá, un abuelo, no nos olvidemos que su edad promedio es de 27 años, y entonces esas charlas no podrían permitir conocer algún tipo de antecedentes, enciende las alarmas y podemos escarbar con la mayor cantidad de estudios posibles, más allá de que el jugador no presente síntomas, para ver si descubre alguna arritmia oculta”, analizó el facultativo.
“El alto rendimiento no termina siendo sano y es una discusión de la comunidad médica, termina siendo a la larga nocivo para los seres humanos: los descansos, las dietas, los viajes, los tratamientos, la medicina deportiva es muy invasiva, la preparación física ha cambiado. Se escautea al deportista mucho más joven porque si bien su vida deportiva es corta, la preparación física los exige a un rendimiento mayor todo el tiempo”, evaluó Ballari.
“Nunca sabremos qué ha pasado con el corazón del Kun Agüero, pero es una posibilidad que fue producto de su exigencia física en el transcurso de su carrera”, retomó.
“Por suerte la muerte súbita en los deportistas de elite es poco frecuente, la muerte súbita es más frecuente en otro grupo etario, entre los 45 y 75 años, y en personas con factores de riesgo que fuman, tienen sobrepeso, no hacen actividad física, son diabéticos, hipertensos, ese es el grupo que mayor sufre la muerte súbita, de hecho el deporte nos previene, nos mejora de la calidad de vida y hace que los corazones sean más sanos”, precisó.
“Lo que pasa en estos casos es que hay una enfermedad oculta del corazón de tipo eléctrica que hace que no la podamos encontrar a pesar de muchos estudios cardiológicos y que en algún momento aparecen y termina con la vida de la persona”, lamentó.
“Nosotros en las capacitaciones ponemos como ejemplo al jugador chileno de Estudiantes en el partido de la Liga Profesional, que no fue una muerte súbita, un evento cardíaco, sino una malformación de arteria y vena a nivel cerebral, fue un accidente cerebro vascular, pero muy raro. Ese chico se salvó porque le pasó en un partido Estudiantes-Boca en el medio de la cancha, con ambulancia, partido televisado y con el sanatorio enfrente. Si le hubiera pasado en el predio de entrenamiento, lejos de La Plata, hubiéramos hablado de una tragedia. Muchas situaciones son inevitables”, ejemplificó.
“Le pido a los deportistas ser sinceros con el médico, que pasen por el clínico, el cardiólogo o el deportólogo, hay muchas cosas que se pueden detectar, avisos que el médico los interpreta, yo les pido a mis jugadores que no me mientan, que cuenten lo que alguna vez les pasó en lo físico, es muy importante para nosotros, pero sobre todo para ellos”, sentenció Ballari en el final de la sustanciosa charla.
“Por suerte no es una causa frecuente, un problema que pueda aparecer habitualmente como ha pasado en el caso del joven uruguayo y también lo de la chica de Trelew, dos casos que nosotros consideramos como muerte súbita, es el término científico y médico a estas muertes repentinas por un factor cardíaco sin causa aparente o de personas teóricamente sanas”, explicó el médico deportólogo.
“Es raro y sobre todo ocurre en personas jóvenes y encima deportistas de elite, tiene una repercusión mediática y social que nos alerta a ver qué pasó, porqué y cómo”, remarcó.
“Se supone que los jugadores de este tipo de deportes y categorías debieran estar controlados, la verdad que sí, pero después de 10 años en el fútbol uno tiene algunas experiencias, pero por suerte son pocas, porque es más raro que ocurra”, insistió.
“Si bien los jugadores cuanto más profesionales son, más controles tienen, es importante decir que a nivel mundial no existe un estudio que permita controlar, evitar o detectar que sea víctima de una muerte súbita o de lo que le pasó a este chico de 27 años en Uruguay”, reveló Ballari.
“Claro que hay estudios específicos, no dejamos de hacerles a estudios a nuestros jugadores, los sometemos a la mayor cantidad, y además lo que están protocolizados de acuerdo a la disciplina y la categoría, pero así y todo puede haber un porcentaje, entre el 3 y 4 por ciento, que se nos escapan, que no manifiestan anomalías en estos tipos de estudios y después se desploman en un campo de juego”, admitió.
“Cuando aparecen casos como el Kun Agüero, estamos hablando de un futbolista que pasó por Independiente, la Liga Española, la Premier League, la selección y en esos 20 años debió haber sido sometido a muchos estudios, pero recién cuando fue transferido al Barcelona, donde le deben haber hecho los mismos estudios, apareció la arritmia que nunca estuvo y eso permitió salvarle la vida”, justificó el médico de Madryn.
“Hay una cosa importante para destacar, el Kun Agüero hizo síntomas, tenía palpitaciones, sintió por momentos que se iba a desmayar y eso arrojó el diagnóstico”, subrayó.
“A veces no hay síntomas que preceden a la muerte súbita, pero hay algo muy importante en la medicina que no los dicen cuando nos forman que el 80 por ciento se pueden prever con un buen interrogatorio médico y un buen examen físico”, advirtió Ballari.
“Quienes hacemos medicina deportiva y trabajamos con futbolistas de elite cuando ingresan a los jugadores a nuestros planteles, más allá de someterlos a estudios, para mí es sumamente importante sentarme con el jugador más allá de una planilla y un test con una serie de preguntas, detenerme el tiempo necesario para hablar de sus antecedentes personales y sobre todo familiares, saber si tuvo algún familiar con algún evento cardíaco, si alguien murió joven y lo desconocen, un papá, un abuelo, no nos olvidemos que su edad promedio es de 27 años, y entonces esas charlas no podrían permitir conocer algún tipo de antecedentes, enciende las alarmas y podemos escarbar con la mayor cantidad de estudios posibles, más allá de que el jugador no presente síntomas, para ver si descubre alguna arritmia oculta”, analizó el facultativo.
“El alto rendimiento no termina siendo sano y es una discusión de la comunidad médica, termina siendo a la larga nocivo para los seres humanos: los descansos, las dietas, los viajes, los tratamientos, la medicina deportiva es muy invasiva, la preparación física ha cambiado. Se escautea al deportista mucho más joven porque si bien su vida deportiva es corta, la preparación física los exige a un rendimiento mayor todo el tiempo”, evaluó Ballari.
“Nunca sabremos qué ha pasado con el corazón del Kun Agüero, pero es una posibilidad que fue producto de su exigencia física en el transcurso de su carrera”, retomó.
“Por suerte la muerte súbita en los deportistas de elite es poco frecuente, la muerte súbita es más frecuente en otro grupo etario, entre los 45 y 75 años, y en personas con factores de riesgo que fuman, tienen sobrepeso, no hacen actividad física, son diabéticos, hipertensos, ese es el grupo que mayor sufre la muerte súbita, de hecho el deporte nos previene, nos mejora de la calidad de vida y hace que los corazones sean más sanos”, precisó.
“Lo que pasa en estos casos es que hay una enfermedad oculta del corazón de tipo eléctrica que hace que no la podamos encontrar a pesar de muchos estudios cardiológicos y que en algún momento aparecen y termina con la vida de la persona”, lamentó.
“Nosotros en las capacitaciones ponemos como ejemplo al jugador chileno de Estudiantes en el partido de la Liga Profesional, que no fue una muerte súbita, un evento cardíaco, sino una malformación de arteria y vena a nivel cerebral, fue un accidente cerebro vascular, pero muy raro. Ese chico se salvó porque le pasó en un partido Estudiantes-Boca en el medio de la cancha, con ambulancia, partido televisado y con el sanatorio enfrente. Si le hubiera pasado en el predio de entrenamiento, lejos de La Plata, hubiéramos hablado de una tragedia. Muchas situaciones son inevitables”, ejemplificó.
“Le pido a los deportistas ser sinceros con el médico, que pasen por el clínico, el cardiólogo o el deportólogo, hay muchas cosas que se pueden detectar, avisos que el médico los interpreta, yo les pido a mis jugadores que no me mientan, que cuenten lo que alguna vez les pasó en lo físico, es muy importante para nosotros, pero sobre todo para ellos”, sentenció Ballari en el final de la sustanciosa charla.