Debido a la grave lesión que sufrió Juan Galeano (esguince de rodilla derecha con ruptura de ligamento cruzado anterior) en el partido ante Quilmes, Deportivo Madryn anunció por sus redes sociales la llegada del "Tanque" Germán Rivero para sumarse al plantel "aurinegro" que dirige el "Tano" Gracián.
El delantero de 32 años tiene un vasto recorrido por clubes de la Primera Nacional anotando 27 goles. Jugó en Ferro, Patronato, Alvarado, Gimnasia de Mendoza, Almirante Brown y de pasado reciente por Talleres de Remedios de Escalada, donde marcó 2 goles en 2024. Debutó en Primera jugando en Flandria en 2013. Fue campeón en Uruguay con Plaza Colonia. Estaba entrenando con el club boliviano San Antonio Bulo Bulo, que está clasificado a la Copa Libertadores 2025, y que hace una semana lo había anunciado como refuerzo.
Madryn recibirá el domingo a las 17 en el "Abel Sastre" al San Miguel de Sebastián Battaglia buscando su primera victoria en el certamen.
???? Germán Rivero se convirtió en nuevo jugador de Deportivo Madryn. ?? Delantero de 32 años, su último paso fue por Talleres (RE). ?? De extenso recorrido en la categoría, jugó en clubes como Ferro, Patronato, Alvarado, Gimnasia (Mza.) y Almirante Brown. *?? Su llegada se da a… pic.twitter.com/7ZAAIa30b2
— Club Social y Deportivo Madryn (@ClubMadryn) February 27, 2025
La historia de Germán Rivero: el argentino campeón con Plaza Colonia, el Leicester uruguayo
Estuvo 10 meses sin jugar al fútbol y tuvo que trabajar de albañil y pintor. Con Flandria se fue a la C, pero en 2016 hizo historia en Uruguay. La vida del pibe que iba a entrenar en bicicleta y cuyo máximo sueño era jugar en Boca.
Plaza Colonia hizo historia en Uruguay y se convirtió, junto a Rocha, en losúnicosequipos que no sonde Montevideo que logransalircampeones. Germán Rivero fue el único argentino del plantel.
Germán era tan inquieto desde chico que su padre Héctor y su mamá Elena decidieron llevarlo a los 5 años al Club Social y Deportivo de Garín, su ciudad natal. Ahí jugaba a cancha seca o con barro y se cansaba de hacer goles. Un día, ya con 12 años, un muchacho que estaba al costado de la canchita lo vio jugar y le ofreció para ir a una prueba en Argentinos Juniors, en donde realizó todas las infantiles, pero quedó libre. Rápidamente llegó a Tigre para formarse con las juveniles y hasta jugó en Reserva, pero otra vez lo dejaron ir.
“Me bajonearon esas cosas porque siempre quise vivir de esto. Mi familia me decía que el sacrificio no lo debía tirar por la borda. Gracias a ellos no dejé el fútbol”, cuenta del otro lado del teléfono el actual 9 de Plaza Colonia.
El destino lo sepultó en Flandria, en donde firmó su primer contrato como profesional, pero a mediados de 2014 sufrió el descenso a la Primera C. De ahí pasó a Fénix para jugar solamente seis meses. Increíblemente, un problema de papeles y las deudas que tenía la institución de Pilar con él, lo dejaron afuera del fútbol por diezmeses en diciembre de ese mismo año.
Esos diez meses fueron los más largos de su vida y tal vez, los más dolorosos. Porque Germán quería vivir del fútbol y las cosas se complicaban día a día. Para darle lo mejor a su hijo Ián tuvo que salir a trabajar de pintor y de albañil con su padre en distintas construcciones y su mujer, Eliana, también hacía lo que podía para colaborar conla familia. Mitad del día ayudaba a su viejo y la otra mitad la aprovechaba para entrenar con el preparador físico que le pagó su representante.
"Estuve así 10 meses, entrenando duro. Después, por suerte, surgió la posibilidad que me había prometido mi representante, que era jugar en Uruguay. Traté de aprovecharlo y gracias a Dios pude revertir lo que me había pasado", contaba con orgullo este muchacho que llegó a Plaza Colonia en septiembre de 2015.
Batistuta, su ídolo
El ídolo futbolístico de Germán es el Bati, así como también Maradona y Messi. Un día su tió Juan y su tía Marimé movieron contactos para que el niño de 10 años conociera a su referente: tenían un primo lejano, que tenia relación con el histórico goleador. Entonces, Germán viajó hasta la casa de la leyenda, en Reconquista, y se sacó una foto además decompartirvarios minutos con el artillero.
Debido a la grave lesión que sufrió Juan Galeano (esguince de rodilla derecha con ruptura de ligamento cruzado anterior) en el partido ante Quilmes, Deportivo Madryn anunció por sus redes sociales la llegada del "Tanque" Germán Rivero para sumarse al plantel "aurinegro" que dirige el "Tano" Gracián.
El delantero de 32 años tiene un vasto recorrido por clubes de la Primera Nacional anotando 27 goles. Jugó en Ferro, Patronato, Alvarado, Gimnasia de Mendoza, Almirante Brown y de pasado reciente por Talleres de Remedios de Escalada, donde marcó 2 goles en 2024. Debutó en Primera jugando en Flandria en 2013. Fue campeón en Uruguay con Plaza Colonia. Estaba entrenando con el club boliviano San Antonio Bulo Bulo, que está clasificado a la Copa Libertadores 2025, y que hace una semana lo había anunciado como refuerzo.
Madryn recibirá el domingo a las 17 en el "Abel Sastre" al San Miguel de Sebastián Battaglia buscando su primera victoria en el certamen.
???? Germán Rivero se convirtió en nuevo jugador de Deportivo Madryn. ?? Delantero de 32 años, su último paso fue por Talleres (RE). ?? De extenso recorrido en la categoría, jugó en clubes como Ferro, Patronato, Alvarado, Gimnasia (Mza.) y Almirante Brown. *?? Su llegada se da a… pic.twitter.com/7ZAAIa30b2
— Club Social y Deportivo Madryn (@ClubMadryn) February 27, 2025
La historia de Germán Rivero: el argentino campeón con Plaza Colonia, el Leicester uruguayo
Estuvo 10 meses sin jugar al fútbol y tuvo que trabajar de albañil y pintor. Con Flandria se fue a la C, pero en 2016 hizo historia en Uruguay. La vida del pibe que iba a entrenar en bicicleta y cuyo máximo sueño era jugar en Boca.
Plaza Colonia hizo historia en Uruguay y se convirtió, junto a Rocha, en losúnicosequipos que no sonde Montevideo que logransalircampeones. Germán Rivero fue el único argentino del plantel.
Germán era tan inquieto desde chico que su padre Héctor y su mamá Elena decidieron llevarlo a los 5 años al Club Social y Deportivo de Garín, su ciudad natal. Ahí jugaba a cancha seca o con barro y se cansaba de hacer goles. Un día, ya con 12 años, un muchacho que estaba al costado de la canchita lo vio jugar y le ofreció para ir a una prueba en Argentinos Juniors, en donde realizó todas las infantiles, pero quedó libre. Rápidamente llegó a Tigre para formarse con las juveniles y hasta jugó en Reserva, pero otra vez lo dejaron ir.
“Me bajonearon esas cosas porque siempre quise vivir de esto. Mi familia me decía que el sacrificio no lo debía tirar por la borda. Gracias a ellos no dejé el fútbol”, cuenta del otro lado del teléfono el actual 9 de Plaza Colonia.
El destino lo sepultó en Flandria, en donde firmó su primer contrato como profesional, pero a mediados de 2014 sufrió el descenso a la Primera C. De ahí pasó a Fénix para jugar solamente seis meses. Increíblemente, un problema de papeles y las deudas que tenía la institución de Pilar con él, lo dejaron afuera del fútbol por diezmeses en diciembre de ese mismo año.
Esos diez meses fueron los más largos de su vida y tal vez, los más dolorosos. Porque Germán quería vivir del fútbol y las cosas se complicaban día a día. Para darle lo mejor a su hijo Ián tuvo que salir a trabajar de pintor y de albañil con su padre en distintas construcciones y su mujer, Eliana, también hacía lo que podía para colaborar conla familia. Mitad del día ayudaba a su viejo y la otra mitad la aprovechaba para entrenar con el preparador físico que le pagó su representante.
"Estuve así 10 meses, entrenando duro. Después, por suerte, surgió la posibilidad que me había prometido mi representante, que era jugar en Uruguay. Traté de aprovecharlo y gracias a Dios pude revertir lo que me había pasado", contaba con orgullo este muchacho que llegó a Plaza Colonia en septiembre de 2015.
Batistuta, su ídolo
El ídolo futbolístico de Germán es el Bati, así como también Maradona y Messi. Un día su tió Juan y su tía Marimé movieron contactos para que el niño de 10 años conociera a su referente: tenían un primo lejano, que tenia relación con el histórico goleador. Entonces, Germán viajó hasta la casa de la leyenda, en Reconquista, y se sacó una foto además decompartirvarios minutos con el artillero.