Por Edgardo Lillo.-
"Cuando estuvo Palermo me subieron a la Primera de Arsenal, entrené bastante tiempo y llegué a jugar amistosos, pero justo enganché la peor etapa del club, el fallecimiento e Grondona, el comienzo de la desorganización, el club se desplomó y también hubo un conjunto de malas decisiones personales", recordó Ramiro David De Lillo en medio de la charla con Tiempo Deportivo en Jornada Stream.
"Yo creo que no fue un buen momento mental, justo me tocó la enfermedad de papá, mis viejos ya habían vuelto a Trelew y tenía mucha presión, me quedaba en el club para ver si podía firmar mi primer contrato o buscarme otro club, y la verdad que la presión que había ahí es como una carnicería. Para mí significaba cumplir un sueño muy grande y a la vez estaba lo de papá, mentalmente no lo supe gestionar, no tomé buenas decisiones como mi representante, iba a cumplir 20 años", analizó.
"Me fui en 2017 a España, pero en el medio anduve por todos lados, en pandemia me escapé y me fui a Islandia, hace cuatro años ya había estado en Alemania un año, después Italia, de vuelta España y de nuevo en Alemania", resumió sobre su periplo europeo.
"Estoy en el sur, pegado a Suiza, en el TSV Singen,lo de las categorías siempre es un lío explicarlo, lo comparo con el Federal “A”, ahora nos está yendo muy bien porque estamos segundos y peleando para ascender", remarcó.
"Depende de cómo juguemos, pero soyenganche, media punta o interior, doble cinco", precisó respecto de sus posiciones en el campo.
"En Arsenal fui lateral izquierdo, me da gracia porque mi viejo se quería morir. Me subieron a Primera porque me vieron jugar de lateral, fue una vez en cancha de Vélez que el lateral izquierdo se rompió los ligamentos, yo era el único zurdo en el banco y me mandaron ahí. Me fue tan bien que en los últimos dos años jugué en esa posición", recordó.
"Cuando volví a la zona y jugué en Deportivo Madryn fue en el 2016, fue en el único club de la Liga del Valle", aludió.
Asentado y maduro
"Hay un abismo enorme, al principio me costó bastante, sobre todo porque era muy reciente lo de mi viejo y el cambio cultural fue muy grande, cada dos o tres meses me quería volver. Pero siempre digo que el fútbol que es lo más grande y lo más fuerte que tengo en vida y lo que me sostenía, hoy estoy mucho más maduro, aunque se sigue extrañando un montón, sobre todo por la cultura y los afectos", reconoció.
"El haber pasado por tantas situaciones difíciles a uno lo forjan y te hace tener otra mentalidad y hoy lo llevo con otra tranquilidad", fundamentó.
"Trato de ir todos los años o como mucho cada dos años, y mi mamá vino a verme el año pasado y fue un envión anímico impresionante", dijo sobre sus orígenes y afectos.
"Vivo muy bien, me considero muy afortunado, he podido vivir tranquilamente del fútbol, aunque depende de cada uno si quiere desarrollarse en otras áreas. Este año arranco el curso de entrenador, el club me abrió las puertas para entrenar las categorías infantiles", señaló.
"Mi viejo quería mucho más que yo que jugara al fútbol, él lo vivía con mucha más locura que yo", enfatizó.
"Mis viejos llegaron a mudarse a Buenos Aires para apoyarme en la pensión de Racing, me habían pasado muchas cosas, nunca supe cómo se enteraron y de un día para elotro estaban allá para acompañarme", evocó con una mezcla de nostalgia y alegría.
"Cuando me vine por primera vez estaba de novio, pero se hizo complicado, ahora estoy soltero", apuntó sobre su vida personal.
"No me cruzo con ningún argentino, lo que es extraño porque en España e Italia habíamos por todos lados. En nuestro equipo tenemos muchos alemanes, turcos, algunos jugadores de Africa. El arquero es brasileño, aunque vino de joven, con él es con el único que puedo hablar, en portugués", explicó sobre las cuestiones con el idioma y el trato con los demás extranjeros.
"Tengo que hablar inglés y alemán, la piloteamos un poco", agregó.
"No digo que soy hincha de Gaiman, pero por mi viejo y por Pichi es al club del Valle que más cariño le tengo, cuando salió campeón hace un par de años me alegro mucho", rescató Ramiro en el final.
Por Edgardo Lillo.-
"Cuando estuvo Palermo me subieron a la Primera de Arsenal, entrené bastante tiempo y llegué a jugar amistosos, pero justo enganché la peor etapa del club, el fallecimiento e Grondona, el comienzo de la desorganización, el club se desplomó y también hubo un conjunto de malas decisiones personales", recordó Ramiro David De Lillo en medio de la charla con Tiempo Deportivo en Jornada Stream.
"Yo creo que no fue un buen momento mental, justo me tocó la enfermedad de papá, mis viejos ya habían vuelto a Trelew y tenía mucha presión, me quedaba en el club para ver si podía firmar mi primer contrato o buscarme otro club, y la verdad que la presión que había ahí es como una carnicería. Para mí significaba cumplir un sueño muy grande y a la vez estaba lo de papá, mentalmente no lo supe gestionar, no tomé buenas decisiones como mi representante, iba a cumplir 20 años", analizó.
"Me fui en 2017 a España, pero en el medio anduve por todos lados, en pandemia me escapé y me fui a Islandia, hace cuatro años ya había estado en Alemania un año, después Italia, de vuelta España y de nuevo en Alemania", resumió sobre su periplo europeo.
"Estoy en el sur, pegado a Suiza, en el TSV Singen,lo de las categorías siempre es un lío explicarlo, lo comparo con el Federal “A”, ahora nos está yendo muy bien porque estamos segundos y peleando para ascender", remarcó.
"Depende de cómo juguemos, pero soyenganche, media punta o interior, doble cinco", precisó respecto de sus posiciones en el campo.
"En Arsenal fui lateral izquierdo, me da gracia porque mi viejo se quería morir. Me subieron a Primera porque me vieron jugar de lateral, fue una vez en cancha de Vélez que el lateral izquierdo se rompió los ligamentos, yo era el único zurdo en el banco y me mandaron ahí. Me fue tan bien que en los últimos dos años jugué en esa posición", recordó.
"Cuando volví a la zona y jugué en Deportivo Madryn fue en el 2016, fue en el único club de la Liga del Valle", aludió.
Asentado y maduro
"Hay un abismo enorme, al principio me costó bastante, sobre todo porque era muy reciente lo de mi viejo y el cambio cultural fue muy grande, cada dos o tres meses me quería volver. Pero siempre digo que el fútbol que es lo más grande y lo más fuerte que tengo en vida y lo que me sostenía, hoy estoy mucho más maduro, aunque se sigue extrañando un montón, sobre todo por la cultura y los afectos", reconoció.
"El haber pasado por tantas situaciones difíciles a uno lo forjan y te hace tener otra mentalidad y hoy lo llevo con otra tranquilidad", fundamentó.
"Trato de ir todos los años o como mucho cada dos años, y mi mamá vino a verme el año pasado y fue un envión anímico impresionante", dijo sobre sus orígenes y afectos.
"Vivo muy bien, me considero muy afortunado, he podido vivir tranquilamente del fútbol, aunque depende de cada uno si quiere desarrollarse en otras áreas. Este año arranco el curso de entrenador, el club me abrió las puertas para entrenar las categorías infantiles", señaló.
"Mi viejo quería mucho más que yo que jugara al fútbol, él lo vivía con mucha más locura que yo", enfatizó.
"Mis viejos llegaron a mudarse a Buenos Aires para apoyarme en la pensión de Racing, me habían pasado muchas cosas, nunca supe cómo se enteraron y de un día para elotro estaban allá para acompañarme", evocó con una mezcla de nostalgia y alegría.
"Cuando me vine por primera vez estaba de novio, pero se hizo complicado, ahora estoy soltero", apuntó sobre su vida personal.
"No me cruzo con ningún argentino, lo que es extraño porque en España e Italia habíamos por todos lados. En nuestro equipo tenemos muchos alemanes, turcos, algunos jugadores de Africa. El arquero es brasileño, aunque vino de joven, con él es con el único que puedo hablar, en portugués", explicó sobre las cuestiones con el idioma y el trato con los demás extranjeros.
"Tengo que hablar inglés y alemán, la piloteamos un poco", agregó.
"No digo que soy hincha de Gaiman, pero por mi viejo y por Pichi es al club del Valle que más cariño le tengo, cuando salió campeón hace un par de años me alegro mucho", rescató Ramiro en el final.