El objetivo es claro: acercar a la ciudadanía el valor de siete especies marinas emblemáticas que ahora cuentan con protección legal. “Queremos que la gente entienda que la ley no es solo un texto técnico, sino una herramienta concreta para cuidar lo que nos une como chubutenses”, explica la diputada Andrea Aguilera, autora de la iniciativa.
“Muchas veces las leyes se perciben como algo lejano, técnico o reservado a ámbitos institucionales”, explica la diputada provincial Andrea Aguilera. “Pero cuando hablamos de la declaración de monumentos naturales a especies de nuestra fauna, trazamos un nuevo horizonte de conservación que no solo busca proteger, sino también educar y transformar”.
Propuesta interactiva
La muestra, que ya confirmó sus primeras escalas en Rada Tilly y Esquel, tendrá un formato interactivo. Combinará paneles gráficos, material audiovisual, experiencias sonoras —como el canto de las ballenas o los sonidos de aves marinas—, además de talleres y charlas abiertas con científicos, educadores y artistas.
La iniciativa es coordinada junto al Proyecto Patagonia Azul, que desde hace unos años trabaja en educación ambiental, monitoreo de biodiversidad y restauración ecológica en el litoral patagónico. Su referente, Mariana Cassini, destaca que el objetivo es simple y potente: hacer que estas especies se vuelvan cercanas a la comunidad.
“Queremos que todas las personas puedan conocer a estas especies marinas, incluso si viven lejos del mar. Y si ya las conocen, que puedan aprender más, valorarlas más”, señala Cassini. “La muestra va a tener de todo: arte, ciencia, charlas, fotos, propuestas educativas para chicos y adolescentes. Va a ser algo vivo, dinámico”.
En este sentido, Cassini destacó el rol de un grupo de jóvenes que forma parte del proyecto Patagonia Azul: “Los chicos del programa educativo Club del Mar, colaboraron activamente para impulsar esta ley”.
Pero no es solo una exposición: es un gesto político y cultural. En relación a ello, la diputada Aguilera remarcó que “esperamos que la muestra logre un doble impacto: por un lado, fortalecer el conocimiento colectivo sobre los monumentos naturales de nuestra fauna y la legislación que los protege; y además impulsar el compromiso ciudadano con su preservación”.
Y agregó: “También queremos que funcione como disparador para futuras propuestas de conservación y para que las comunidades se involucren en la identificación de nuestra biodiversidad. Las leyes no solo regulan: también educan”.
Educar y concientizar
La dimensión pedagógica del proyecto es central. La ley, además de prohibir la caza, captura o comercio de las especies: también exige al Estado planes de manejo, monitoreo poblacional y campañas de sensibilización. Apuesta a un modelo de conservación que no depende del control punitivo, sino de una ciudadanía informada, consciente y participativa.
“Transformar una especie en Monumento Natural cambia la forma en que la comunidad la percibe: ya no es un recurso, es un patrimonio. Y lo que se siente como propio, se cuida más”, concluyó la diputada.
El objetivo es claro: acercar a la ciudadanía el valor de siete especies marinas emblemáticas que ahora cuentan con protección legal. “Queremos que la gente entienda que la ley no es solo un texto técnico, sino una herramienta concreta para cuidar lo que nos une como chubutenses”, explica la diputada Andrea Aguilera, autora de la iniciativa.
“Muchas veces las leyes se perciben como algo lejano, técnico o reservado a ámbitos institucionales”, explica la diputada provincial Andrea Aguilera. “Pero cuando hablamos de la declaración de monumentos naturales a especies de nuestra fauna, trazamos un nuevo horizonte de conservación que no solo busca proteger, sino también educar y transformar”.
Propuesta interactiva
La muestra, que ya confirmó sus primeras escalas en Rada Tilly y Esquel, tendrá un formato interactivo. Combinará paneles gráficos, material audiovisual, experiencias sonoras —como el canto de las ballenas o los sonidos de aves marinas—, además de talleres y charlas abiertas con científicos, educadores y artistas.
La iniciativa es coordinada junto al Proyecto Patagonia Azul, que desde hace unos años trabaja en educación ambiental, monitoreo de biodiversidad y restauración ecológica en el litoral patagónico. Su referente, Mariana Cassini, destaca que el objetivo es simple y potente: hacer que estas especies se vuelvan cercanas a la comunidad.
“Queremos que todas las personas puedan conocer a estas especies marinas, incluso si viven lejos del mar. Y si ya las conocen, que puedan aprender más, valorarlas más”, señala Cassini. “La muestra va a tener de todo: arte, ciencia, charlas, fotos, propuestas educativas para chicos y adolescentes. Va a ser algo vivo, dinámico”.
En este sentido, Cassini destacó el rol de un grupo de jóvenes que forma parte del proyecto Patagonia Azul: “Los chicos del programa educativo Club del Mar, colaboraron activamente para impulsar esta ley”.
Pero no es solo una exposición: es un gesto político y cultural. En relación a ello, la diputada Aguilera remarcó que “esperamos que la muestra logre un doble impacto: por un lado, fortalecer el conocimiento colectivo sobre los monumentos naturales de nuestra fauna y la legislación que los protege; y además impulsar el compromiso ciudadano con su preservación”.
Y agregó: “También queremos que funcione como disparador para futuras propuestas de conservación y para que las comunidades se involucren en la identificación de nuestra biodiversidad. Las leyes no solo regulan: también educan”.
Educar y concientizar
La dimensión pedagógica del proyecto es central. La ley, además de prohibir la caza, captura o comercio de las especies: también exige al Estado planes de manejo, monitoreo poblacional y campañas de sensibilización. Apuesta a un modelo de conservación que no depende del control punitivo, sino de una ciudadanía informada, consciente y participativa.
“Transformar una especie en Monumento Natural cambia la forma en que la comunidad la percibe: ya no es un recurso, es un patrimonio. Y lo que se siente como propio, se cuida más”, concluyó la diputada.