A 59 años del debut de Tehuelches

Fue un 14 de agosto de 1966 y en la vieja cancha ubicada al ingreso a Trelew derrotaba a la Unión del Oeste del Chubut por 11 a 3. Faltaban cinco años para que la Unión local se formalizara; pero aquella mañana de domingo los tries de Crespo, Ragonessi y la conversión de Rodríguez dejaba una huella imborrable en la historia de la ovalada provincial.

Historia pura. Debut con victoria de Tehuelches ante su par de Esquel.
17 AGO 2025 - 22:21 | Actualizado 17 AGO 2025 - 22:24

Por Juan Miguel Bigrevich/ Redacción Jornada

Hace 59 años, el seleccionado de rugby local, Tehuelches, hacía su debut oficial. Ganaba 11 a 3 a su par del Oeste chubutense. Fue un 14 de agosto de 1966 en la vieja cancha ubicada en lo que era el cruce de las Rutas 7 y 25, muy cerquita del viejo campo de juego del Club Florentino Ameghino y en donde en la actualidad se emplaza el shopping Trelew.

Faltaban cerca de cinco años para que la Unión de Rugby Valle del Chubut se fundara oficialmente con el aporte de Universitario (luego Patoruzú RC), Trelew RC, Bigornia Club, Banco y Draig Goch (con la razón social de Argentinos del Sur).

Sin embargo, ese 14 de agosto con dos tries de Gerardo Crespo -uno en cada tiempo- y otro de Ragonesi convertido por Evaristo Rodríguez, los blancos derrotaban a los cordilleranos que anotaron a través de Miserendino. Eran otros tiempos, otro tipo de esquema de juego y otra puntuación; pro la esencia siempre fue la misma y fue el germen para que la disciplina de la ovalada crecerá exponencialmente (al menos en infraestructura) hasta nuestros días.

El partido se jugó un domingo a la mañana. Más precisamente a las 11,30 y con dos tiempos de 35 minutos con un descanso de 5. Posteriormente, al juego la dirigencia local agasajó a la visitante en las históricas instalaciones del Trelew Tenis Club.

Tehuelches formó con Leguizamón; Scaglia, Encinas, Bimboni, C. Davies y Crespo, Mulhalland, Ragonesi, Rodríguez, A. Davies, Gómez (sí, el negro Hugo Edgar), Ottonelli, Elgorriaga, Robinson y Donatti. Luego ingresaron Jones y Antifani. Por su parte, Oeste salió con Fieler; Villalba, Greech, Delfer, Capandiegui, villalba, Sandoval, Miserendino, Feiberg, Huentequel, Borzzi, Firpo, Arriagada, Susaniche y Galbarino. Todos arbitrados por Roberto Lípez Pons secundado por Cooper y Repetur.

Jornada, a través de su formato papel lo cubrió, como ha sido históricamente, la línea de la editorial señera. Fue tapa con cobertura interior y si informó que los esquelenses dominaron el scrum fijo; pero que los medios fueron propiedad de los locales marcando las diferencias con Crespo (con sólo 15 años), Mulhalland y Néstor Jones.

Que pasaba

En la misma jornada, Gaiman FC derrotaba 3 a 1 a Huracán como local en lo que significaba la primera fecha del Torneo Oficial de Fútbol de una Liga que cumplía 24 y era presidida por José María Sáez.

Sin embargo, el tema que más atrapaba a la opinión pública era el aterrizaje de emergencia de un avión Curtis 46 de la empresa Halcón contra la costa en Dos Pozos, cerca de Punta Lobos y a 60 kilómetros de Trelew. Como saldo de ese drama, un tripulante desapareció y trece fueron rescatados.

Heracles Rapallini juraba como ministro de Economía provincial; como asimismo los doctores Manuel Garasino, Norberto Bianco y Julio Ruiz al frente del Superior Tribunal de Justicia (STJ).

Ya se había producido -quince días atrás- la llamada “Noche de los bastones largos”, donde el gobierno nacional de Juan Carlos Onganía intervenía cinco universidades de la UBA y el conflicto con las casas altas de estudio escalaba. También se hablaba sobre el potencial pesquero del litoral marítimo argentino y su valor agregado y como no podía ser de otra manera, aumentaba el valor del combustible. Nada viejo. Tampoco nada nuevo.

No obstante ello, 17 jugadores, vestidos de blanco con puños y cuello negro, iniciaban, sin querer queriendo, una actividad que derivó en muertes y renacimientos deportivos e institucionales y en donde sus equipos conformaron comunidades en las que el individuo dependía indefectiblemente del compañero, del otro, de los otros. Igual que aquellos; olvidados por las urgencia y la inmediatez y este postmodernismo indecoroso que no los saluda ni siquiera por cortesía.

Fue una sola vez en la vida que sucedió; pero en ese momento se vivió la eternidad compartida.

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Historia pura. Debut con victoria de Tehuelches ante su par de Esquel.
17 AGO 2025 - 22:21

Por Juan Miguel Bigrevich/ Redacción Jornada

Hace 59 años, el seleccionado de rugby local, Tehuelches, hacía su debut oficial. Ganaba 11 a 3 a su par del Oeste chubutense. Fue un 14 de agosto de 1966 en la vieja cancha ubicada en lo que era el cruce de las Rutas 7 y 25, muy cerquita del viejo campo de juego del Club Florentino Ameghino y en donde en la actualidad se emplaza el shopping Trelew.

Faltaban cerca de cinco años para que la Unión de Rugby Valle del Chubut se fundara oficialmente con el aporte de Universitario (luego Patoruzú RC), Trelew RC, Bigornia Club, Banco y Draig Goch (con la razón social de Argentinos del Sur).

Sin embargo, ese 14 de agosto con dos tries de Gerardo Crespo -uno en cada tiempo- y otro de Ragonesi convertido por Evaristo Rodríguez, los blancos derrotaban a los cordilleranos que anotaron a través de Miserendino. Eran otros tiempos, otro tipo de esquema de juego y otra puntuación; pro la esencia siempre fue la misma y fue el germen para que la disciplina de la ovalada crecerá exponencialmente (al menos en infraestructura) hasta nuestros días.

El partido se jugó un domingo a la mañana. Más precisamente a las 11,30 y con dos tiempos de 35 minutos con un descanso de 5. Posteriormente, al juego la dirigencia local agasajó a la visitante en las históricas instalaciones del Trelew Tenis Club.

Tehuelches formó con Leguizamón; Scaglia, Encinas, Bimboni, C. Davies y Crespo, Mulhalland, Ragonesi, Rodríguez, A. Davies, Gómez (sí, el negro Hugo Edgar), Ottonelli, Elgorriaga, Robinson y Donatti. Luego ingresaron Jones y Antifani. Por su parte, Oeste salió con Fieler; Villalba, Greech, Delfer, Capandiegui, villalba, Sandoval, Miserendino, Feiberg, Huentequel, Borzzi, Firpo, Arriagada, Susaniche y Galbarino. Todos arbitrados por Roberto Lípez Pons secundado por Cooper y Repetur.

Jornada, a través de su formato papel lo cubrió, como ha sido históricamente, la línea de la editorial señera. Fue tapa con cobertura interior y si informó que los esquelenses dominaron el scrum fijo; pero que los medios fueron propiedad de los locales marcando las diferencias con Crespo (con sólo 15 años), Mulhalland y Néstor Jones.

Que pasaba

En la misma jornada, Gaiman FC derrotaba 3 a 1 a Huracán como local en lo que significaba la primera fecha del Torneo Oficial de Fútbol de una Liga que cumplía 24 y era presidida por José María Sáez.

Sin embargo, el tema que más atrapaba a la opinión pública era el aterrizaje de emergencia de un avión Curtis 46 de la empresa Halcón contra la costa en Dos Pozos, cerca de Punta Lobos y a 60 kilómetros de Trelew. Como saldo de ese drama, un tripulante desapareció y trece fueron rescatados.

Heracles Rapallini juraba como ministro de Economía provincial; como asimismo los doctores Manuel Garasino, Norberto Bianco y Julio Ruiz al frente del Superior Tribunal de Justicia (STJ).

Ya se había producido -quince días atrás- la llamada “Noche de los bastones largos”, donde el gobierno nacional de Juan Carlos Onganía intervenía cinco universidades de la UBA y el conflicto con las casas altas de estudio escalaba. También se hablaba sobre el potencial pesquero del litoral marítimo argentino y su valor agregado y como no podía ser de otra manera, aumentaba el valor del combustible. Nada viejo. Tampoco nada nuevo.

No obstante ello, 17 jugadores, vestidos de blanco con puños y cuello negro, iniciaban, sin querer queriendo, una actividad que derivó en muertes y renacimientos deportivos e institucionales y en donde sus equipos conformaron comunidades en las que el individuo dependía indefectiblemente del compañero, del otro, de los otros. Igual que aquellos; olvidados por las urgencia y la inmediatez y este postmodernismo indecoroso que no los saluda ni siquiera por cortesía.

Fue una sola vez en la vida que sucedió; pero en ese momento se vivió la eternidad compartida.