Editorial / Manchados
Espert se hunde en el barro junto a "Fred" Machado y se llevan consigo a Milei. Los papelones de "Pato" Bullrich. Un Gobierno cada vez más vergonzoso.
Éramos pocos y reapareció Mauricio Macri. El escándalo sin fin que tiene como protagonista al actual diputado nacional y candidato a la reelección por La Libertad Avanza en el principal distrito electoral de la Argentina, José Luis Espert, pone otra vez en jaque al ya debilitado gobierno de Javier Milei, que viene siendo seriamente impactado desde hace varios meses con escándalos de corrupción que empezaron con la cripto $Libra, siguió con el 3% de coima que presuntamente cobraría Karina Milei y ahora estalla con los viejos aportes a la causa libertaria del acusado por Estados Unidos de ser “narcolavador”, Federico “Fred” Machado.
Agobiado por una economía que no da pie con bola, a pesar de las promesas de Donald Trump, y de los sucesivos escándalos que ponen en riesgo el desempeño de LLA en las elecciones de dentro de tres semanas, Milei no tuvo más remedio que rebajarse nuevamente y acceder a dos encuentros con el expresidente, al que poco menos que había orinado en el último año, sometiéndolo a la servidumbre política a través del PRO.
Milei, quien volvió a llamar “El Presi” al calabrés, lo recibió dos veces en la Quinta de Olivos en menos de una semana. El eje central fue “la búsqueda de acuerdos políticos con vistas a las elecciones generales de octubre”. Sí, a tres semanas de ir a votar, el líder de LLA quiere acordar con el líder del PRO. Incendiado es poco.
Milei escribióun posteo en su cuenta de X en donde aseguró que, a pesar de que no hubo fotos oficiales, él y Macri habían acordado “trabajar en conjunto” pero “a partir del 27 de octubre, para construir los consensos necesarios que nos permitan avanzar en las reformas estructurales que necesita nuestro país para que vuelva a ser grande”.
Milei está admitiendo que si pierde el 26 de octubre no le quedará otra salida que apelar a Macri para no hundirse en la ciénaga en la que está hoy. ¿El Presidente habrá leído alguna vez la fábula de la rana y el escorpión? Debería.
Pato criollo
En el medio, el diputado que se hizo famoso por pedir “cárcel o bala” para los delincuentes, no para de hundirse en su propio estiércol y queda cada vez más pegado a “Fred” Machado, aquel joven ambicioso que salió de las “Mil Viviendas” de Trelew al mundo, se convirtió en multimillonario y ahora Estados Unidos reclama su extradición acusado de narcotraficante, lavador de dinero y líder de un esquema Ponzi para estafar en la compra y venta de aviones. Una joyita.
Al parecer, Espert empezó a echar un olor tan hediondo que hasta sus propios camaradas empezaron a despegarse. Una de ellas fue la “superministra” de Seguridad, Patricia Bullrich, que no tardó ni un poco en pedirle a Espert que aclare su relación con el narco, tratando de mantener indemne su candidatura en CABA.
Pero “Pato”, como el pato criollo, no da paso sin defecar en el camino. El sábado protagonizó un insólito y grave “blooper” al quedar expuesta por su seguimiento personal y directo sobre el caso del presunto narcotraficante “Fred” Machado. La ministra intentó comunicarse con el fiscal antinarcóticos que investiga el caso, Diego Iglesias, pero se equivocó de número y llamó al periodista homónimo, a quien le preguntó sin preámbulos por el estado de la extradición.
El propio periodista, Diego Iglesias, fue quien relató la increíble llamada que recibió sobre el interés de la ministra en una causa judicial de alto voltaje político.
Si no fuera tan grave que una ministra del Poder Ejecutivo llame a un fiscal para interiorizarse sobre una causa judicial que involucra a un diputado de su propio espacio, sería realmente gracioso comprobar que Bullrich, además de todo lo que ya se sabe que es, también es una persona que no puede manejar su celular con la coordinación necesaria.
De “chisme de peluquería” a narcoescándalo
El escándalo que envuelve a Espert y sus vínculos con el empresario detenido pone una vez más en jaque la transparencia de la política argentina.
Las excusas de Espert, quien primero negó el vínculo, luego lo minimizó y finalmente lo justificó como un “asesoramiento privado que no se concretó por la pandemia”, son tan inconsistentes que cuesta creer que provengan de una figura a la que Milei se dirige como “El Profe” y ungió como candidato a diputado en la Provincia de Buenos Aires.
La minimización del hecho como un simple “chisme de peluquería”, como dijo Milei, resulta hasta insultante cuando se habla de presunto dinero proveniente del narcotráfico.
Todo se complejiza si se tiene en cuenta el dato no menor de que el abogado que defendió a Espert en el pasado y que hoy es letrado de Milei, Francisco Oneto, también es el abogado de “Fred” Machado. ¿Coincidencias?
A esta altura de la soireé, parecería una actitud naif exigir transparencia a los representantes. Pero ignorar o minimizar los peligrosos vínculos de los libertarios con los narcos no es sólouna falta ética sino un riesgo institucional que debilita aún más -como si hiciera falta- la endeble confianza de los ciudadanos en muchos integrantes de la clase política argentina.
Éramos pocos y reapareció Mauricio Macri. El escándalo sin fin que tiene como protagonista al actual diputado nacional y candidato a la reelección por La Libertad Avanza en el principal distrito electoral de la Argentina, José Luis Espert, pone otra vez en jaque al ya debilitado gobierno de Javier Milei, que viene siendo seriamente impactado desde hace varios meses con escándalos de corrupción que empezaron con la cripto $Libra, siguió con el 3% de coima que presuntamente cobraría Karina Milei y ahora estalla con los viejos aportes a la causa libertaria del acusado por Estados Unidos de ser “narcolavador”, Federico “Fred” Machado.
Agobiado por una economía que no da pie con bola, a pesar de las promesas de Donald Trump, y de los sucesivos escándalos que ponen en riesgo el desempeño de LLA en las elecciones de dentro de tres semanas, Milei no tuvo más remedio que rebajarse nuevamente y acceder a dos encuentros con el expresidente, al que poco menos que había orinado en el último año, sometiéndolo a la servidumbre política a través del PRO.
Milei, quien volvió a llamar “El Presi” al calabrés, lo recibió dos veces en la Quinta de Olivos en menos de una semana. El eje central fue “la búsqueda de acuerdos políticos con vistas a las elecciones generales de octubre”. Sí, a tres semanas de ir a votar, el líder de LLA quiere acordar con el líder del PRO. Incendiado es poco.
Milei escribióun posteo en su cuenta de X en donde aseguró que, a pesar de que no hubo fotos oficiales, él y Macri habían acordado “trabajar en conjunto” pero “a partir del 27 de octubre, para construir los consensos necesarios que nos permitan avanzar en las reformas estructurales que necesita nuestro país para que vuelva a ser grande”.
Milei está admitiendo que si pierde el 26 de octubre no le quedará otra salida que apelar a Macri para no hundirse en la ciénaga en la que está hoy. ¿El Presidente habrá leído alguna vez la fábula de la rana y el escorpión? Debería.
Pato criollo
En el medio, el diputado que se hizo famoso por pedir “cárcel o bala” para los delincuentes, no para de hundirse en su propio estiércol y queda cada vez más pegado a “Fred” Machado, aquel joven ambicioso que salió de las “Mil Viviendas” de Trelew al mundo, se convirtió en multimillonario y ahora Estados Unidos reclama su extradición acusado de narcotraficante, lavador de dinero y líder de un esquema Ponzi para estafar en la compra y venta de aviones. Una joyita.
Al parecer, Espert empezó a echar un olor tan hediondo que hasta sus propios camaradas empezaron a despegarse. Una de ellas fue la “superministra” de Seguridad, Patricia Bullrich, que no tardó ni un poco en pedirle a Espert que aclare su relación con el narco, tratando de mantener indemne su candidatura en CABA.
Pero “Pato”, como el pato criollo, no da paso sin defecar en el camino. El sábado protagonizó un insólito y grave “blooper” al quedar expuesta por su seguimiento personal y directo sobre el caso del presunto narcotraficante “Fred” Machado. La ministra intentó comunicarse con el fiscal antinarcóticos que investiga el caso, Diego Iglesias, pero se equivocó de número y llamó al periodista homónimo, a quien le preguntó sin preámbulos por el estado de la extradición.
El propio periodista, Diego Iglesias, fue quien relató la increíble llamada que recibió sobre el interés de la ministra en una causa judicial de alto voltaje político.
Si no fuera tan grave que una ministra del Poder Ejecutivo llame a un fiscal para interiorizarse sobre una causa judicial que involucra a un diputado de su propio espacio, sería realmente gracioso comprobar que Bullrich, además de todo lo que ya se sabe que es, también es una persona que no puede manejar su celular con la coordinación necesaria.
De “chisme de peluquería” a narcoescándalo
El escándalo que envuelve a Espert y sus vínculos con el empresario detenido pone una vez más en jaque la transparencia de la política argentina.
Las excusas de Espert, quien primero negó el vínculo, luego lo minimizó y finalmente lo justificó como un “asesoramiento privado que no se concretó por la pandemia”, son tan inconsistentes que cuesta creer que provengan de una figura a la que Milei se dirige como “El Profe” y ungió como candidato a diputado en la Provincia de Buenos Aires.
La minimización del hecho como un simple “chisme de peluquería”, como dijo Milei, resulta hasta insultante cuando se habla de presunto dinero proveniente del narcotráfico.
Todo se complejiza si se tiene en cuenta el dato no menor de que el abogado que defendió a Espert en el pasado y que hoy es letrado de Milei, Francisco Oneto, también es el abogado de “Fred” Machado. ¿Coincidencias?
A esta altura de la soireé, parecería una actitud naif exigir transparencia a los representantes. Pero ignorar o minimizar los peligrosos vínculos de los libertarios con los narcos no es sólouna falta ética sino un riesgo institucional que debilita aún más -como si hiciera falta- la endeble confianza de los ciudadanos en muchos integrantes de la clase política argentina.