Este miércoles temprano, los peatones que caminaban por las esquinas de Pellegrini y Chile, fueron sorprendidos por un singular pasacalle. En esta ocasión, no se trataba de ninguno que hacía referencia a algún político o partido.
Lo que no podremos saber y quedará como una espina clavada en nosotros, es si al final Rosmari le dijo que sí.
No todo está perdido en estos tiempos difíciles, sabiendo que allí afuera, en las calles, hay gente maravillosa.
Este miércoles temprano, los peatones que caminaban por las esquinas de Pellegrini y Chile, fueron sorprendidos por un singular pasacalle. En esta ocasión, no se trataba de ninguno que hacía referencia a algún político o partido.
Lo que no podremos saber y quedará como una espina clavada en nosotros, es si al final Rosmari le dijo que sí.
No todo está perdido en estos tiempos difíciles, sabiendo que allí afuera, en las calles, hay gente maravillosa.