“Hicimos todo a pulmón y lo perdimos en un toque”

En medio del temporal en Comodoro Rivadavia, un productor y su familia perdieron el trabajo de 13 años: animales, herramientas y equipamiento. Espera que algún funcionario se contacte con él.

18 NOV 2025 - 16:49 | Actualizado 18 NOV 2025 - 19:25

En medio del feroz temporal de viento que azotó a Comodoro Rivadavia, un incendio arrasó por completo el emprendimiento familiar de Osvaldo Demes, productor de carbón, leña y criador de cerdos en Kilómetro 14.

Las ráfagas complicaron las tareas de los bomberos, que trabajaron durante diez horas. Demes y su familia lo perdieron todo: animales, herramientas, envases, balanzas, seis equipos de leña y carbón, y hasta parte del terreno que había levantado a pulmón y a fuerza de trabajo. “Ha sido terrible. Perdí todo. En un toque lo perdimos todo”, dijo en Jornada Radio.

Los peritajes preliminares indicarían que el fuego se originó por una conexión eléctrica del sector lindante a su terreno. “Dicen que hubo una conexión desde otro lado. Se produjo un chispazo, agarró el pasto y con el viento se hizo imparable. Una cosa de no creer”.


El fuego avanzó de manera explosiva y, en pocos minutos, consumió años de trabajo. Y lamentó la pérdida de animales calcinados, lechones y quince madres “Todos los animales murieron quemados. Da muchísima tristeza tener que limpiar lo que quedó. Ni siquiera nos quedaron herramientas para poder hacer este trabajo”.

Aunque los bomberos lograron controlar las llamas, la zona continúa inestable. “No está extinguido. Taparon con tierra y abajo la línea sigue”. Esto les impide incluso retirarse del predio para pedir ayuda.

Durante la emergencia, vecinos de la zona colaboraron para intentar salvar lo que se pudiera. Pero también hubo episodios inesperados. “Robaron lechones y hoy vinieron a devolverlos. Son de acá del barrio. Gracias a Dios todavía queda gente buena”.

El emprendimiento familiar había cumplido trece años el sábado. Hoy todo está destruido. “Hicimos todo a pulmón y lo perdimos en un toque” lamentó.

Demes vive allí junto a su esposa y sus dos hijos, quienes también trabajan en el rubro. “Somos una familia unida. Vendemos carbón y leña. Siempre preparando pedidos, hachando y cortando”.

Aún no tuvo contacto con funcionarios. “Todavía no se acercó ninguna autoridad a hablar con nosotros ni nada. Espero que alguien se acerque”.

El productor reconoce que, en un temporal así, no hay precaución que alcance. “Por más recaudos que se tomen, contra la naturaleza no se puede. Los bomberos hicieron todo lo posible”.

A sus 56 años, y pese a la devastación, Demes se aferra a la única certeza posible. “Vamos a ver cómo podemos seguir adelante. Fuerza no nos falta porque siempre tuvimos que laburar”.

18 NOV 2025 - 16:49

En medio del feroz temporal de viento que azotó a Comodoro Rivadavia, un incendio arrasó por completo el emprendimiento familiar de Osvaldo Demes, productor de carbón, leña y criador de cerdos en Kilómetro 14.

Las ráfagas complicaron las tareas de los bomberos, que trabajaron durante diez horas. Demes y su familia lo perdieron todo: animales, herramientas, envases, balanzas, seis equipos de leña y carbón, y hasta parte del terreno que había levantado a pulmón y a fuerza de trabajo. “Ha sido terrible. Perdí todo. En un toque lo perdimos todo”, dijo en Jornada Radio.

Los peritajes preliminares indicarían que el fuego se originó por una conexión eléctrica del sector lindante a su terreno. “Dicen que hubo una conexión desde otro lado. Se produjo un chispazo, agarró el pasto y con el viento se hizo imparable. Una cosa de no creer”.


El fuego avanzó de manera explosiva y, en pocos minutos, consumió años de trabajo. Y lamentó la pérdida de animales calcinados, lechones y quince madres “Todos los animales murieron quemados. Da muchísima tristeza tener que limpiar lo que quedó. Ni siquiera nos quedaron herramientas para poder hacer este trabajo”.

Aunque los bomberos lograron controlar las llamas, la zona continúa inestable. “No está extinguido. Taparon con tierra y abajo la línea sigue”. Esto les impide incluso retirarse del predio para pedir ayuda.

Durante la emergencia, vecinos de la zona colaboraron para intentar salvar lo que se pudiera. Pero también hubo episodios inesperados. “Robaron lechones y hoy vinieron a devolverlos. Son de acá del barrio. Gracias a Dios todavía queda gente buena”.

El emprendimiento familiar había cumplido trece años el sábado. Hoy todo está destruido. “Hicimos todo a pulmón y lo perdimos en un toque” lamentó.

Demes vive allí junto a su esposa y sus dos hijos, quienes también trabajan en el rubro. “Somos una familia unida. Vendemos carbón y leña. Siempre preparando pedidos, hachando y cortando”.

Aún no tuvo contacto con funcionarios. “Todavía no se acercó ninguna autoridad a hablar con nosotros ni nada. Espero que alguien se acerque”.

El productor reconoce que, en un temporal así, no hay precaución que alcance. “Por más recaudos que se tomen, contra la naturaleza no se puede. Los bomberos hicieron todo lo posible”.

A sus 56 años, y pese a la devastación, Demes se aferra a la única certeza posible. “Vamos a ver cómo podemos seguir adelante. Fuerza no nos falta porque siempre tuvimos que laburar”.