Ocho meses después del choque que le costó perder su pierna izquierda, el cirujano Pablo De Mónaco escuchó por primera vez frente a frente las disculpas de Javier Rossi. Sentados en la sala de audiencias 2 de la Oficina Judicial de Rawson, el médico las aceptó pero advirtió que lo sucedido en la ruta 25 “no fue un accidente” sino una imprudencia que casi le cuesta la vida.
La mañana del 25 de marzo de este año, entre el ingreso al campo de jineteadas y el acceso al cerezal, Rossi aceleró su Toyota Hilux para sobrepasar a una Ford F-100 y a un Peugeot 504. No respetó la doble línea amarilla ni el aviso de curva ni el cartel de prohibición. Iba a Rawson. Se encontró de frente la moto de De Mónaco, que iba a Trelew. Lo chocó con el lateral izquierdo de su camioneta. El golpe amputó la pierna izquierda del cirujano, que salvó su vida en el Hospital “Santa Teresita”.

La procuradora de Fiscalía Janet Davies lo consideró “una maniobra imprudente y antirreglamentaria”. Y le imputó lesiones gravísimas.
Tras una trabajosa negociación de Fiscalía, defensa y querella, cuya letra fina se cerró minutos antes de la audiencia, Rossi aceptó su responsabilidad. Esta semana la jueza Eve Ponce homologará el acuerdo de juicio abreviado y será condenado a un año de prisión en suspenso. Deberá cumplir con un curso de señales de tránsito y le quitarán por dos años el carnet de conducir.

El defensor Fabián Gabalachis explicó que su cliente “siempre asumió su responsabilidad y a través de sus letrados deseó hacerle llegar sus disculpas porque su vida tampoco es la misma”.
De aspecto apagado, Rossi miró al médico: “Le pido disculpas a Pablo y a su familia, en mi vida pensé que esto me pasaría; toda mi solidaridad”.

De Mónaco respondió: “No fue un accidente. Tengo que aprender a vivir con una gamba menos; en cierta forma tuvimos suerte y lo resolvimos de la mejor manera. Acepto las disculpas porque sé que no fue voluntario pero necesito que esto sea ejemplificador”.
Tras la audiencia, el cirujano este mismo martes regresa a Capital Federal para seguir su rehabilitación. Está aprendiendo a caminar con su pierna ortopédica. “La estoy luchando y con trastornos del sueño que mejorarán con el tiempo, igual que mi habilidad para moverme”.

“Era importante estar en Rawson y lograr un acuerdo con la importancia de que se acepte la culpa, es la razón por la que vine. No podía aceptar una probation bajo ningún punto de vista”, explicó.
“El objetivo es que esto sea ejemplificador para quienes ponen sus propios intereses por encima de las normas de tránsito. Quien las viola debe hacerse responsable y pagar una pena, y eso es lo que conseguimos”.
Sobre las disculpas de Rossi, el cirujano consideró que “pueden tener un efecto positivo porque ni él ni yo tendremos la vida de antes con esta carga encima. Es algo. Playa Unión es chico y es importante tener una buena relación”.

“No lo hizo a propósito ni fue un accidente. Fue una maniobra premeditada con la intención de adelantarse sin importar que podía venir alguien de frente –dijo De Mónaco-; estoy seguro de que si era un camión no se adelantaba, pero como era una moto uno toma coraje y hace lo que no debe. Me pudo costar la vida”.
En cuanto a la condena, opinó que “parece poca pero no soy quien para juzgar, yo no pedía prisión efectiva sino que necesitaba un reconocimiento de culpa y que sea ejemplificador para que la sociedad cumpla las normas”.

Antes del incidente, el cirujano usó mucho la ruta 25 en su moto. “Todo el tiempo hay imprudencias en ruta para ganar tiempo, pero son puro riesgo y cero beneficio”.
De Mónaco no recuerda nada del choque. “Desperté en terapia con un tubo en boca y una pierna menos. Tuve mucho tiempo para pensar. Quiero volver a trabajar cuanto antes pero no estoy en condiciones. No puedo estar parado más de una hora y media”.

Ocho meses después del choque que le costó perder su pierna izquierda, el cirujano Pablo De Mónaco escuchó por primera vez frente a frente las disculpas de Javier Rossi. Sentados en la sala de audiencias 2 de la Oficina Judicial de Rawson, el médico las aceptó pero advirtió que lo sucedido en la ruta 25 “no fue un accidente” sino una imprudencia que casi le cuesta la vida.
La mañana del 25 de marzo de este año, entre el ingreso al campo de jineteadas y el acceso al cerezal, Rossi aceleró su Toyota Hilux para sobrepasar a una Ford F-100 y a un Peugeot 504. No respetó la doble línea amarilla ni el aviso de curva ni el cartel de prohibición. Iba a Rawson. Se encontró de frente la moto de De Mónaco, que iba a Trelew. Lo chocó con el lateral izquierdo de su camioneta. El golpe amputó la pierna izquierda del cirujano, que salvó su vida en el Hospital “Santa Teresita”.

La procuradora de Fiscalía Janet Davies lo consideró “una maniobra imprudente y antirreglamentaria”. Y le imputó lesiones gravísimas.
Tras una trabajosa negociación de Fiscalía, defensa y querella, cuya letra fina se cerró minutos antes de la audiencia, Rossi aceptó su responsabilidad. Esta semana la jueza Eve Ponce homologará el acuerdo de juicio abreviado y será condenado a un año de prisión en suspenso. Deberá cumplir con un curso de señales de tránsito y le quitarán por dos años el carnet de conducir.

El defensor Fabián Gabalachis explicó que su cliente “siempre asumió su responsabilidad y a través de sus letrados deseó hacerle llegar sus disculpas porque su vida tampoco es la misma”.
De aspecto apagado, Rossi miró al médico: “Le pido disculpas a Pablo y a su familia, en mi vida pensé que esto me pasaría; toda mi solidaridad”.

De Mónaco respondió: “No fue un accidente. Tengo que aprender a vivir con una gamba menos; en cierta forma tuvimos suerte y lo resolvimos de la mejor manera. Acepto las disculpas porque sé que no fue voluntario pero necesito que esto sea ejemplificador”.
Tras la audiencia, el cirujano este mismo martes regresa a Capital Federal para seguir su rehabilitación. Está aprendiendo a caminar con su pierna ortopédica. “La estoy luchando y con trastornos del sueño que mejorarán con el tiempo, igual que mi habilidad para moverme”.

“Era importante estar en Rawson y lograr un acuerdo con la importancia de que se acepte la culpa, es la razón por la que vine. No podía aceptar una probation bajo ningún punto de vista”, explicó.
“El objetivo es que esto sea ejemplificador para quienes ponen sus propios intereses por encima de las normas de tránsito. Quien las viola debe hacerse responsable y pagar una pena, y eso es lo que conseguimos”.
Sobre las disculpas de Rossi, el cirujano consideró que “pueden tener un efecto positivo porque ni él ni yo tendremos la vida de antes con esta carga encima. Es algo. Playa Unión es chico y es importante tener una buena relación”.

“No lo hizo a propósito ni fue un accidente. Fue una maniobra premeditada con la intención de adelantarse sin importar que podía venir alguien de frente –dijo De Mónaco-; estoy seguro de que si era un camión no se adelantaba, pero como era una moto uno toma coraje y hace lo que no debe. Me pudo costar la vida”.
En cuanto a la condena, opinó que “parece poca pero no soy quien para juzgar, yo no pedía prisión efectiva sino que necesitaba un reconocimiento de culpa y que sea ejemplificador para que la sociedad cumpla las normas”.

Antes del incidente, el cirujano usó mucho la ruta 25 en su moto. “Todo el tiempo hay imprudencias en ruta para ganar tiempo, pero son puro riesgo y cero beneficio”.
De Mónaco no recuerda nada del choque. “Desperté en terapia con un tubo en boca y una pierna menos. Tuve mucho tiempo para pensar. Quiero volver a trabajar cuanto antes pero no estoy en condiciones. No puedo estar parado más de una hora y media”.