Del fútbol barrial a ser el goleador del Valle
La victoria 2-1 de J.J. Moreno sobre Deportivo Villalonga dejó buenas sensaciones y nombres propios. Uno de ellos es Rodrigo Ferreyra, delantero que atraviesa un año inolvidable y que habló en Tiempo Deportivo Stream, con un repaso sincero de su camino y su presente.
Ferreyra nació futbolísticamente lejos de los focos. Empezó a jugar recién a los 14 años en la Liga Barrial, en Trelew, cuando muchos ya acumulaban años de formación. “Ya venía con la Liga Barrial desde los 14 años, hoy tengo 24. Empecé a jugar recién a los 14”, contó en Tiempo Deportivo Stream, con naturalidad y orgullo.
Ese recorrido tuvo diferentes escalas. Pasó por Dolavon en 2016 durante pocos meses y sumó partidos sueltos en Marche. “He jugado algunos partidos, no entrenaba”, recordó. En esos años, el fútbol convivía con otras prioridades.
Durante mucho tiempo jugó como volante central. El cambio llegó casi por recomendación familiar. “Generalmente jugué de 5, antes de ir a Moreno jugué un torneo de delantero, mi cuñado me recomendó de delantero”, explicó. Esa decisión terminó por marcar su carrera.
El crecimiento no fue inmediato. Ferreyra reconoce un proceso intenso de adaptación. “Me faltaba todo. Al principio me costaba controlar la pelota, la fuerza”, relató. El gimnasio fue un punto de quiebre. “Nunca había ido al gimnasio, eso fue lo que más me costó”, admitió.
Detrás del avance aparece una figura familiar importante. “Un referente es mi hermano, un gran jugador”, contó. Recordó que jugaba en Marche y que “se lo iba a llevar River, pero una lesión crónica le impidió irse”, una historia que dejó huella familiar.
Antes de llegar a Moreno, su rutina era muy distinta. “Trabajaba y viajaba todo el tiempo, tiraba fibra para Movistar”, dijo. En ese tramo, el respaldo familiar fue constante. “Mi familia y mi novia siempre me dijeron que me meta a un club y ahora me acompañan en todo”, expresó.
La llegada a J.J. Moreno marcó un antes y un después. “Moreno hoy es algo importante para mí. Desde que llegué me recibieron muy bien, los chicos me ayudaron mucho, en el gimnasio me dieron una mano terrible”, valoró.
El presente habla solo. Ferreyra acumula 30 goles en lo que va de 2025, tras ser goleador del primer semestre. “No me esperaba tantos goles, se dieron”, dijo. También contó que tuvo sondeos a mitad de año, pero eligió quedarse. “Decidí jugar en Moreno y jugar el Regional”, cerró, con la convicción intacta.
Ferreyra nació futbolísticamente lejos de los focos. Empezó a jugar recién a los 14 años en la Liga Barrial, en Trelew, cuando muchos ya acumulaban años de formación. “Ya venía con la Liga Barrial desde los 14 años, hoy tengo 24. Empecé a jugar recién a los 14”, contó en Tiempo Deportivo Stream, con naturalidad y orgullo.
Ese recorrido tuvo diferentes escalas. Pasó por Dolavon en 2016 durante pocos meses y sumó partidos sueltos en Marche. “He jugado algunos partidos, no entrenaba”, recordó. En esos años, el fútbol convivía con otras prioridades.
Durante mucho tiempo jugó como volante central. El cambio llegó casi por recomendación familiar. “Generalmente jugué de 5, antes de ir a Moreno jugué un torneo de delantero, mi cuñado me recomendó de delantero”, explicó. Esa decisión terminó por marcar su carrera.
El crecimiento no fue inmediato. Ferreyra reconoce un proceso intenso de adaptación. “Me faltaba todo. Al principio me costaba controlar la pelota, la fuerza”, relató. El gimnasio fue un punto de quiebre. “Nunca había ido al gimnasio, eso fue lo que más me costó”, admitió.
Detrás del avance aparece una figura familiar importante. “Un referente es mi hermano, un gran jugador”, contó. Recordó que jugaba en Marche y que “se lo iba a llevar River, pero una lesión crónica le impidió irse”, una historia que dejó huella familiar.
Antes de llegar a Moreno, su rutina era muy distinta. “Trabajaba y viajaba todo el tiempo, tiraba fibra para Movistar”, dijo. En ese tramo, el respaldo familiar fue constante. “Mi familia y mi novia siempre me dijeron que me meta a un club y ahora me acompañan en todo”, expresó.
La llegada a J.J. Moreno marcó un antes y un después. “Moreno hoy es algo importante para mí. Desde que llegué me recibieron muy bien, los chicos me ayudaron mucho, en el gimnasio me dieron una mano terrible”, valoró.
El presente habla solo. Ferreyra acumula 30 goles en lo que va de 2025, tras ser goleador del primer semestre. “No me esperaba tantos goles, se dieron”, dijo. También contó que tuvo sondeos a mitad de año, pero eligió quedarse. “Decidí jugar en Moreno y jugar el Regional”, cerró, con la convicción intacta.