El Parque Nacional Monte León, en la costa atlántica de la provincia de Santa Cruz, asiste a una transformación inesperada: los pumas han incorporado a los pingüinos de Magallanes a su dieta y hoy los cazan como nunca antes se había registrado en la región.
Este fenómeno, documentado en una investigación publicada en la revista Proceedings of the Royal Society, reveló una adaptación novedosa en la relación depredador-presa.

Emiliano Donadio, director científico de Rewilding Argentina y coautor del estudio, explicó a Infobae, que, “más que una nueva estrategia de los pumas, es una nueva interacción o al menos una interacción inesperada.
Los factores que la promovieron fueron la persecución de pumas y otros depredadores, como zorros, durante décadas por parte del hombre.
Esto liberó las costas de Patagonia de depredadores, lo cual permitió que los pingüinos, que habitualmente nidifican en islas, comiencen a colonizar las costas continentales y formar grandes colonias de nidificación.
En las últimas décadas, la persecución de los pumas disminuyó, particularmente en el área de estudio, que pasó de ser un campo de cría de ovejas a un Parque Nacional”. “Estos pumas —añadió— se encontraron con una nueva fuente de alimento, los miles de pingüinos que habitan la colonia de nidificación en la costa del parque nacional, y comenzaron a utilizarlos como fuente de alimento”.

Entre 2019 y 2023, el equipo científico empleó collares GPS en catorce pumas y cámaras trampa, con lo que logró registrar que los felinos concentran su actividad cerca de la colonia de pingüinos durante la época de cría, que ocupa algo más de la mitad del año.
Los pingüinos de Magallanes se convirtieron en presa esencial para los pumas tras su retorno, evidenciando un cambio insólito en la dinámica depredador-presa. Donadio explicó que “en su momento se pensaba que la interacción puma-pingüino era más bien anecdótica sin mayores impactos sobre pingüinos y pumas.

En el parque, la densidad de pumas alcanzó una cifra sin precedentes: en el área hay 13,2 a 13,3 pumas cada 100 kilómetros cuadrados, más del doble que en otras regiones de Sudamérica y 2,3 veces mayor que el máximo previamente registrado en el Chaco boliviano.
Consultado sobre el impacto potencial de esta depredación en las comunidades de las aves marinas, Donadio afirmó que “los datos de censos de la colonia de pingüinos del Parque Nacional Monte León indican que entre el 2004, fecha de creación del parque, y 2017, el número de pingüinos se ha mantenido estable e incluso ha aumentado levemente.

“El nivel de interacción social que hemos presenciado ha sido sorprendentemente alto”, apuntó Serota. La abundancia de recursos habría relajado la competencia entre individuos. El Parque Nacional Monte León se consolida como un escenario privilegiado para observar nuevas relaciones entre depredadores y presas en Argentina .



Donadio remarcó la investigación realizada que “ha sido posible gracias al trabajo conjunto de Fundación Rewilding Argentina, Parque Nacional Monte León y la Universidad de California-Berkeley y el financiamiento de National Geographic”. (Infobae)

El Parque Nacional Monte León, en la costa atlántica de la provincia de Santa Cruz, asiste a una transformación inesperada: los pumas han incorporado a los pingüinos de Magallanes a su dieta y hoy los cazan como nunca antes se había registrado en la región.
Este fenómeno, documentado en una investigación publicada en la revista Proceedings of the Royal Society, reveló una adaptación novedosa en la relación depredador-presa.

Emiliano Donadio, director científico de Rewilding Argentina y coautor del estudio, explicó a Infobae, que, “más que una nueva estrategia de los pumas, es una nueva interacción o al menos una interacción inesperada.
Los factores que la promovieron fueron la persecución de pumas y otros depredadores, como zorros, durante décadas por parte del hombre.
Esto liberó las costas de Patagonia de depredadores, lo cual permitió que los pingüinos, que habitualmente nidifican en islas, comiencen a colonizar las costas continentales y formar grandes colonias de nidificación.
En las últimas décadas, la persecución de los pumas disminuyó, particularmente en el área de estudio, que pasó de ser un campo de cría de ovejas a un Parque Nacional”. “Estos pumas —añadió— se encontraron con una nueva fuente de alimento, los miles de pingüinos que habitan la colonia de nidificación en la costa del parque nacional, y comenzaron a utilizarlos como fuente de alimento”.

Entre 2019 y 2023, el equipo científico empleó collares GPS en catorce pumas y cámaras trampa, con lo que logró registrar que los felinos concentran su actividad cerca de la colonia de pingüinos durante la época de cría, que ocupa algo más de la mitad del año.
Los pingüinos de Magallanes se convirtieron en presa esencial para los pumas tras su retorno, evidenciando un cambio insólito en la dinámica depredador-presa. Donadio explicó que “en su momento se pensaba que la interacción puma-pingüino era más bien anecdótica sin mayores impactos sobre pingüinos y pumas.

En el parque, la densidad de pumas alcanzó una cifra sin precedentes: en el área hay 13,2 a 13,3 pumas cada 100 kilómetros cuadrados, más del doble que en otras regiones de Sudamérica y 2,3 veces mayor que el máximo previamente registrado en el Chaco boliviano.
Consultado sobre el impacto potencial de esta depredación en las comunidades de las aves marinas, Donadio afirmó que “los datos de censos de la colonia de pingüinos del Parque Nacional Monte León indican que entre el 2004, fecha de creación del parque, y 2017, el número de pingüinos se ha mantenido estable e incluso ha aumentado levemente.

“El nivel de interacción social que hemos presenciado ha sido sorprendentemente alto”, apuntó Serota. La abundancia de recursos habría relajado la competencia entre individuos. El Parque Nacional Monte León se consolida como un escenario privilegiado para observar nuevas relaciones entre depredadores y presas en Argentina .



Donadio remarcó la investigación realizada que “ha sido posible gracias al trabajo conjunto de Fundación Rewilding Argentina, Parque Nacional Monte León y la Universidad de California-Berkeley y el financiamiento de National Geographic”. (Infobae)