Hallaron el celular de Ángeles y una mujer denunció al portero por acoso

Una testigo afirma que Mangeri le ofreció $100 para ir al sótano.

25 JUN 2013 - 22:37 | Actualizado

La investigación por el crimen de Ángeles Rawson sumó un elemento muy importante para avanzar y lograr que se esclarezca el caso.

Una mujer encontró el teléfono de la víctima en la zona de Tigre y se lo dio a la titular de la Asociación de Víctimas de Violación (AVIVI), quien hace más de una semana aportó un dato clave al advertir que las llaves de la adolescente estaban en la casa, lo que sirvió para determinar que la chica de 16 años había retornado a su domicilio antes de ser asesinada.

La aparición del teléfono móvil de Ángeles es muy importante, porque va a permitir trabajar en la red de celdas del celular para establecer cuáles fueron las últimas comunicaciones que la adolescente tuvo en las horas previas al crimen.

Lo que se sabía del teléfono es que había sido recargado con una tarjeta de $50 y fue apagado a las 21:49 del día en que la joven fue asesinada.

Un dato para tener en cuenta: ¿por qué el teléfono apareció en Tigre? Se especula con que el hallazgo se dio allí porque en esa zona viven parientes del portero.

“Sólo tengo 100 pesitos”

Una mujer denunció que Jorge Mangeri, el portero detenido por el crimen de Angeles Rawson, le ofreció 100 pesos para tener sexo con ella en el sótano del edificio del barrio porteño de Palermo donde trabajaba como encargado.

Fuentes policiales y judiciales confirmaron a Télam que la denuncia fue realizada el sábado 15 de junio pasado, el mismo día en que Mangeri quedaba detenido por el homicidio de Angeles y que su rostro fuera difundido por todos los canales de televisión

cuando salía de la fiscalía donde había sido llevado como testigo.

Según las fuentes, la denunciante es María Esther Hernández, quien dijo ser ejecutiva de ventas de la inmobiliaria “Fast Propiedades” y que tenía asignada la zona de Palermo y Belgrano para buscar casas en venta y ofrecer los servicios de la empresa.

“La mujer siempre camina por las calles de Palermo y Belgrano en búsqueda de propiedades, para dejar su tarjeta de la inmobiliaria, y por eso suele hablar con los encargados para averiguar si hay departamentos en venta”, explicó a Télam una fuente de la investigación.

Según los pesquisas, todo comenzó la mañana del jueves 13 de junio pasado cuando la mujer estaba mirando un noticiero por televisión y vio imágenes sobre el allanamiento que se había realizado en el edificio de Ravignani 2360.

Se trataba del primer allanamiento realizado en el marco de la causa por el homicidio de Ángeles, cuando los detectives de la División Homicidios de la Policía Federal ingresaron al departamento de la familia de la víctima en busca de ropa y objetos de importancia para la causa.

Las fuentes judiciales explicaron que en esas imágenes, la mujer pudo reconocer al encargado Jorge Mangeri, quien si bien no estaba trabajando por una supuesta enfermedad, se lo vio junto a los policías al momento del allanamiento. Inmediatamente, la mujer llamó al 911 y dijo que “quería efectuar manifestaciones sobre el caso de la menorÁngeles Rawson”.

El sábado 15 por la mañana, una comisión policial a cargo de un oficial se apersonó en la casa de la denunciante, en el barrio de Caballito, y allí la mujer contó lo que le había ocurrido.

En su testimonio dijo al policía que “había estado en el lugar (el edificio de la calle Ravignani 2360) aproximadamente dos años atrás, con motivo de trabajo”.

Sin precisar fecha, ni horario, ni circunstancias, Hernández agregó que en esa oportunidad “se acercó al nombrado (por Mangeri), quien se hallaba barriendo la vereda, a quien le preguntó por una casa abandonada que había junto al edificio”.

El portero, a quien conocía por haber visto habitualmente cuando recorría esa zona en busca de inmuebles, “le manifestó `Esther, ¿quiere pasar al sótano?. Sólo tengo cien pesitos´, a lo cual le contestó que era un desubicado y se retiró”. La denuncia fue comunicada al juzgado de instrucción porteño número tres, a cargo el juez Guillermo Carvajal, quien recibió el escrito y notificó al fiscal Andrés Madrea.

El fiscal y el juez entendieron que la denuncia debía ser unificada por “conexidad subjetiva” con la causa que tiene a su cargo el juez Javier Feliciano Ríos por el crimen de Angeles Rawson.

El juez Ríos y la fiscal de instrucción María Paula Asaro ya recibieron el escrito e incorporaron la denuncia al expediente.

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25 JUN 2013 - 22:37

La investigación por el crimen de Ángeles Rawson sumó un elemento muy importante para avanzar y lograr que se esclarezca el caso.

Una mujer encontró el teléfono de la víctima en la zona de Tigre y se lo dio a la titular de la Asociación de Víctimas de Violación (AVIVI), quien hace más de una semana aportó un dato clave al advertir que las llaves de la adolescente estaban en la casa, lo que sirvió para determinar que la chica de 16 años había retornado a su domicilio antes de ser asesinada.

La aparición del teléfono móvil de Ángeles es muy importante, porque va a permitir trabajar en la red de celdas del celular para establecer cuáles fueron las últimas comunicaciones que la adolescente tuvo en las horas previas al crimen.

Lo que se sabía del teléfono es que había sido recargado con una tarjeta de $50 y fue apagado a las 21:49 del día en que la joven fue asesinada.

Un dato para tener en cuenta: ¿por qué el teléfono apareció en Tigre? Se especula con que el hallazgo se dio allí porque en esa zona viven parientes del portero.

“Sólo tengo 100 pesitos”

Una mujer denunció que Jorge Mangeri, el portero detenido por el crimen de Angeles Rawson, le ofreció 100 pesos para tener sexo con ella en el sótano del edificio del barrio porteño de Palermo donde trabajaba como encargado.

Fuentes policiales y judiciales confirmaron a Télam que la denuncia fue realizada el sábado 15 de junio pasado, el mismo día en que Mangeri quedaba detenido por el homicidio de Angeles y que su rostro fuera difundido por todos los canales de televisión

cuando salía de la fiscalía donde había sido llevado como testigo.

Según las fuentes, la denunciante es María Esther Hernández, quien dijo ser ejecutiva de ventas de la inmobiliaria “Fast Propiedades” y que tenía asignada la zona de Palermo y Belgrano para buscar casas en venta y ofrecer los servicios de la empresa.

“La mujer siempre camina por las calles de Palermo y Belgrano en búsqueda de propiedades, para dejar su tarjeta de la inmobiliaria, y por eso suele hablar con los encargados para averiguar si hay departamentos en venta”, explicó a Télam una fuente de la investigación.

Según los pesquisas, todo comenzó la mañana del jueves 13 de junio pasado cuando la mujer estaba mirando un noticiero por televisión y vio imágenes sobre el allanamiento que se había realizado en el edificio de Ravignani 2360.

Se trataba del primer allanamiento realizado en el marco de la causa por el homicidio de Ángeles, cuando los detectives de la División Homicidios de la Policía Federal ingresaron al departamento de la familia de la víctima en busca de ropa y objetos de importancia para la causa.

Las fuentes judiciales explicaron que en esas imágenes, la mujer pudo reconocer al encargado Jorge Mangeri, quien si bien no estaba trabajando por una supuesta enfermedad, se lo vio junto a los policías al momento del allanamiento. Inmediatamente, la mujer llamó al 911 y dijo que “quería efectuar manifestaciones sobre el caso de la menorÁngeles Rawson”.

El sábado 15 por la mañana, una comisión policial a cargo de un oficial se apersonó en la casa de la denunciante, en el barrio de Caballito, y allí la mujer contó lo que le había ocurrido.

En su testimonio dijo al policía que “había estado en el lugar (el edificio de la calle Ravignani 2360) aproximadamente dos años atrás, con motivo de trabajo”.

Sin precisar fecha, ni horario, ni circunstancias, Hernández agregó que en esa oportunidad “se acercó al nombrado (por Mangeri), quien se hallaba barriendo la vereda, a quien le preguntó por una casa abandonada que había junto al edificio”.

El portero, a quien conocía por haber visto habitualmente cuando recorría esa zona en busca de inmuebles, “le manifestó `Esther, ¿quiere pasar al sótano?. Sólo tengo cien pesitos´, a lo cual le contestó que era un desubicado y se retiró”. La denuncia fue comunicada al juzgado de instrucción porteño número tres, a cargo el juez Guillermo Carvajal, quien recibió el escrito y notificó al fiscal Andrés Madrea.

El fiscal y el juez entendieron que la denuncia debía ser unificada por “conexidad subjetiva” con la causa que tiene a su cargo el juez Javier Feliciano Ríos por el crimen de Angeles Rawson.

El juez Ríos y la fiscal de instrucción María Paula Asaro ya recibieron el escrito e incorporaron la denuncia al expediente.