Buscando a Espiasse

El célebre asesino chubutense se fugó de Ezeiza y sigue prófugo. Dos veces escapó gracias a un aviso. Una historia increíble.

13 OCT 2013 - 22:21 | Actualizado

Martín Espiasse sigue sin aparecer. Es uno de los 13 presos que se fugaron de penal de Ezeiza el 19 de agosto. Siete ya fueron recapturados. Entre los seis que siguen prófugos se encuentra el delincuente de Trelew, condenado a perpetua por haber asesinado a dos policías. Pero hay un dato que convierte a Espiasse en un delincuente de temer: la Policía bonaerense tuvo datos sobre su paradero en dos oportunidades el último mes. Pero cuando llegó a los lugares señalados, Espiasse había desaparecido. Al parecer, el delincuente tiene muy bien aceitada su vida de prófugo: le avisan cuando van a buscarlo.

El jueves fue detenido Luciano Javier Campo, uno de los evadidos. Lo encontraron en Villa Lugano y según se pudo saber estaba por salir a robar la misma noche en la que fue recapturado. Vivía en Ciudad Oculta, en la precaria casa de un cómplice. Campo se movió con asombrosa facilidad durante los casi tres meses que estuvo libre. A tal punto que se comprobó que estuvo en Villa Soldati visitando a su mujer y sus cuatro hijos. Y que habría participado de once robos y dos asesinatos. Ya se había fugado en 2008 cuando gozaba de salidas transitorias bajo juramento. Estaba condenado a 20 años de prisión.

Además de Campo, ya fueron recapturados Juan Armando Durán, Claudio Marcelo Ortiz, Cristian Espínola, Luis Cristaldo, Luis Alberto López y Marcos Ezequiel Sánchez. Aún quedan seis fugados, protagonistas del escandaloso caso en el que escaparon por un túnel de unos cuarenta metros de largo.

Entre los que no aparecen se encuentra Espiasse, uno de los más peligrosos entre los evadidos. Y que además en un principio se detectó que estaba registrado con el mismo nombre falso con el que estuvo preso en Mendoza. La Policía bonaerense sabe que se trata no sólo de un peligroso delincuente sino también de un experto en fugas. Y por eso anda sobre sus pasos. Pero hasta ahora sin éxito.

Espiasse fue el cabecilla de la banda que asaltó un cajero automático ubicado en el ministerio de Economía, en Rawson. Fue en junio de 2007. En el robo mataron a los policías Oscar Cruzado y Pablo Rearte. Todos los integrantes de la banda fueron detenidos y juzgados. Espiasse fue llevado a Chubut en 2010, cuando la Policía de Mendoza lo reconoció por una foto. Fue condenado a perpetua y enviado a la Unidad 6 de Rawson, donde no estuvo mucho tiempo. Según pudo confirmar Jornada era intratable por su conducta y su relación con otros internos. Por eso, lo mandaron a Ezeiza un penal que se supone también es de máxima seguridad.

En nuestra provincia también tuvo condenas en 2001 y 2003. Pero los antecedentes de uno de los delincuentes más temidos de nuestra provincia tienen otros hechos sangrientos. En 1998 había asesinado al sargento Gabriel Jara cuando quiso hacer fugar a un hermano preso. Y se lo acusa de matar a su segunda esposa, en Córdoba.

Es evidente que sabe cómo mantenerse en la clandestinidad. Tras el robo al cajero fue el único integrante de la banda que desapareció. Y estuvo prófugo tres años hasta que se lo detectó preso en Mendoza. Allí también intentó fugarse del Hospital Central donde había sido llevado por una insuficiencia renal. Fue en marzo de 2010. Salió corriendo de la Sala Judicial del Hospital con las esposas puestas y el suero que le colgaba de uno de los brazos. Como se vio acorralado por la custodia, se tiró al canal Guaymallén. Se fracturó, fue detenido y lo sacaron en camilla y atado para devolverlo al Penal de Almafuerte.

Antes, en Bahía Blanca, había puesto tres bombas caseras junto al muro del penal mientras los otros presos jugaban al fútbol. Sólo una explotó y no pudo abrir el boquete deseado. En Mendoza cumplía una condena por robo agravado, luego de que fuera atrapado mientras asaltaba un depósito de camperas. En esa provincia se hacía llamar Matías Nicolás Lago González. Ese mismo nombre habría utilizado cuando llegó a Ezeiza, aunque lo descubrieron.

Lo cierto es que Espiasse sigue libre. Y todo indica que está protegido. Aunque la policía bonaerense realiza una paciente búsqueda de todos los delincuentes que se fueron de Ezeiza provocando una crisis en el Servicio Penitenciario Federal y la renuncia de su titular, el conocido Víctor Hortel.

Enterate de las noticias de POLICIALES a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
13 OCT 2013 - 22:21

Martín Espiasse sigue sin aparecer. Es uno de los 13 presos que se fugaron de penal de Ezeiza el 19 de agosto. Siete ya fueron recapturados. Entre los seis que siguen prófugos se encuentra el delincuente de Trelew, condenado a perpetua por haber asesinado a dos policías. Pero hay un dato que convierte a Espiasse en un delincuente de temer: la Policía bonaerense tuvo datos sobre su paradero en dos oportunidades el último mes. Pero cuando llegó a los lugares señalados, Espiasse había desaparecido. Al parecer, el delincuente tiene muy bien aceitada su vida de prófugo: le avisan cuando van a buscarlo.

El jueves fue detenido Luciano Javier Campo, uno de los evadidos. Lo encontraron en Villa Lugano y según se pudo saber estaba por salir a robar la misma noche en la que fue recapturado. Vivía en Ciudad Oculta, en la precaria casa de un cómplice. Campo se movió con asombrosa facilidad durante los casi tres meses que estuvo libre. A tal punto que se comprobó que estuvo en Villa Soldati visitando a su mujer y sus cuatro hijos. Y que habría participado de once robos y dos asesinatos. Ya se había fugado en 2008 cuando gozaba de salidas transitorias bajo juramento. Estaba condenado a 20 años de prisión.

Además de Campo, ya fueron recapturados Juan Armando Durán, Claudio Marcelo Ortiz, Cristian Espínola, Luis Cristaldo, Luis Alberto López y Marcos Ezequiel Sánchez. Aún quedan seis fugados, protagonistas del escandaloso caso en el que escaparon por un túnel de unos cuarenta metros de largo.

Entre los que no aparecen se encuentra Espiasse, uno de los más peligrosos entre los evadidos. Y que además en un principio se detectó que estaba registrado con el mismo nombre falso con el que estuvo preso en Mendoza. La Policía bonaerense sabe que se trata no sólo de un peligroso delincuente sino también de un experto en fugas. Y por eso anda sobre sus pasos. Pero hasta ahora sin éxito.

Espiasse fue el cabecilla de la banda que asaltó un cajero automático ubicado en el ministerio de Economía, en Rawson. Fue en junio de 2007. En el robo mataron a los policías Oscar Cruzado y Pablo Rearte. Todos los integrantes de la banda fueron detenidos y juzgados. Espiasse fue llevado a Chubut en 2010, cuando la Policía de Mendoza lo reconoció por una foto. Fue condenado a perpetua y enviado a la Unidad 6 de Rawson, donde no estuvo mucho tiempo. Según pudo confirmar Jornada era intratable por su conducta y su relación con otros internos. Por eso, lo mandaron a Ezeiza un penal que se supone también es de máxima seguridad.

En nuestra provincia también tuvo condenas en 2001 y 2003. Pero los antecedentes de uno de los delincuentes más temidos de nuestra provincia tienen otros hechos sangrientos. En 1998 había asesinado al sargento Gabriel Jara cuando quiso hacer fugar a un hermano preso. Y se lo acusa de matar a su segunda esposa, en Córdoba.

Es evidente que sabe cómo mantenerse en la clandestinidad. Tras el robo al cajero fue el único integrante de la banda que desapareció. Y estuvo prófugo tres años hasta que se lo detectó preso en Mendoza. Allí también intentó fugarse del Hospital Central donde había sido llevado por una insuficiencia renal. Fue en marzo de 2010. Salió corriendo de la Sala Judicial del Hospital con las esposas puestas y el suero que le colgaba de uno de los brazos. Como se vio acorralado por la custodia, se tiró al canal Guaymallén. Se fracturó, fue detenido y lo sacaron en camilla y atado para devolverlo al Penal de Almafuerte.

Antes, en Bahía Blanca, había puesto tres bombas caseras junto al muro del penal mientras los otros presos jugaban al fútbol. Sólo una explotó y no pudo abrir el boquete deseado. En Mendoza cumplía una condena por robo agravado, luego de que fuera atrapado mientras asaltaba un depósito de camperas. En esa provincia se hacía llamar Matías Nicolás Lago González. Ese mismo nombre habría utilizado cuando llegó a Ezeiza, aunque lo descubrieron.

Lo cierto es que Espiasse sigue libre. Y todo indica que está protegido. Aunque la policía bonaerense realiza una paciente búsqueda de todos los delincuentes que se fueron de Ezeiza provocando una crisis en el Servicio Penitenciario Federal y la renuncia de su titular, el conocido Víctor Hortel.


NOTICIAS RELACIONADAS