Filipinas: aumentan los muertos y la desesperación entre sobrevivientes

El número de muertos por el tifón Haiyan, que arrasó el centro de Filipinas, supera ya los 1.700, según fuentes oficiales, mientras aumenta la desesperación entre los supervivientes, para quienes la ONU pidió ayer a la comunidad internacional ayuda por valor de 224 millones de euros.

12 NOV 2013 - 22:18 | Actualizado

Cuatro días después del paso del tifón, escasea el agua potable, la comida y los supervivientes no encuentran cobijo, en especial en la ciudad de Tacloban, en la isla de Leyte.

Las provisiones llegan con cuentagotas a las provincias centrales de Samar, Leyte y el norte de Cebú, las más afectadas por Haiyán (bautizado como “Yolanda” por las autoridades locales), aunque las agencias nacionales e internacionales han empezado a desplegarse en la zona.

Según pudo observar Efe, prácticamente nada de la ayuda internacional ha llegado a Tacloban, donde los cadáveres se descomponen en las calles y las autoridades temen que se declare una epidemia.

En Tacloban apenas queda en pie un 30 % de los edificios, la mayoría en situación deplorable, y hay toneladas de desperdicios por las calles después de que el tifón arrasara la localidad, con ráfagas de hasta 300 kilómetros por hora.

Para velar por la seguridad, hay desplegados 500 soldados y agentes y cuatro vehículos blindados Simba patrullan la ciudad.

Ante esta situación, se espera la llegada de ayuda internacional a la zona, adonde se dirigen el portaaviones USS George Washington, flanqueado por otros barcos de la Armada estadounidense, y el buque de guerra británico HMS Daring, mientras que Médico Sin Fronteras tiene un equipo en la región desde el sábado.

Por su parte, Naciones Unidas instó hoy a la comunidad internacional a enviar ayuda por valor de 224 millones de euros a Filipinas, cantidad que las agencias de la ONU llamaron a conseguir para la respuesta de emergencia durante seis meses.

En concreto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) pidió 24 millones de dólares para aliviar los graves daños causados en la agricultura y la pesca.

Y es que, según la representante especial de la ONU para la reducción del riesgo por desastres, Margareta Wahlström, lo ocurrido en Filipinas “es una tragedia comparable al tsunami de 2004, que cambió la aproximación hacia la prevención del riesgo de desastres”, y equiparó la gravedad y el nivel de devastación de ambos fenómenos.

De momento, la comunidad internacional ha ofrecido a Filipinas unos 40 millones de euros en asistencia de emergencia, que incluye dinero, equipos médicos y de rescate y material de primeros auxilios, según el Departamento de Asuntos Exteriores filipino.

Las aportaciones proceden de una treintena de países, organizaciones internacionales y la Unión Europea (UE), que ayer anunció una ayuda adicional de 10 millones de euros para rehabilitar las zonas afectadas por el paso de Haiyan. La nueva ayuda se suma a los 3 millones de euros ya previstos por la UE, los 8 millones destinados a la recuperación socioeconómica del área de Mindanao y los dispositivos de emergencias y rescate desplegados por los países comunitarios, según Bruselas.

12 NOV 2013 - 22:18

Cuatro días después del paso del tifón, escasea el agua potable, la comida y los supervivientes no encuentran cobijo, en especial en la ciudad de Tacloban, en la isla de Leyte.

Las provisiones llegan con cuentagotas a las provincias centrales de Samar, Leyte y el norte de Cebú, las más afectadas por Haiyán (bautizado como “Yolanda” por las autoridades locales), aunque las agencias nacionales e internacionales han empezado a desplegarse en la zona.

Según pudo observar Efe, prácticamente nada de la ayuda internacional ha llegado a Tacloban, donde los cadáveres se descomponen en las calles y las autoridades temen que se declare una epidemia.

En Tacloban apenas queda en pie un 30 % de los edificios, la mayoría en situación deplorable, y hay toneladas de desperdicios por las calles después de que el tifón arrasara la localidad, con ráfagas de hasta 300 kilómetros por hora.

Para velar por la seguridad, hay desplegados 500 soldados y agentes y cuatro vehículos blindados Simba patrullan la ciudad.

Ante esta situación, se espera la llegada de ayuda internacional a la zona, adonde se dirigen el portaaviones USS George Washington, flanqueado por otros barcos de la Armada estadounidense, y el buque de guerra británico HMS Daring, mientras que Médico Sin Fronteras tiene un equipo en la región desde el sábado.

Por su parte, Naciones Unidas instó hoy a la comunidad internacional a enviar ayuda por valor de 224 millones de euros a Filipinas, cantidad que las agencias de la ONU llamaron a conseguir para la respuesta de emergencia durante seis meses.

En concreto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) pidió 24 millones de dólares para aliviar los graves daños causados en la agricultura y la pesca.

Y es que, según la representante especial de la ONU para la reducción del riesgo por desastres, Margareta Wahlström, lo ocurrido en Filipinas “es una tragedia comparable al tsunami de 2004, que cambió la aproximación hacia la prevención del riesgo de desastres”, y equiparó la gravedad y el nivel de devastación de ambos fenómenos.

De momento, la comunidad internacional ha ofrecido a Filipinas unos 40 millones de euros en asistencia de emergencia, que incluye dinero, equipos médicos y de rescate y material de primeros auxilios, según el Departamento de Asuntos Exteriores filipino.

Las aportaciones proceden de una treintena de países, organizaciones internacionales y la Unión Europea (UE), que ayer anunció una ayuda adicional de 10 millones de euros para rehabilitar las zonas afectadas por el paso de Haiyan. La nueva ayuda se suma a los 3 millones de euros ya previstos por la UE, los 8 millones destinados a la recuperación socioeconómica del área de Mindanao y los dispositivos de emergencias y rescate desplegados por los países comunitarios, según Bruselas.


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