El salario docente, una piedra en el zapato que el Gobierno debe sacarse sin demoras

Leé La Columna del Domingo, la tradicional editorial de la edición dominical de Jornada, con la mejor información política de Chubut.

08 MAR 2014 - 23:03 | Actualizado

Dos días de paro en los primeros tres del ciclo lectivo primario, y otro en marcha para mañana, justo cuando debería comenzar el secundario, ponen en jaque al Gobierno provincial.

La paritaria docente es la “madre de las paritarias”, por su impacto en el resto de la Administración Pública y, sobre todo, por su incidencia en el humor de la gente, que cuando sus hijos no pueden asistir a clases apuntan todas sus quejas contra los gobernantes.

Algo pasó en la discusión paritaria con los gremios docentes como para que aquella sensación de que todo estaba a punto de cerrarse terminara a un tris de estallar en mil pedazos, que es la sensación que quedó el viernes, cuando los representantes de la ATECh y el SiTraEd se fueron del Ministerio de Educación mascullando bronca.

El ministro Rubén Zárate, que parecía haber encaminado las cosas y al que se le reconoce su capacidad de negociación y diálogo, salió de su habitual autocontrol para advertirles a los gremios que si la negociación fracasa por exigencias antojadizas también se caerá la negociación semestral, tal vez, el mayor resultado conseguido por los gremios hasta ahora.

De Zárate y de buena parte del Gobierno dependerá poner en caja rápidamente la situación. Nadie habla de dar aumentos que no se puedan sostener en el tiempo, pero tampoco de intransigencias que minen las otras paritarias en marcha y próximas a comenzar.

La interna de la interna

No se debe soslayar que detrás de la discusión paritaria y de las lógicas exigencias de los sectores docentes más postergados, también se esconden juegos políticos de algunos sectores del sindicalismo docente. No sólo con el ánimo de meter presión al Gobierno sino también de remontar la cuesta que ellos mismos bajaron hace un tiempo y que ahora los obliga a exagerar posiciones.

Es sabido que la interna de la ATECh, que aún debe resolverse en la Justicia, dejó profundas heridas entre el sector oficialista que ahora lidera Santiago Goodman y el opositor que desde hace un tiempo encarna el comoderense Carlos Magno.

En medio de esta interna por ahora disimulada por una causa común -conseguir el mejor aumento posible-, a la conducción de la ATECh central se le hace cada vez más difícil arriar a las seccionales. Por caso la de la zona cordillerana, que como el año pasado la del Sur, empezó a tener una dinámica propia que preocupa a Goodman y sus adláteres.

Por si fuera poco, en Rawson comenzó a articularse un esquema de “autoconvocados” que critican a los gremios establecidos y, aseguran, representan cabalmente los intereses de los docentes. Es más, muchos de ellos aseguran que el paro de 24 horas de lunes de la ATECh quedará aplastado por un presunto “mandato de casi todas las escuelas” para que el paro sea por tiempo indeterminado.

Para otra vez quedará el debate de por qué estos mismos grupos de docentes de la zona del Valle, que nunca adhirieron a un paro del gremio nacional -CTERA- y el año pasado no pararon ni uno de los setenta días que se extendió la protesta docente en la zona sur, ahora parecen ser la reencarnación de Mary Sánchez, la combativa líder de la CTERA que en la décadas del ‘80 y ‘90 puso en jaque a más de un ministro de Educación de la Nación.

A todos estos aspectos complejos deberá enfrentarse el Gobierno a partir de esta misma semana. El propio gobernador Martín Buzzi deberá ponerse desde mañana mismo al frente de la estrategia para cerrar el entuerto con el menor costo político posible, si no quiere retroceder luego de haber empezado a dar algunos pasos al frente en su siempre complicado frente político y de gestión.

Discurso legislativo

El discurso inaugural de las sesiones ordinarias de la Legislatura provincial puso otra vez al gobernador frente a las miradas de todos los actores políticos y sociales.

Luego de un comienzo algo dubitativo, sobre todo cuando tuvo que bajar línea y marcar la cancha a algunos opositores -algo que todavía le sigue costando, sobre todo en público-, Buzzi logró redondear un discurso sensato, con algunos anuncios relevantes y un llamado a trabajar por una provincia más “moderna, equitativa y participativa”.

El anuncio del boleto estudiantil gratuito; los 1.875 millones de pesos en obras; el anuncio de la baja de la mortalidad infantil; y el envío a la Legislatura provincial de un proyecto para instaurar una ley electoral propia con Primarias Abiertas y Simultáneas Obligatorias (PASO), no son temas menores.

Con las obras, en particular, algunos de los más estrechos colaboradores le han advertido al gobernador que es imperioso ponerle un poco más de presión a las áreas técnicas correspondientes, para que lo que podría ser un punto a favor del Gobierno no termine siendo un pelotazo en contra.

En este sentido, algunas miradas se posan sobre el IPV, que conduce Ricardo Trovant, al que más de una vez le han pedido más celeridad y dedicación para que lo que se promete, se cumpla.

Daniel, el amigo de todos

La visita de Daniel Scioli a Chubut fue, sin dudas, el hecho político de la semana. Con una agenda oficial sin demasiada relevancia como excusa perfecta para su visita, el bonaerense se movió en las doce horas que estuvo en Chubut como lo que es: el presidenciable con mayor experiencia, lomo curtido y cintura más ágil.

Diplomático como pocos, Scioli no se separó ni un instante del anfitrión, el gobernador Buzzi, pero no dejó de hacer gestos para todos los costados del peronismo chubutense.

Agradeció con “gratitud y orgullo” que Buzzi haya salido en el diario La Nación a respaldar su eventual candidatura presidencial, pero no pudo evitar ser políticamente correcto y enfatizó que todavía no es el momento de hablar esas cosas. Nadie le creyó.

La espalda de Scioli le permitió sacarse fotos con medio mundo. En su breve paso por Trelew, posó sin prejuicio y a puras sonrisas junto al intendente Máximo Pérez Catán; su secretario y exdiputado nacional, Francisco “Pancho” Salto (conocidos del gobernador bonaerense de los años 90); y el vicegobernador, César Gustavo Mac Karthy.

Y hasta respondió sin incomodarse que aún mantiene su larga relación con Mario Das Neves, hoy alineado sin fisuras al principal enemigo político de Scioli: Sergio Massa. Nadie imagina que alguien tan pragmático como Scioli vaya a reprocharle a Das Neves su actual alineamiento político, salvo que el ahora diputado nacional termine jugando en las grandes ligas en 2015 y quede parado en una vereda opuesta.

Gestos para descifrar

El gobernador de Buenos Aires almorzó el viernes con un centenar de dirigentes peronistas en un asado organizado por un experto en estas lides, el dirigente mercantil Alfredo Beliz. A ese almuerzo no faltaron ni Mac Karthy ni otros dirigentes hoy alejados del gobernador Buzzi, como el exministro Norberto Yauhar, que se sentó a la mesa codo a codo con el director del Banco del Chubut, Carlos Eliceche.

Y por la tarde-noche, ya en Comodoro Rivadavia, se mostró en buena sintonía con el intendente Néstor Di Pierro, que lo fue a buscar al aeropuerto y lo paseó por la ciudad como se recibe a los buenos amigos. Jugó un partido de fútbol con su equipo Villa La Ñata Sporting Club, y se fundió en un abrazo con el empresario Cristóbal López, dueño del equipo derrotado.

Después descansó algunas horas en la ciudad petrolera y el sábado temprano partió hacia Mendoza. Porque, ya se sabe, la campaña para llegar a la Casa Rosada es, sobre todo, agotadora y larga.

Aunque falta mucho para que la moneda que está dando vueltas en el aire caiga y muestre su cara, quedó en evidencia que gran parte del peronismo de Chubut mira a Scioli con simpatía. Y si hay algo que los peronistas detectan más rápidos que ningún otro, es el aroma al centro del poder que se avecina.

Scioli, por su parte, consiguió lo que quería: que a todos los dirigentes peronistas de Chubut les quedara más que claro que no había bajado para “bendecir” a nadie sino a buscar apoyos de todos aquellos que se quieran sumar al partido más picante que deberá enfrentar él y buena parte del peronismo, que ya arrancó pero tendrá sus alternativas más emocionantes recién en 2015.

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08 MAR 2014 - 23:03

Dos días de paro en los primeros tres del ciclo lectivo primario, y otro en marcha para mañana, justo cuando debería comenzar el secundario, ponen en jaque al Gobierno provincial.

La paritaria docente es la “madre de las paritarias”, por su impacto en el resto de la Administración Pública y, sobre todo, por su incidencia en el humor de la gente, que cuando sus hijos no pueden asistir a clases apuntan todas sus quejas contra los gobernantes.

Algo pasó en la discusión paritaria con los gremios docentes como para que aquella sensación de que todo estaba a punto de cerrarse terminara a un tris de estallar en mil pedazos, que es la sensación que quedó el viernes, cuando los representantes de la ATECh y el SiTraEd se fueron del Ministerio de Educación mascullando bronca.

El ministro Rubén Zárate, que parecía haber encaminado las cosas y al que se le reconoce su capacidad de negociación y diálogo, salió de su habitual autocontrol para advertirles a los gremios que si la negociación fracasa por exigencias antojadizas también se caerá la negociación semestral, tal vez, el mayor resultado conseguido por los gremios hasta ahora.

De Zárate y de buena parte del Gobierno dependerá poner en caja rápidamente la situación. Nadie habla de dar aumentos que no se puedan sostener en el tiempo, pero tampoco de intransigencias que minen las otras paritarias en marcha y próximas a comenzar.

La interna de la interna

No se debe soslayar que detrás de la discusión paritaria y de las lógicas exigencias de los sectores docentes más postergados, también se esconden juegos políticos de algunos sectores del sindicalismo docente. No sólo con el ánimo de meter presión al Gobierno sino también de remontar la cuesta que ellos mismos bajaron hace un tiempo y que ahora los obliga a exagerar posiciones.

Es sabido que la interna de la ATECh, que aún debe resolverse en la Justicia, dejó profundas heridas entre el sector oficialista que ahora lidera Santiago Goodman y el opositor que desde hace un tiempo encarna el comoderense Carlos Magno.

En medio de esta interna por ahora disimulada por una causa común -conseguir el mejor aumento posible-, a la conducción de la ATECh central se le hace cada vez más difícil arriar a las seccionales. Por caso la de la zona cordillerana, que como el año pasado la del Sur, empezó a tener una dinámica propia que preocupa a Goodman y sus adláteres.

Por si fuera poco, en Rawson comenzó a articularse un esquema de “autoconvocados” que critican a los gremios establecidos y, aseguran, representan cabalmente los intereses de los docentes. Es más, muchos de ellos aseguran que el paro de 24 horas de lunes de la ATECh quedará aplastado por un presunto “mandato de casi todas las escuelas” para que el paro sea por tiempo indeterminado.

Para otra vez quedará el debate de por qué estos mismos grupos de docentes de la zona del Valle, que nunca adhirieron a un paro del gremio nacional -CTERA- y el año pasado no pararon ni uno de los setenta días que se extendió la protesta docente en la zona sur, ahora parecen ser la reencarnación de Mary Sánchez, la combativa líder de la CTERA que en la décadas del ‘80 y ‘90 puso en jaque a más de un ministro de Educación de la Nación.

A todos estos aspectos complejos deberá enfrentarse el Gobierno a partir de esta misma semana. El propio gobernador Martín Buzzi deberá ponerse desde mañana mismo al frente de la estrategia para cerrar el entuerto con el menor costo político posible, si no quiere retroceder luego de haber empezado a dar algunos pasos al frente en su siempre complicado frente político y de gestión.

Discurso legislativo

El discurso inaugural de las sesiones ordinarias de la Legislatura provincial puso otra vez al gobernador frente a las miradas de todos los actores políticos y sociales.

Luego de un comienzo algo dubitativo, sobre todo cuando tuvo que bajar línea y marcar la cancha a algunos opositores -algo que todavía le sigue costando, sobre todo en público-, Buzzi logró redondear un discurso sensato, con algunos anuncios relevantes y un llamado a trabajar por una provincia más “moderna, equitativa y participativa”.

El anuncio del boleto estudiantil gratuito; los 1.875 millones de pesos en obras; el anuncio de la baja de la mortalidad infantil; y el envío a la Legislatura provincial de un proyecto para instaurar una ley electoral propia con Primarias Abiertas y Simultáneas Obligatorias (PASO), no son temas menores.

Con las obras, en particular, algunos de los más estrechos colaboradores le han advertido al gobernador que es imperioso ponerle un poco más de presión a las áreas técnicas correspondientes, para que lo que podría ser un punto a favor del Gobierno no termine siendo un pelotazo en contra.

En este sentido, algunas miradas se posan sobre el IPV, que conduce Ricardo Trovant, al que más de una vez le han pedido más celeridad y dedicación para que lo que se promete, se cumpla.

Daniel, el amigo de todos

La visita de Daniel Scioli a Chubut fue, sin dudas, el hecho político de la semana. Con una agenda oficial sin demasiada relevancia como excusa perfecta para su visita, el bonaerense se movió en las doce horas que estuvo en Chubut como lo que es: el presidenciable con mayor experiencia, lomo curtido y cintura más ágil.

Diplomático como pocos, Scioli no se separó ni un instante del anfitrión, el gobernador Buzzi, pero no dejó de hacer gestos para todos los costados del peronismo chubutense.

Agradeció con “gratitud y orgullo” que Buzzi haya salido en el diario La Nación a respaldar su eventual candidatura presidencial, pero no pudo evitar ser políticamente correcto y enfatizó que todavía no es el momento de hablar esas cosas. Nadie le creyó.

La espalda de Scioli le permitió sacarse fotos con medio mundo. En su breve paso por Trelew, posó sin prejuicio y a puras sonrisas junto al intendente Máximo Pérez Catán; su secretario y exdiputado nacional, Francisco “Pancho” Salto (conocidos del gobernador bonaerense de los años 90); y el vicegobernador, César Gustavo Mac Karthy.

Y hasta respondió sin incomodarse que aún mantiene su larga relación con Mario Das Neves, hoy alineado sin fisuras al principal enemigo político de Scioli: Sergio Massa. Nadie imagina que alguien tan pragmático como Scioli vaya a reprocharle a Das Neves su actual alineamiento político, salvo que el ahora diputado nacional termine jugando en las grandes ligas en 2015 y quede parado en una vereda opuesta.

Gestos para descifrar

El gobernador de Buenos Aires almorzó el viernes con un centenar de dirigentes peronistas en un asado organizado por un experto en estas lides, el dirigente mercantil Alfredo Beliz. A ese almuerzo no faltaron ni Mac Karthy ni otros dirigentes hoy alejados del gobernador Buzzi, como el exministro Norberto Yauhar, que se sentó a la mesa codo a codo con el director del Banco del Chubut, Carlos Eliceche.

Y por la tarde-noche, ya en Comodoro Rivadavia, se mostró en buena sintonía con el intendente Néstor Di Pierro, que lo fue a buscar al aeropuerto y lo paseó por la ciudad como se recibe a los buenos amigos. Jugó un partido de fútbol con su equipo Villa La Ñata Sporting Club, y se fundió en un abrazo con el empresario Cristóbal López, dueño del equipo derrotado.

Después descansó algunas horas en la ciudad petrolera y el sábado temprano partió hacia Mendoza. Porque, ya se sabe, la campaña para llegar a la Casa Rosada es, sobre todo, agotadora y larga.

Aunque falta mucho para que la moneda que está dando vueltas en el aire caiga y muestre su cara, quedó en evidencia que gran parte del peronismo de Chubut mira a Scioli con simpatía. Y si hay algo que los peronistas detectan más rápidos que ningún otro, es el aroma al centro del poder que se avecina.

Scioli, por su parte, consiguió lo que quería: que a todos los dirigentes peronistas de Chubut les quedara más que claro que no había bajado para “bendecir” a nadie sino a buscar apoyos de todos aquellos que se quieran sumar al partido más picante que deberá enfrentar él y buena parte del peronismo, que ya arrancó pero tendrá sus alternativas más emocionantes recién en 2015.


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