El macrismo quiere emular a Domingo Cavallo
El diputado nacional del PRO, Federico Sturzenegger, anunció hoy que planteará en el Congreso Nacional una rebaja de los impuestos laborales, con el objetivo de aumentar el empleo, receta ya aplicada por el ex ministro de Economía Domingo Cavallo durante los `90.
"Uno de los problemas que tenemos en la Argentina y en el que la clase política no pone atención es en los altísimos impuestos que tiene el trabajo", aseguró Sturzenegger a Radio 10.
Así subrayó que "siempre se dice que se debe promover el trabajo de calidad", pero remarcó que "a lo que más le ponemos impuestos es al trabajo".
Según el legislador macrista, "cuando alguien quiere contratar un trabajador, tiene que pagar no sólo sus cargas personales, sino las cargas empresarias que son muy altas".
Así sostuvo que "eso hace que el salario que se pueda pagar sea menor".
"En algún momento tenemos que comenzar a pensar en cómo bajamos los impuestos al trabajo. Es un tema que yo como diputado voy a estar planteando. El empleo en la Argentina está estancado", afirmó Sturzenegger, quien obvió que el último dato de desocupación la mostró en 6,4%, la más baja en 30 años, y que además marcó un récord de 28 trimestres, es decir, 7 años con ese guarismo en un dígito.
De esta manera, el diputado, quien durante el menemismo se desempeñó como economista jefe de YPF, y luego en el gobierno de la Alianza acompañó a Domingo Cavallo como secretario de Política Económica, reflotó una iniciativa aplicada en 1994 por el `Padre de la Convertibilidad`, que no tuvo resultados sobre el desempleo.
En primera gestión al frente del Palacio de Hacienda, Cavallo redujo las cargas patronales, y cuando volvió a ser ministro en el final del gobierno de la Alianza las extendió aún más, con la aprobación de la polémica "Ley Banelco", sobre la cual pesa la sospecha del pago de coimas a los legisladores para aprobarla.
Sin embargo, esas rebajas no sólo no redujeron el desempleo, sino que éste aumentó en los años sucesivos.
En 1995, al año siguiente de la primera reducción, la desocupación pasó de 12,1% a 16,6%; y en 1996, volvió a subir a 17,3%.
En la siguiente oportunidad en que Cavallo rebajó las cargas laborales, el desempleo saltó en 2001 al récord histórico de 21,5%, que anticipó el quiebre de la Argentina.
No obstante, Sturzenegger insistió con que "es importante que la gente tome conciencia que el salario que puede pagar la empresa va a ser menor si ese impuesto es mayor".
"Uno de los problemas que tenemos en la Argentina y en el que la clase política no pone atención es en los altísimos impuestos que tiene el trabajo", aseguró Sturzenegger a Radio 10.
Así subrayó que "siempre se dice que se debe promover el trabajo de calidad", pero remarcó que "a lo que más le ponemos impuestos es al trabajo".
Según el legislador macrista, "cuando alguien quiere contratar un trabajador, tiene que pagar no sólo sus cargas personales, sino las cargas empresarias que son muy altas".
Así sostuvo que "eso hace que el salario que se pueda pagar sea menor".
"En algún momento tenemos que comenzar a pensar en cómo bajamos los impuestos al trabajo. Es un tema que yo como diputado voy a estar planteando. El empleo en la Argentina está estancado", afirmó Sturzenegger, quien obvió que el último dato de desocupación la mostró en 6,4%, la más baja en 30 años, y que además marcó un récord de 28 trimestres, es decir, 7 años con ese guarismo en un dígito.
De esta manera, el diputado, quien durante el menemismo se desempeñó como economista jefe de YPF, y luego en el gobierno de la Alianza acompañó a Domingo Cavallo como secretario de Política Económica, reflotó una iniciativa aplicada en 1994 por el `Padre de la Convertibilidad`, que no tuvo resultados sobre el desempleo.
En primera gestión al frente del Palacio de Hacienda, Cavallo redujo las cargas patronales, y cuando volvió a ser ministro en el final del gobierno de la Alianza las extendió aún más, con la aprobación de la polémica "Ley Banelco", sobre la cual pesa la sospecha del pago de coimas a los legisladores para aprobarla.
Sin embargo, esas rebajas no sólo no redujeron el desempleo, sino que éste aumentó en los años sucesivos.
En 1995, al año siguiente de la primera reducción, la desocupación pasó de 12,1% a 16,6%; y en 1996, volvió a subir a 17,3%.
En la siguiente oportunidad en que Cavallo rebajó las cargas laborales, el desempleo saltó en 2001 al récord histórico de 21,5%, que anticipó el quiebre de la Argentina.
No obstante, Sturzenegger insistió con que "es importante que la gente tome conciencia que el salario que puede pagar la empresa va a ser menor si ese impuesto es mayor".