Las provincias de Misiones, Corrientes, Chaco, Entre Ríos y Santa Fe, se preparan para enfrentar, a partir del próximo fin de semana, los efectos de una nueva y excepcional crecida del río Paraná, en sus cursos superior, medio e inferior. La advertencia se dio el lunes en Iguazú: 40.000 metros cúbicos por segundo es la cantidad de agua que se desplazaba por la zona de las Cataratas, según los datos del INA (Instituto Nacional del Agua), que denominó como “histórica” la crecida de ese cauce, que luego deriva en el Paraná.
Otra referencia válida que marca la gravedad del cuadro de situación se da en Porto Capanema, estado de Paraná, extremo sur de Brasil, cuyo caudal fue el lunes de 32.000 m3/s, es decir, 20 veces su valor normal.
Un dato resulta significativo para advertir que la región se encuentra ante un fenómeno excepcional y complejo: fue cerrado el paseo por las Cataratas del Iguazú (Misiones), y el río Iguazú continuaba ayer a la mañana estacionado en 38,60 metros.
El INA pronostica para el 14 de junio marcas de 8,50 metros en Corrientes y barranqueras (Chaco), 6,90 en Paraná; 6,20, en Santa Fe y 6,40, en Rosario.
En el caso de esta capital, ayer el río alcanzó una altura de 4,16 metros y se espera que entre el 25 y el 28 de este mes se ubique alrededor de los 5,30 metros. Frente a esta circunstancia, el gobierno provincial ordenó evacuar el ganado que se cría en las islas, desde Reconquista hasta cercanías de Rosario (cerca de 450 kilómetros de extensión), disponiéndose desde ayer el funcionamiento de barcazas para tal fin. También se habilitó un servicio de monitoreo permanente de la evaluación de la situación y reuniones con un comité que dispone medidas al respecto. Todo comenzó como consecuencia de las intensas lluvias que se registraron durante el fin de semana en el tramo inferior de la cuenca del río Iguazú y sobre la cuenca no regulada del Alto Paraná, la más próxima al embalse de Itaipú (en el sur de Brasil), que empezó a derivar mucha agua al río Paraná.
Las provincias de Misiones, Corrientes, Chaco, Entre Ríos y Santa Fe, se preparan para enfrentar, a partir del próximo fin de semana, los efectos de una nueva y excepcional crecida del río Paraná, en sus cursos superior, medio e inferior. La advertencia se dio el lunes en Iguazú: 40.000 metros cúbicos por segundo es la cantidad de agua que se desplazaba por la zona de las Cataratas, según los datos del INA (Instituto Nacional del Agua), que denominó como “histórica” la crecida de ese cauce, que luego deriva en el Paraná.
Otra referencia válida que marca la gravedad del cuadro de situación se da en Porto Capanema, estado de Paraná, extremo sur de Brasil, cuyo caudal fue el lunes de 32.000 m3/s, es decir, 20 veces su valor normal.
Un dato resulta significativo para advertir que la región se encuentra ante un fenómeno excepcional y complejo: fue cerrado el paseo por las Cataratas del Iguazú (Misiones), y el río Iguazú continuaba ayer a la mañana estacionado en 38,60 metros.
El INA pronostica para el 14 de junio marcas de 8,50 metros en Corrientes y barranqueras (Chaco), 6,90 en Paraná; 6,20, en Santa Fe y 6,40, en Rosario.
En el caso de esta capital, ayer el río alcanzó una altura de 4,16 metros y se espera que entre el 25 y el 28 de este mes se ubique alrededor de los 5,30 metros. Frente a esta circunstancia, el gobierno provincial ordenó evacuar el ganado que se cría en las islas, desde Reconquista hasta cercanías de Rosario (cerca de 450 kilómetros de extensión), disponiéndose desde ayer el funcionamiento de barcazas para tal fin. También se habilitó un servicio de monitoreo permanente de la evaluación de la situación y reuniones con un comité que dispone medidas al respecto. Todo comenzó como consecuencia de las intensas lluvias que se registraron durante el fin de semana en el tramo inferior de la cuenca del río Iguazú y sobre la cuenca no regulada del Alto Paraná, la más próxima al embalse de Itaipú (en el sur de Brasil), que empezó a derivar mucha agua al río Paraná.