Según Unicef 400 niños palestinos murieron y hay 2.500 heridos

Los bombardeos de Israel en Palestina dejaron ese número de víctimas, según el organismo. En Gaza siguen sin electricidad mi agua, y es inminente la aparición de enfermedades mortales para los más pequeños.

05 AGO 2014 - 9:58 | Actualizado

"La ofensiva ha tenido un impacto catastrófico y trágico en los niños. Murieron 392 niños y 2.502 resultaron heridos. Si tenemos en cuenta lo que estas cifras representan para la población de Gaza, es como si hubieran muerto 200.000 niños en Estados Unidos", afirmó Pernille Ironside, jefa de la Oficina de Unicef en Gaza.

Ironside recordó además que no hay electricidad y que no funcionan los sistemas de agua potable ni de saneamiento, por lo que el peligro de aparición de enfermedades transmisibles y de diarrea -que puede ser mortal para los menores de cinco años- es inminente.

"Hay que tener en cuenta el tamaño de la Franja de Gaza, son 45 kilómetros de largo por entre 6 y 14 de ancho. No hay una familia que no haya sido directamente afectada por alguna pérdida", dijo.

"La destrucción es total. Usaron armamento que provoca terribles amputaciones. Esto ocurrió frente a los ojos de los niños que vieron morir a sus amigos, a sus padres", lamentó la funcionaria.

Por eso, Unicef calcula que unos 370.000 niños necesitarán ayuda psicológica para poder intentar sobreponerse al trauma vivido.

"Tengamos en cuenta que un niño que tiene siete años ya vivió tres ofensivas, la de 2008-2009, la de 2012 y la de ahora. Imagínense el impacto que eso puede tener, tanto en los más pequeños como en los que ya entienden lo que eso significa", afirmó.

"Hay gente que no tuvo acceso al agua por varias semanas, ya se detectaron problemas de piel y tememos que aparezcan casos de diarrea, lo que sólo llevaría a más muertes de niños", reveló.

Ironside se refirió al hecho de que 142 escuelas en Gaza, incluyendo 89 de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), fueron dañadas por los bombardeos israelíes, tres de ellos por ataques directos, consignó la agencia EFE.

"Recordemos que antes de este ataque, el 80% de los niños de Gaza asistían sólo 4 horas a la escuela porque los centros tienen que hacer dos turnos dado que no hay más colegios disponibles".

"Y no podemos construir más, porque no hay tierra disponible pero sobre todo porque no tenemos material de construcción por la restricción a la que la Franja es sometida por las autoridades israelíes", explicó la funcionaria de Unicef.

"Debemos establecer un nuevo sistema para poder reconstruir todo lo destruido. Por eso un alto el fuego no es necesario, hay que acabar con el bloqueo al que Israel somete a Gaza", urgió.

Recordó que se necesitarán "cientos y cientos de millones de dólares" para reconstruir lo que ha sido destruido dos veces, "aunque esta vez ha sido peor que las otras dos juntas".

"¿Quién pagará la factura? ¿Otra vez la comunidad internacional, o será la fuerza ocupante que perpetró la destrucción?", preguntó.

Agregó que el futuro de cualquier niño en la Franja "es desalentador. Nadie debería sorprenderse de que algunos niños palestinos quieran tomar una vía más extrema. Es nuestra responsabilidad evitar que esto pase", concluyó.

05 AGO 2014 - 9:58

"La ofensiva ha tenido un impacto catastrófico y trágico en los niños. Murieron 392 niños y 2.502 resultaron heridos. Si tenemos en cuenta lo que estas cifras representan para la población de Gaza, es como si hubieran muerto 200.000 niños en Estados Unidos", afirmó Pernille Ironside, jefa de la Oficina de Unicef en Gaza.

Ironside recordó además que no hay electricidad y que no funcionan los sistemas de agua potable ni de saneamiento, por lo que el peligro de aparición de enfermedades transmisibles y de diarrea -que puede ser mortal para los menores de cinco años- es inminente.

"Hay que tener en cuenta el tamaño de la Franja de Gaza, son 45 kilómetros de largo por entre 6 y 14 de ancho. No hay una familia que no haya sido directamente afectada por alguna pérdida", dijo.

"La destrucción es total. Usaron armamento que provoca terribles amputaciones. Esto ocurrió frente a los ojos de los niños que vieron morir a sus amigos, a sus padres", lamentó la funcionaria.

Por eso, Unicef calcula que unos 370.000 niños necesitarán ayuda psicológica para poder intentar sobreponerse al trauma vivido.

"Tengamos en cuenta que un niño que tiene siete años ya vivió tres ofensivas, la de 2008-2009, la de 2012 y la de ahora. Imagínense el impacto que eso puede tener, tanto en los más pequeños como en los que ya entienden lo que eso significa", afirmó.

"Hay gente que no tuvo acceso al agua por varias semanas, ya se detectaron problemas de piel y tememos que aparezcan casos de diarrea, lo que sólo llevaría a más muertes de niños", reveló.

Ironside se refirió al hecho de que 142 escuelas en Gaza, incluyendo 89 de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), fueron dañadas por los bombardeos israelíes, tres de ellos por ataques directos, consignó la agencia EFE.

"Recordemos que antes de este ataque, el 80% de los niños de Gaza asistían sólo 4 horas a la escuela porque los centros tienen que hacer dos turnos dado que no hay más colegios disponibles".

"Y no podemos construir más, porque no hay tierra disponible pero sobre todo porque no tenemos material de construcción por la restricción a la que la Franja es sometida por las autoridades israelíes", explicó la funcionaria de Unicef.

"Debemos establecer un nuevo sistema para poder reconstruir todo lo destruido. Por eso un alto el fuego no es necesario, hay que acabar con el bloqueo al que Israel somete a Gaza", urgió.

Recordó que se necesitarán "cientos y cientos de millones de dólares" para reconstruir lo que ha sido destruido dos veces, "aunque esta vez ha sido peor que las otras dos juntas".

"¿Quién pagará la factura? ¿Otra vez la comunidad internacional, o será la fuerza ocupante que perpetró la destrucción?", preguntó.

Agregó que el futuro de cualquier niño en la Franja "es desalentador. Nadie debería sorprenderse de que algunos niños palestinos quieran tomar una vía más extrema. Es nuestra responsabilidad evitar que esto pase", concluyó.


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