Rousseff habló en un acto en San Pablo, donde estuvo escoltada por su antecesor y padrino político, Luiz Inácio Lula da Silva, y por el ex presidente de Uruguay, José Mujica, quienes le brindaron su respaldo en un encuentro de la Central Única de los Trabajadores (CUT), la mayor central sindical de Brasil.
Las palabras de la mandataria llegaron tras la decisión de ayer del Supremo Tribunal Federal de emitir una medida cautelar contra un reglamento del Congreso, en base al cual parte de la oposición pensaba basarse para abrir el proceso de “impeachment” contra Rouseff.
Hoy, el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), liderado por el ex candidato presidencial Aécio Neves, anticipó que redactará una nueva demanda de "impeachment" en la que incluirá supuestas irregularidades fiscales denunciadas por el Tribunal de Cuentas de la Unión.
"Lo que antes era inconformismo, se transformó en un deseo de retroceso político y eso tiene un nombre: eso es golpismo de manera abierta", denunció Rousseff, que lamentó que quieran "acortar" su mandato "sin hechos jurídicos".
El pronunciamiento de la presidenta llega en un momento de enorme tensión política, ya que el presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, tiene en estudio varias acciones intentadas por la oposición con miras a la destitución de la mandataria.
Pese a las numerosas peticiones ya archivadas por Cunha, la oposición confía en que el presidente de la Cámara acepte la solicitada por un grupo de juristas porque, consideran, está bien fundamentado desde lo jurídico y se refiere a las maniobras contables ilegales que el Gobierno supuestamente realizó para maquillar sus resultados fiscales de 2014.
"La artificialidad de los argumentos (de la oposición) es absoluta y la voluntad de producir un golpe contra el funcionamiento es explícita", advirtió Rousseff.
Lula, a su turno, brindó un nuevo espaldarazo a su sucesora, de quien juzgó que con su discurso de ayer "comenzó a hacer historia como líder política".
"Hoy Dilma se liberó. Todavía voy a descubrir con quién conversó, porque la Dilminha que vino hoy aquí es otra Dilma", afirmó Lula sobre la presidenta, quien acostumbra a realizar discursos con menor carga política.
Al revés de ayer en el Supremo Tribunal, el PSDB contrapuso hoy el anuncio de una nueva presentación que, según fuentes socialdemócratas, incluirá la maniobras fiscales del gobierno de Rousseff junto a los argumentos del jurista Helio Bicudo, fundador del oficialista Partido de los Trabajadores, del que se desafilió en 2005.
El PSDB considera que pese al fallo del Supremo Tribunal Federal contra un reglamento del Congreso que impidió el inicio del proceso de "impeachment", esto no impide que retome su estrategia para exigir la salida de Rousseff.
Paralelamente agrupaciones de la sociedad civil evalúan convocar a una nueva movilización en demanda del "impeachment", que puede ser realizada el 15 de noviembre, cuando se conmemora el día de la proclamación de la república.
Rousseff habló en un acto en San Pablo, donde estuvo escoltada por su antecesor y padrino político, Luiz Inácio Lula da Silva, y por el ex presidente de Uruguay, José Mujica, quienes le brindaron su respaldo en un encuentro de la Central Única de los Trabajadores (CUT), la mayor central sindical de Brasil.
Las palabras de la mandataria llegaron tras la decisión de ayer del Supremo Tribunal Federal de emitir una medida cautelar contra un reglamento del Congreso, en base al cual parte de la oposición pensaba basarse para abrir el proceso de “impeachment” contra Rouseff.
Hoy, el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), liderado por el ex candidato presidencial Aécio Neves, anticipó que redactará una nueva demanda de "impeachment" en la que incluirá supuestas irregularidades fiscales denunciadas por el Tribunal de Cuentas de la Unión.
"Lo que antes era inconformismo, se transformó en un deseo de retroceso político y eso tiene un nombre: eso es golpismo de manera abierta", denunció Rousseff, que lamentó que quieran "acortar" su mandato "sin hechos jurídicos".
El pronunciamiento de la presidenta llega en un momento de enorme tensión política, ya que el presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, tiene en estudio varias acciones intentadas por la oposición con miras a la destitución de la mandataria.
Pese a las numerosas peticiones ya archivadas por Cunha, la oposición confía en que el presidente de la Cámara acepte la solicitada por un grupo de juristas porque, consideran, está bien fundamentado desde lo jurídico y se refiere a las maniobras contables ilegales que el Gobierno supuestamente realizó para maquillar sus resultados fiscales de 2014.
"La artificialidad de los argumentos (de la oposición) es absoluta y la voluntad de producir un golpe contra el funcionamiento es explícita", advirtió Rousseff.
Lula, a su turno, brindó un nuevo espaldarazo a su sucesora, de quien juzgó que con su discurso de ayer "comenzó a hacer historia como líder política".
"Hoy Dilma se liberó. Todavía voy a descubrir con quién conversó, porque la Dilminha que vino hoy aquí es otra Dilma", afirmó Lula sobre la presidenta, quien acostumbra a realizar discursos con menor carga política.
Al revés de ayer en el Supremo Tribunal, el PSDB contrapuso hoy el anuncio de una nueva presentación que, según fuentes socialdemócratas, incluirá la maniobras fiscales del gobierno de Rousseff junto a los argumentos del jurista Helio Bicudo, fundador del oficialista Partido de los Trabajadores, del que se desafilió en 2005.
El PSDB considera que pese al fallo del Supremo Tribunal Federal contra un reglamento del Congreso que impidió el inicio del proceso de "impeachment", esto no impide que retome su estrategia para exigir la salida de Rousseff.
Paralelamente agrupaciones de la sociedad civil evalúan convocar a una nueva movilización en demanda del "impeachment", que puede ser realizada el 15 de noviembre, cuando se conmemora el día de la proclamación de la república.