España: Pedro Sánchez considera frustrada las negociaciones con Unidas Podemos

El presidente del gobierno español y líder socialista, Pedro Sánchez, dio hoy por rotas las negociaciones con Unidas Podemos, su socio imprescindible para superar la votación de su investidura, en un movimiento sorpresivo que coloca a España camino hacia unas nuevas elecciones.

15 JUL 2019 - 14:15 | Actualizado

La fuerza de izquierda liderada por Pablo Iglesias se mostró asombrada y pidió retomar la "vía del diálogo" para evitar el escenario de repetición electoral, en el que no hay garantías de que el país salga del bloqueo político en el que se encuentra.

A una semana del debate y votación de su investidura, Sánchez explotó contra el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, al que acusó de haber planteado una "consulta truncada" a las bases de su partido para justificar el "no" a su investidura.

"Estoy sorprendido y frustrado por la consulta. Supone la ruptura unilateral de las negociaciones", dijo el secretario general del Partido Socialista (PSOE) en una entrevista con la radio Cadena Ser.

"Iglesias no se ha movido de su posición maximalista y, me cuesta verbalizarlo, pero intuimos que está usando esta consulta trucada para justificar su voto en contra a la investidura, coincidiendo con la ultraderecha", añadió Sánchez, acusando a su socio preferente de actuar de manera deliberada para hacer fracasar su reelección.

La primera reacción de Unidas Podemos fue de "asombro" por el tono y el contenido de las declaraciones.

"Estamos tranquilos. Ojalá que no tuviéramos que ir a una investidura fallida. Nosotros le pedimos a Pedro Sánchez que retome la vía del diálogo y de la negociación. Nosotros estamos dispuestos", dijo poco después Pablo Echenique, secretario de acción de gobierno del partido progresista.

Si las negociaciones con Unidas Podemos no se reconducen, el líder socialista previsiblemente no superará las votaciones de su investidura, que se producirán el 23 y 25 de julio, ya que los votos del partido de izquierda son indispensables para que pueda sumar mayoría simple, ante el veto de los conservadores y liberales.

Con la investidura fallida de Sánchez comenzará a correr un plazo de dos meses en las que podría volver a negociar para evitar que España vuelva a las urnas de forma automática a principio de noviembre.

Iglesias, que insiste en formar un gobierno de coalición con el PSOE, no anticipó a Sánchez que iba a plantear la consulta interna a su partido para decidir el rumbo de las negociaciones, con dos preguntas, una que defiende su tesis, y otra, que aceptaría la propuesta del PSOE, sin especificar más allá de que negociarían un acuerdo programático y participar en la administración de "forma subordinada".

"Estamos ante una mascarada bien grande de Iglesias para justificar su no", dijo el presidente del gobierno español, quien cree que las preguntas del líder de Unidas Podemos son "falsas" porque no recogen la última oferta que le hizo el PSOE de incorporar ministros del partido de izquierda con perfil cualificado en sus campos.

"He hecho cinco propuestas distintas y las ha rechazado todas", se quejó Sánchez, con un mensaje que traslada toda la responsabilidad del fracaso a Unidas Podemos.

El núcleo duro de las negociaciones está en la exigencia del líder de Unidos Podemos de entrar en el Ejecutivo, pero Sánchez, quien ganó las elecciones de abril sin mayoría absoluta, subraya que "no es una persona de vetos" y aunque tampoco aceptará "imposiciones" de la cuarta fuerza política del país.

Además, admite que "siempre tuvo dudas sobre la incorporación de Iglesias" en el Ejecutivo por sus diferencias de fondo respecto al conflicto secesionista de Cataluña.

"Llueve sobre mojado. Ya lo viví en el 2016 y desgraciadamente se va a repetir en el 2019", señaló el líder socialista, quien ya fracasó en su intento de convertirse presidente hace tres años tras una negociaciones infructuosas con Iglesias.

Unidas Podemos insiste que en España el bipartidismo llegó a su fin, y que el PSOE debe entender que sin mayoría absoluta debe pactar una coalición, como ocurre en diferentes país del entorno europeo y también a nivel regional y municipal en España.

Sánchez, en tanto, contrapone que como presidente del gobierno necesita un gabinete cohesionado, algo que considera difícil con la entrada de los líderes de Unidas Podemos.

15 JUL 2019 - 14:15

La fuerza de izquierda liderada por Pablo Iglesias se mostró asombrada y pidió retomar la "vía del diálogo" para evitar el escenario de repetición electoral, en el que no hay garantías de que el país salga del bloqueo político en el que se encuentra.

A una semana del debate y votación de su investidura, Sánchez explotó contra el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, al que acusó de haber planteado una "consulta truncada" a las bases de su partido para justificar el "no" a su investidura.

"Estoy sorprendido y frustrado por la consulta. Supone la ruptura unilateral de las negociaciones", dijo el secretario general del Partido Socialista (PSOE) en una entrevista con la radio Cadena Ser.

"Iglesias no se ha movido de su posición maximalista y, me cuesta verbalizarlo, pero intuimos que está usando esta consulta trucada para justificar su voto en contra a la investidura, coincidiendo con la ultraderecha", añadió Sánchez, acusando a su socio preferente de actuar de manera deliberada para hacer fracasar su reelección.

La primera reacción de Unidas Podemos fue de "asombro" por el tono y el contenido de las declaraciones.

"Estamos tranquilos. Ojalá que no tuviéramos que ir a una investidura fallida. Nosotros le pedimos a Pedro Sánchez que retome la vía del diálogo y de la negociación. Nosotros estamos dispuestos", dijo poco después Pablo Echenique, secretario de acción de gobierno del partido progresista.

Si las negociaciones con Unidas Podemos no se reconducen, el líder socialista previsiblemente no superará las votaciones de su investidura, que se producirán el 23 y 25 de julio, ya que los votos del partido de izquierda son indispensables para que pueda sumar mayoría simple, ante el veto de los conservadores y liberales.

Con la investidura fallida de Sánchez comenzará a correr un plazo de dos meses en las que podría volver a negociar para evitar que España vuelva a las urnas de forma automática a principio de noviembre.

Iglesias, que insiste en formar un gobierno de coalición con el PSOE, no anticipó a Sánchez que iba a plantear la consulta interna a su partido para decidir el rumbo de las negociaciones, con dos preguntas, una que defiende su tesis, y otra, que aceptaría la propuesta del PSOE, sin especificar más allá de que negociarían un acuerdo programático y participar en la administración de "forma subordinada".

"Estamos ante una mascarada bien grande de Iglesias para justificar su no", dijo el presidente del gobierno español, quien cree que las preguntas del líder de Unidas Podemos son "falsas" porque no recogen la última oferta que le hizo el PSOE de incorporar ministros del partido de izquierda con perfil cualificado en sus campos.

"He hecho cinco propuestas distintas y las ha rechazado todas", se quejó Sánchez, con un mensaje que traslada toda la responsabilidad del fracaso a Unidas Podemos.

El núcleo duro de las negociaciones está en la exigencia del líder de Unidos Podemos de entrar en el Ejecutivo, pero Sánchez, quien ganó las elecciones de abril sin mayoría absoluta, subraya que "no es una persona de vetos" y aunque tampoco aceptará "imposiciones" de la cuarta fuerza política del país.

Además, admite que "siempre tuvo dudas sobre la incorporación de Iglesias" en el Ejecutivo por sus diferencias de fondo respecto al conflicto secesionista de Cataluña.

"Llueve sobre mojado. Ya lo viví en el 2016 y desgraciadamente se va a repetir en el 2019", señaló el líder socialista, quien ya fracasó en su intento de convertirse presidente hace tres años tras una negociaciones infructuosas con Iglesias.

Unidas Podemos insiste que en España el bipartidismo llegó a su fin, y que el PSOE debe entender que sin mayoría absoluta debe pactar una coalición, como ocurre en diferentes país del entorno europeo y también a nivel regional y municipal en España.

Sánchez, en tanto, contrapone que como presidente del gobierno necesita un gabinete cohesionado, algo que considera difícil con la entrada de los líderes de Unidas Podemos.


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