La odisea de una pareja de colombianos moteros varados en Argentina

Carolina Nivia y Cristian Agudelo son de Medellín, recorrieron 20 mil kilómetros por Sudamérica en moto hasta que la pandemia los sorprendió en Argentina. Llevan un año sin poder salir de nuestro país. Desde Puerto Madryn, contaron su historia tras su paso por Chubut.

08 MAR 2021 - 12:59 | Actualizado

Por Martín Tacón

Carolina Nivia y Cristian Agudelo son una pareja de moteros colombianos que en febrero de 2020 emprendieron un viaje soñado: recorrer las rutas de Sudamérica en moto. Son de Medellín, ingenieros agrónomos de profesión, y lideran el emprendimiento de una marca de café tostado llamado “Café El Errante”. En diciembre de 2019, renunciaron a sus trabajos y tres meses después se lanzaron a la aventura en la ruta.

“Nosotros llevamos en pareja 10 años –contó Carolina–. Siempre hemos sido muy apasionados de las motos y de los paisajes naturales. Hemos recorrido gran parte de Colombia en moto, todos los fines de semana buscábamos salir y recorrer. En el mundo motero conocimos muchos amigos y muchas personas en redes sociales. Veíamos que habían hecho viajes fuera de Colombia, veíamos paisajes fenomenales y nos entró el deseo de recorrer Sudamérica”.

Un viaje tan largo necesitó una planificación de igual magnitud: 3 años les tomó poner las cosas en orden. “En ese tiempo, destinamos nuestros ahorros para el viaje, comprar y dotarnos de todo lo que la moto necesitaba”.

Conducen una Yamaha Tenere 660. Cristian va al volante y Carolina ayuda con las tareas técnicas de mantenimiento y engrasado. Duermen en cualquier sitio donde puedan armar su carpa. Hasta el momento han conocido Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina.

El 27 de febrero de 2020 ingresaron a Argentina por La Quiaca, frontera con Bolivia. En su viaje, mayormente por la ruta 9, atravesaron las provincias de Salta, Jujuy, Catamarca, Córdoba y Mendoza. Luego, por la ruta 7, pasaron a Chile. El 15 de marzo volvieron a Argentina, esta vez por el paso del volcán Lanín, en Neuquén. Hicieron el Camino de los 7 Lagos hasta Bariloche, donde se instalaron. Una semana después de su entrada a Argentina, se cerrarían las fronteras por la pandemia. “Llevamos un año varados en Argentina”, dijo Cristian.

Un año varados

“Pasamos la pandemia en Bariloche, muy pendientes de la frontera y el movimiento interno en Argentina”, contó Cristian. “Muchos municipios y provincias estaban cerrados para el movimiento de personas. Cuando permitieron la circulación con permisos, nos decidimos salir el 11 de febrero de 2021 a conocer la parte sur de Argentina”.

Así ingresaron a nuestra provincia. “Salimos por la ruta 40 de Río Negro y pasamos a Chubut. Muchos de los pueblos al costado de la ruta estaban cerrados, no permitían el ingreso ni para hacer compras, solo permitían hacer carga de combustible. Entre los pueblos cerrados estaba Tecka y Gobernador Costa. Para dormir, nos tocó hacer camping agreste cerca de Facundo, donde hay un río”.

Luego de atravesar Chubut, siguieron camino a Santa Cruz. Conocieron el Chaltén, donde hicieron senderismo. En El Calafate, quedaron maravillados ante el espectáculo natural del Glaciar Perito Moreno. “Es el más grande que hemos visto”, dijo Cristian. En el extremo sur de Santa Cruz les fue imposible cruzar a Tierra del Fuego, y emprendieron el regreso rumbo norte por ruta 3.

En Puerto San Julián fueron recomendados para pasar la noche en el camping municipal de Rada Tilly. “Nos dijeron que era bonito, económico y que estaba cerca de la playa. Cuando llegamos a Rada Tilly nos sorprendió la organización de la ciudad. La gente fue muy amable y la playa fue espectacular. Nos tocaron días de mucho sol y disfrutamos la playa”.

En Comodoro hicieron el service a su Yamaha y continuaron viaje hasta Trelew. “Nos recomendaron ir a Gaiman, hicimos camping ahí. Conocimos las iglesias y las capillas. Es un pueblo pequeño y acogedor”.

La próxima referencia fue Punta Tombo. “Fue de las cosas más bonitas que hemos podido ver en el viaje, nunca pensamos ver pingüinos tan cerca, en un área conservada y tan bien organizada. Sorprende ver esos animalitos tan bonitos. La atención de los guías y guardaparques fue fenomenal”.

Luego tomaron rumbo a Puerto Madryn. En el camino, los sorprendió la réplica del dinosaurio. “Es parada obligada para tomar una foto”. En Madryn conocieron a otros motociclistas que los recibieron como familia. “Compartimos experiencias y anécdotas”. Conocieron las playas aledañas y la lobería.

Fronteras cerradas

La pandemia los retuvo más de lo previsto. Siguen sin poder salir de Argentina. “El impedimento que hemos tenido es el cierre de fronteras internacionales vía terrestre. Desde que comenzó todo, no las han abierto en ninguno de los países de Sudamérica. No hay fecha de posible reapertura. Podemos salir de Argentina, pero Chile no permite el ingreso ni Bolivia. Podríamos irnos en avión, pero no queremos dejar la moto acá por un tema económico. Los costos están elevados”.

Han observado, desde el inicio de la pandemia, el temor que la gente tomó hacia los extranjeros. “Sentimos, por las autoridades, algo de xenofobia. No podíamos salir a hacer compras, nos solicitaban los documentos y nos preguntaban qué estábamos haciendo acá, nos enviaban la policía continuamente para comprobar que estuviéramos guardando la cuarentena. Con el tiempo nos sentimos más acogidos”.

Carolina y Cristian volverán a Bariloche, donde alquilan un monoambiente. Allá aguardarán la apertura de los cruces fronterizos. Ya han puesto más de 20.000 kilómetros bajo sus ruedas. “Esperemos que sean muchos más”, dijo Cristian, redoblando la apuesto, porque aún pretenden recorrer otros 10.000 en su regreso a Colombia.

08 MAR 2021 - 12:59

Por Martín Tacón

Carolina Nivia y Cristian Agudelo son una pareja de moteros colombianos que en febrero de 2020 emprendieron un viaje soñado: recorrer las rutas de Sudamérica en moto. Son de Medellín, ingenieros agrónomos de profesión, y lideran el emprendimiento de una marca de café tostado llamado “Café El Errante”. En diciembre de 2019, renunciaron a sus trabajos y tres meses después se lanzaron a la aventura en la ruta.

“Nosotros llevamos en pareja 10 años –contó Carolina–. Siempre hemos sido muy apasionados de las motos y de los paisajes naturales. Hemos recorrido gran parte de Colombia en moto, todos los fines de semana buscábamos salir y recorrer. En el mundo motero conocimos muchos amigos y muchas personas en redes sociales. Veíamos que habían hecho viajes fuera de Colombia, veíamos paisajes fenomenales y nos entró el deseo de recorrer Sudamérica”.

Un viaje tan largo necesitó una planificación de igual magnitud: 3 años les tomó poner las cosas en orden. “En ese tiempo, destinamos nuestros ahorros para el viaje, comprar y dotarnos de todo lo que la moto necesitaba”.

Conducen una Yamaha Tenere 660. Cristian va al volante y Carolina ayuda con las tareas técnicas de mantenimiento y engrasado. Duermen en cualquier sitio donde puedan armar su carpa. Hasta el momento han conocido Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina.

El 27 de febrero de 2020 ingresaron a Argentina por La Quiaca, frontera con Bolivia. En su viaje, mayormente por la ruta 9, atravesaron las provincias de Salta, Jujuy, Catamarca, Córdoba y Mendoza. Luego, por la ruta 7, pasaron a Chile. El 15 de marzo volvieron a Argentina, esta vez por el paso del volcán Lanín, en Neuquén. Hicieron el Camino de los 7 Lagos hasta Bariloche, donde se instalaron. Una semana después de su entrada a Argentina, se cerrarían las fronteras por la pandemia. “Llevamos un año varados en Argentina”, dijo Cristian.

Un año varados

“Pasamos la pandemia en Bariloche, muy pendientes de la frontera y el movimiento interno en Argentina”, contó Cristian. “Muchos municipios y provincias estaban cerrados para el movimiento de personas. Cuando permitieron la circulación con permisos, nos decidimos salir el 11 de febrero de 2021 a conocer la parte sur de Argentina”.

Así ingresaron a nuestra provincia. “Salimos por la ruta 40 de Río Negro y pasamos a Chubut. Muchos de los pueblos al costado de la ruta estaban cerrados, no permitían el ingreso ni para hacer compras, solo permitían hacer carga de combustible. Entre los pueblos cerrados estaba Tecka y Gobernador Costa. Para dormir, nos tocó hacer camping agreste cerca de Facundo, donde hay un río”.

Luego de atravesar Chubut, siguieron camino a Santa Cruz. Conocieron el Chaltén, donde hicieron senderismo. En El Calafate, quedaron maravillados ante el espectáculo natural del Glaciar Perito Moreno. “Es el más grande que hemos visto”, dijo Cristian. En el extremo sur de Santa Cruz les fue imposible cruzar a Tierra del Fuego, y emprendieron el regreso rumbo norte por ruta 3.

En Puerto San Julián fueron recomendados para pasar la noche en el camping municipal de Rada Tilly. “Nos dijeron que era bonito, económico y que estaba cerca de la playa. Cuando llegamos a Rada Tilly nos sorprendió la organización de la ciudad. La gente fue muy amable y la playa fue espectacular. Nos tocaron días de mucho sol y disfrutamos la playa”.

En Comodoro hicieron el service a su Yamaha y continuaron viaje hasta Trelew. “Nos recomendaron ir a Gaiman, hicimos camping ahí. Conocimos las iglesias y las capillas. Es un pueblo pequeño y acogedor”.

La próxima referencia fue Punta Tombo. “Fue de las cosas más bonitas que hemos podido ver en el viaje, nunca pensamos ver pingüinos tan cerca, en un área conservada y tan bien organizada. Sorprende ver esos animalitos tan bonitos. La atención de los guías y guardaparques fue fenomenal”.

Luego tomaron rumbo a Puerto Madryn. En el camino, los sorprendió la réplica del dinosaurio. “Es parada obligada para tomar una foto”. En Madryn conocieron a otros motociclistas que los recibieron como familia. “Compartimos experiencias y anécdotas”. Conocieron las playas aledañas y la lobería.

Fronteras cerradas

La pandemia los retuvo más de lo previsto. Siguen sin poder salir de Argentina. “El impedimento que hemos tenido es el cierre de fronteras internacionales vía terrestre. Desde que comenzó todo, no las han abierto en ninguno de los países de Sudamérica. No hay fecha de posible reapertura. Podemos salir de Argentina, pero Chile no permite el ingreso ni Bolivia. Podríamos irnos en avión, pero no queremos dejar la moto acá por un tema económico. Los costos están elevados”.

Han observado, desde el inicio de la pandemia, el temor que la gente tomó hacia los extranjeros. “Sentimos, por las autoridades, algo de xenofobia. No podíamos salir a hacer compras, nos solicitaban los documentos y nos preguntaban qué estábamos haciendo acá, nos enviaban la policía continuamente para comprobar que estuviéramos guardando la cuarentena. Con el tiempo nos sentimos más acogidos”.

Carolina y Cristian volverán a Bariloche, donde alquilan un monoambiente. Allá aguardarán la apertura de los cruces fronterizos. Ya han puesto más de 20.000 kilómetros bajo sus ruedas. “Esperemos que sean muchos más”, dijo Cristian, redoblando la apuesto, porque aún pretenden recorrer otros 10.000 en su regreso a Colombia.


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